Aunque el anterior jefe de Roscosmos, el polémico Dimitri Rogozin, amenazó con salir de las instalaciones a partir de 2024, la agencia espacial rusa ha firmado un nuevo acuerdo con los socios internacionales.
Rusia se quedará en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) al menos hasta 2028. Así lo asegura la NASA en un comunicado, en el que dice que Roscosmos, la agencia espacial rusa, ha confirmado su presencia continuada hasta ese año. Al final parece que la marcha anunciada por su anterior jefe, el siempre polémico Dimitri Rogozin, quien afirmó que Rusia saldría de las instalaciones en algún punto después de 2024, no será tan inmediata como parecía.
Otros socios de la ISS, como la Agencia Espacial Europea (ESA), Canadá o la agencia espacial japonesa JAXA, han firmado hasta 2030, momento en el que la NASA tiene previsto terminar con los experimentos científicos y preparar las instalaciones para su desmantelamiento y su final desintegración en nuestra atmósfera a principios de 2031, cuando sus restos acaben en Point Nemo, la zona conocida como cementerio de naves espaciales del Pacífico Sur.
Este punto está situado entre Nueva Zelanda y la costa de Chile, a unos 2.700 kilómetros de la porción de tierra más cercana. más cercana, sería el punto objetivo para la caída de escombros. Allí descansará junto a cientos de restos de naves, incluida la estación espacial rusa MIR.
Las amenazas de Rogozin
Todo empezó el año pasado poco después del comienzo de la invasión de Rusia por parte de Ucrania. El entonces director de Roscosmos, Dimitri Rogozin, empezó a utilizar Twitter como su propio campo de batalla: «Si bloquean la cooperación con nosotros, ¿quién salvará a la ISS de una órbita incontrolada y de que caiga en los Estados Unidos o… ¿Europa? », afirmó en una clara provocación hacia el resto de socios de la ISS.
También, ante la amenaza de posibles multas, tuiteó: «Las poblaciones de otros países, sobre todo aquellos dirigidos por los ‘perros de guerra’ (países occidentales) deberían pensar en el precio de las sanciones contra Roscosmos», al tiempo que calificaba de «locos» a los que les impusieron estas medidas punitivas.
Llegó incluso a sugerir dejar a un astronauta de la NASA abandonado en la estación espacial justo cuando las Crew Dragon de SpaceX comenzaron a operar. Las naves de Elon Musk que ahora utilizan astronautas de la NASA y tripulaciones comerciales, se convirtieron en un medio de transporte espacial alternativo a las Soyuz, hasta la fecha el único vehículo que transportaba tripulaciones a la ISS.
Finalmente, el presidente ruso Vladimir Putin destituyó en julio del año pasado a Rogozin, quien se convirtió en líder de un equipo de asesores de guerra. El exdirector de Roscosmos fue herido durante un bombardeo ucraniano en un hotel de Donetsk, ciudad en la que residía.
Su sucesor como cabeza de la agencia espacial rusa, Yuri Borisov, ha tenido un perfil más bajo que Rogozin, a pesar de que se ha tenido que enfrentar a una delicada crisis debido al hallazgo de dos agujeros en dos de sus naves atracadas en la ISS. De hecho, ha impulsado acuerdos con la NASA por los que Roscosmos intercambia asientos en sus naves Soyuz -con destino a la ISS- con la agencia espacial estadounidense y SpaceX, para asegurar que en todos los transportes siempre haya astronautas rusos a bordo. Esta nueva firma de permanencia en la ISS hasta 2028 suma otro acuerdo de cooperación espacial.
Roscosmos tiene también sus propios planes: el propio Putin anunció este mes su intención de volver a la Luna e incluso más allá. De momento, parece que sigue en pie la colaboración con China para crear una estación lunar que orbite nuestro satélite, paso previo para llevar de nuevo personas sobre la superficie de nuestra vecina. Parece que Rusia, al menos en el espacio, está dispuesta a cooperar.
Fuente: ABC