La AEA visito Villaguay

 

Imágen de una de las conferencias que la AEA dio en Villaguay

El pasado viernes 26 de junio la Asociación Entrerriana de Astronomía (AEA) visito, en el marco del Año Internacional de la Astronomía, la ciudad de Villaguay, Entre Ríos, donde realizó una actividad para las escuelas locales.

 

Imágen de una de las conferencias que la AEA dio en Villaguay

El pasado viernes 26 de junio la Asociación Entrerriana de Astronomía (AEA) visito, en el marco del Año Internacional de la Astronomía, la ciudad de Villaguay, Entre Ríos, donde realizó una actividad para las escuelas locales.

 

Rolando Tortul Sánchez, Leandro Trossero y Mariano Peter

Dicha actividad se llevó a cabo en el edificio de la escuela Conrado Etchebarne y ante una nutrida concurrencia de los alumnos que pudieron presenciar dos conferencias ilustradas con la proyección de imágenes. La primera trato el tema de la extinción de los dinosaurios y su relación con los impactos de cometas y asteroides. Estuvo a cargo de Mariano Andrés Peter.
La segunda conferencia fue sobre observación de objetos de espacio profundo (nebulosas, galaxias, cúmulos estelares, etc.) y estuvo a cargo de Rolando Tortul Sánchez.
Luego de finalizadas estas dos conferencias, se realizaron observaciones telescópicas de la Luna y el planeta Saturno desde el mismo patio del establecimiento educativo.
A las autoridades de la escuela Conrado Etchebarne, muchísimas gracias por la hospitalidad con que nos recibieron. Esperamos volver en algún otro momento.

A continuación, mas fotos.

Atte.
Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA

Mariano Peter dando la primer charla

Rolando Tortul Sánchez en la segunda charla de la tarde

Los alumnos de las escuelas presenciando las charlas

La concurrencia fue muy buena

El Sol está inactivo

 

Kenneth Chang
The New York Times

NUEVA YORK.- Desde que el astrónomo alemán Samuel Heinrich Schwabe descubrió en 1843 que las manchas solares aparecen y desa-parecen cada 11 años, la ciencia se ocupó de observar cuidadosamente la actividad solar.

 

Kenneth Chang
The New York Times

NUEVA YORK.- Desde que el astrónomo alemán Samuel Heinrich Schwabe descubrió en 1843 que las manchas solares aparecen y desa-parecen cada 11 años, la ciencia se ocupó de observar cuidadosamente la actividad solar.

Y justamente por eso están desconcertados: el año pasado fue el menos "activo" del Sol del último medio siglo: no tuvo una sola mancha visible desde la Tierra durante 266 días. En los primeros cuatro meses de 2009, la superficie solar comenzó a lucir cada vez más limpia. "Estuvo completamente muerto", dijo el físico David Hathaway, del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA.

En junio y julio, recuperó su actividad. Tuvo apenas 20 manchas, pero ahora su superficie está limpia, de modo que los científicos suponen que este ciclo solar será aún más corto y calmo de lo que preveían.

Para los operadores de satélites y redes eléctricas, ésta es una buena noticia. Los mismos campos magnéticos alterados que generan las manchas solares también aceleran el inicio de una devastadora lluvia de partículas que sobrecargan y destruyen los equipos electrónicos en órbita y en la Tierra.

Un panel de 12 científicos convocados por la Administración Nacional de Asuntos Oceánicos y Atmosféricos de los Estados Unidos acaba de predecir que para mayo de 2013 el pico máximo previsto de actividad solar acumulará apenas unas 90 manchas. Sería la actividad más débil registrada desde 1928, cuando se registraron 78 manchas. Habitualmente, en el período de máxima actividad solar aparecen alrededor de 120 manchas.

Con mejores telescopios terrestres y una flotilla de vehículos espaciales dedicados a observar el Sol, los científicos ahora poseen más información. Pero aun así no comprenden todos los fenómenos que ocurren en nuestra estrella y los modelos para capturar la dinámica de los campos magnéticos todavía no logran explicar dudas básicas ni por qué los ciclos solares duran unos 11 años.

Predecir un ciclo solar es, en gran parte, como predecir el actividad del mercado de valores. Comprender las fuerzas que impulsan la dinámica solar está lejos del alcance humano, de modo que los científicos analizan indicadores clave de fenómenos futuros y crean modelos con esa información. Se sabe, por ejemplo, que una variación del 0,1% en la producción de energía del Sol es suficiente como para provocar fenómenos naturales como el Niño y la Niña, que pueden influir en el clima mundial.

Los efectos
Los modelos climáticos demostraron que en grandes áreas sin nubes sobre el océano Pacífico el aumento adicional de la temperatura durante varios años calienta el agua, lo que aumenta la evaporación. Eso intensifica las tormentas tropicales y los vientos en el Pacífico oriental. El resultado, según publica Journal of Climate , son aguas más frías que lo normal, como ocurre en la Niña.

Para los autores del estudio, el patrón de aguas frías podría transformarse dentro de uno o dos años más en algo similar a las aguas cálidas del Niño. Pero necesitan más información para trabajar que los nuevos instrumentos podrían proporcionar.

Los vehículos espaciales para observar el Sol no tienen la agudeza de los telescopios terrestres, pero pueden registrar muchos datos. El vehículo espacial más moderno de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio, llamado Observatorio de Dinámica Solar, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo otoño en los Estados Unidos, transportará un instrumento que podrá realizar sonogramas para conocer los flujos de energía generadores de los campos magnéticos. Eso ayudaría a explicar por qué los cambios magnéticos fuertes a veces se unen con las manchas solares y por qué a veces esos campos magnéticos están desorganizados y sin formar manchas. Tampoco se conocen por completo los mecanismos por los cuales las tormentas solares surgen de las manchas solares.

Por otra parte, un ciclo tranquilo no garantiza la ausencia de tormentas solares cataclísmicas. La mayor de estas últimas observada jamás se produjo en 1859, durante un ciclo solar similar al que se predice ahora y arruinó los telégrafos. Hoy, podría dañar las redes eléctricas y el 10% de los satélites que están en órbita quedarían inactivos. La Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos estimó que los daños superarían el billón de dólares.

Sin embargo, nadie puede explicar con certeza la "conducta" solar actual ni predecir de manera confiable el futuro. "Todavía no comprendemos muy bien a esa «bestia» -dijo Hathaway-. Las teorías que teníamos sobre el ciclo de las manchas solares están en problemas."

¿Qué son las manchas solares?

Son regiones del Sol con una temperatura más baja que sus alrededores, pero con una intensa actividad magnética. Tienen una región central oscura, llamada "umbra", rodeada por una "penumbra" más clara. Una sola mancha puede llegar a medir hasta 12.000 km (casi tan grande como el diámetro de la Tierra) y un grupo de manchas puede alcanzar los 120.000 km de extensión o más. Las primeras referencias claras a las manchas solares fueron hechas por astrónomos chinos en el 28 a.C. Todas tienen movimientos propios con velocidades de hasta centenares de kilómetros por hora.

Captan un gran impacto en Júpiter

 

 

Fuente: EFE
Amateur australiano en astronomía descubre y publica la colisión de un enorme asteroide con Júpiter: NASA confirma el hallazgo

 

 

Fuente: EFE
Amateur australiano en astronomía descubre y publica la colisión de un enorme asteroide con Júpiter: NASA confirma el hallazgo

SYDNEY, Australia, jul. 21, 2009.- Un aficionado australiano tiene al mundo de la astronomía revolucionado tras fotografiar un impacto sobre la superficie de Júpiter causado por un objeto grande, informó este martes el periódico "The Sydney Telegraph".
Anthony Wesley, de 44 años, colgó las imágenes del fenómeno en su blog de internet hacia la una de la madrugada del lunes, hora local y, horas más tarde, el Laboratorio Jet Propulsion de la NASA confirmó el descubrimiento.
El objeto que impactó contra Júpiter podría haber sido un cometa o un asteroide, según explicó Wesley, un programador informático que vive en Murrumbateman, una pequeña localidad al norte de Canberra donde practica su afición a la astronomía.
Wesley, que utilizó un telescopio refractor de 14,5 pulgadas, concluyó que el impacto ocurrió hace no más de dos días y será visible sólo durante unos días.
21-07-2009 08:39
El impacto de un asteroide deja en Júpiter un cráter del diámetro de la Tierra
Observen la mancha negra que aparece en la región polar de Júpiter. Es completamente distinta a las demás, y no ha sido causada por ningún fenómeno atmosférico en el planeta gigante de nuestro sistema
Se trata, muy al contrario, de la marca dejada por un asteroide o cometa. Una cicatriz que, dado el tamaño inmenso de Júpiter, parece pequeña, pero que en realidad tiene el diámetro de la Tierra. Según los astrónomos, el impacto se ha producido hace apenas unos días.
Es la primera vez, desde 1994, que se observan directamente las consecuencias de un impacto de estas características en un mundo de nuestro sistema solar. Entonces fue un cometa, el Shoemaker-Levy, y también se estrelló contra Júpiter, después de romperse en varios fragmentos debido a la enorme gravedad joviana y proporcionar un espectáculo que jamás hasta entonces había sido contemplado por el hombre. Ahora, y gracias a las observaciones de un astrónomo amateur afincado en Australia, la historia se repite, aunque esta vez, a diferencia de la anterior, no ha podido verse el momento de la colisión. «Al principio pensé que se trataba de una mancha producida por una tormenta polar», asegura Anthony Wesley, que tomó las fotografías el pasado 19 de julio con el telescopio de 14, 5 pulgadas que tiene instalado en el patio de su casa en Murrumbateman, al norte de Canberra. «Sin embargo, a medida que el planeta iba girando y y mejoraban las condiciones de visión, me di cuenta de que no era una mancha oscura, sino negra del todo y en todos los canales». El Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA ha confirmado el descubrimiento del aficionado australiano usando el gran telescopio de Mauna Kea, en Hawai. A tenor de la huella, el impactor debió tener un tamaño considerable, y el choque con Júpiter debió de producirse hace apenas unos días. A pesar de ello, ningún observatorio ni satélite fue capaz de localizar el objeto antes de que llegara a su destino.
Imágenes del impacto en infrarrojos / JPL Las primeras imágenes del impacto en infrarrojos (a la derecha) muestran el brillo del material lanzado a la atmósfera por el objeto, muy cerca del polo sur de Júpiter. «Hemos sido muy afortunados por estar observando Júpiter exactamente en el momento preciso y en la cara adecuada para observar el evento», explica Glenn Orton, del JPL. Ahora, Orton y sus colegas han alertado a otros telescopios para que realicen sus propias observaciones. El paso siguiente será analizar los datos y averiguar la mayor cantidad posible de detalles. «Podría tratarse de un cometa -afirma el científico de la NASA- pero aún no estamos seguros».
Impactos como éste son muy frecuentes en los diversos planetas y lunas del sistema solar. Esperemos que las observaciones no fallen cuando uno de estos objetos se dirija directamente contra la Tierra.

El Puesto del Hombre en el Cosmos

 Por Ricardo Gabriel Godano

"Escribe tus aciertos en bronce y tus injurias en el aire".
Galileo Galilei.

Podría titular este artículo con las palabras de Neil Armstrong al descender sobre la Luna, pero me parece más apropiado usar el nombre de una de las obras del filósofo alemán Max Scheler para conmemorar los 40 años de la gran hazaña astronáutica.

 Por Ricardo Gabriel Godano

"Escribe tus aciertos en bronce y tus injurias en el aire".
Galileo Galilei.

Podría titular este artículo con las palabras de Neil Armstrong al descender sobre la Luna, pero me parece más apropiado usar el nombre de una de las obras del filósofo alemán Max Scheler para conmemorar los 40 años de la gran hazaña astronáutica.

Quienes miramos las estrellas y soñamos con otros mundos sabemos admirar el esfuerzo de la humanidad por recorrer el espacio. Aprendimos sobre el comienzo de la carrera espacial por parte de los soviéticos y la decisión del gobierno norteamericano de llevar al hombre a la Luna antes de finalizar la década de los sesenta.

También sabemos de los obstáculos a resolver a la hora de aventurarse en gran océano llamado espacio, del despegue fallido del Apollo I, del análisis del suelo lunar de las misiones posteriores, de las esperanzas de toda la humanidad con la exploración del sistema solar, entre otros conceptos.

Por tal motivo la llegada del hombre a la Luna no es solamente un acontecimiento astronáutico, sino es el resultado al esfuerzo, a la planificación, al trabajo en equipo, a la falta de egoísmos, al aceptar al otro; en otras palabras es la conmemoración de todo lo que nos hace distintos como especie.

Llegamos hasta nuestro satélite natural, pensamos en bases lunares y en el espacio, exploramos al planeta Marte, descubrimos de a poco los orígenes del universo, su composición, su morfología, porque en ese conocimiento nos encontramos con nuestra esencia.

 

Este año pronunciemos juntos, al brindar con nuestros amigos, los deseos y las buenas intenciones para lograr un mundo mejor para todos y no nos olvidemos que cuando muy pocos confiaban en la gran hazaña y todavía hoy siguen dudando, la humanidad dejaba su huella imborrable en el suelo selenita.

Según la historia, el 16 de junio de 1969, los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins despegaron en la misión Apollo XI rumbo a la Luna. Después de un largo viaje de cuatro días, descendieron sobre el suelo lunar, en una región conocida como el Mar de Tranquilidad. El comandante de la misión, Armstrong, se convirtió en el primer ser humano en pisar el suelo de nuestro satélite natural.

Ricardo Gabriel Godano, Profesor de Matemática e investigador de temas espaciales

Temas relacionados:

http://www.astroentrerios.com.ar/site/index.php?option=com_content&task=view&id=267&Itemid=70

 

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El efecto relámpago en la Gran Pirámide de Giza

Por Gustavo Blettler

Imágen de la RAF

El 21 de marzo (equinoccio de primavera en el hemisferio norte) de 1934 a las 18:00 horas, un avión de la Royal Air Force (RAF) británica, fotografió desde el aire las pirámides de Giza. La sorprendente fotografía mostraba claramente como la cara sur de la pirámide de Keops, (no así la de Kefrén, situada al lado) se dividía en dos triángulos menores, uno iluminado por el sol y el otro a oscuras. El efecto solo dura 5 minutos y desaparece en la oscuridad, por lo cual el egiptólogo André Pochan lo bautizó “Efecto Relámpago”.

Por Gustavo Blettler

Imágen de la RAF

El 21 de marzo (equinoccio de primavera en el hemisferio norte) de 1934 a las 18:00 horas, un avión de la Royal Air Force (RAF) británica, fotografió desde el aire las pirámides de Giza. La sorprendente fotografía mostraba claramente como la cara sur de la pirámide de Keops, (no así la de Kefrén, situada al lado) se dividía en dos triángulos menores, uno iluminado por el sol y el otro a oscuras. El efecto solo dura 5 minutos y desaparece en la oscuridad, por lo cual el egiptólogo André Pochan lo bautizó “Efecto Relámpago”.

Actualmente, se conoce con certeza que las caras triangulares de la Gran Pirámide, no son totalmente rectas; como es el caso de su vecina en la fotografía, la pirámide de Kefrén y las más de 80 pirámides conocidas.

 

Las 4 caras triangulares de la Gran Pirámide, presentan una ligera concavidad hacia dentro (conformando dos planos o semicaras de 27 minutos de arco respecto a la línea recta que debería seguir) invisible a simple vista. Esto confiere a la pirámide 8 caras, aunque visualmente solo podamos apreciar 4.

Esta particular conformación de la Gran Pirámide podría hacer que, en determinados momentos del año, en especial al amanecer y al atardecer de los días del equinoccio de primavera y de otoño, (21 de marzo y 21 septiembre). se produzca el “Efecto Relámpago” cuando el sol proyecta sus rayos de luz solo sobre la mitad de una cara.

LAS DUDAS.
Pero observando atentamente la fotografía que “confirmaría” el fenómeno astronómico, surgen algunas dudas. Veamos:
En los equinoccios de hemisferio norte, el sol sale al amanecer exactamente por el Este, circula en la esfera celeste aproximandose al sur en el mediodía y se pone exactamente por el Oeste. Por tanto, y como la alineación de la pirámide es de una cara a cada punto cardinal, al atardecer, solo se debería iluminar la cara oeste y sur  y en el ocaso solo la cara oeste. Y las sombras triangulares de las pirámides, deberían proyectarse en dirección norte –este y exactamente al este al ocultarse el sol.

Si observamos con detalle la fotografía, vemos que las sombras están claramente desfasadas del este y son bastante más cortas de lo esperado para un ocaso. Por tanto, la fotografía de la RAF, no pudo ser obtenida a la puesta del sol, como se afirma, sino bastante antes, durante el transcurso de la tarde.

Además, es visible que los rayos solares inciden no solo en la cara oeste, también lo hacen lateralmente en la cara Norte de las pirámides. Pero en los equinoccios la luz no puede iluminar la cara norte, solo la cara sur y oeste.

 

Por tanto, la fotografía tampoco pudo ser obtenida durante un equinoccio. Mucho más lógico es suponer que la fotografía se obtuvo después, y en una fecha tendiente al solsticio de verano, donde sí se iluminaría parcialmente la cara norte como se aprecia en la placa. 
  
Entonces podemos concluir que el momento más lógico para la fotografía (y el único que explicaría las caras oeste y norte iluminadas y la proyección de sombras sobre el desierto), sería un día del atardecer  (pero no al ocaso) cercano al solsticio de verano (pero no el equinoccio).

Otro aspecto a tener en cuenta es la casi total ausencia del revestimiento original de la Gran Pirámide. Y este detalle no es menor. Suponiendo que el “Efecto Relámpago” pudiese contemplarse durante la antigüedad, ¿como podría actualmente apreciarse tal sutileza, sin la superficie refractante de las losas de recubrimiento? El resultado sería similar a realizar una observación astronómica con un espejo de telescopio sin su baño metálico. 

Esta ausencia de bloques de revestimiento originales podría suplirse con el empleo de la película infrarroja, sensible al calor y capaz de reproducir fenómenos invisibles al ojo humano, pero no con película fotográfica común.

Es muy posible que la fotografía de la RAF este trucada y sea uno más de los muchos mitos y fraudes que apuntan a despertar la admiración de los más crédulos y llenar los bolsillos de los más inescrupulosos. Pero entonces, si las 8 caras de la Gran Pirámide efectivamente existen, ¿Qué explicación tendrían?

Es posible que esta conformación tan particular fuese solo estructural y aumentara la resistencia al deslizamiento de los bloques superiores de la construcción.

También se ha argumentado – aunque con escaso fundamento -, que este efecto sería consecuencia del desgaste central de la pirámide por el traslado de losas de la cubierta en la época de los saqueos. Esta hipótesis, no explicaría naturalmente porque este efecto solo aparece en la Gran Pirámide cuando en realidad la mayoría fueros saqueadas y despojadas de sus cubiertas.  

 

En todo el antiguo Egipto pueden encontrarse ejemplos prácticos que rebelan el conocimiento egipcio de los equinoccios y solsticios. Por ejemplo en el templo que Ramsés II contruyó en Abu Simbel, al amanecer de los equinoccios, los rayos del Sol atraviesan las salas del templo hasta iluminar el “Sancto Sanctórum”, el lugar de culto más importante del complejo religioso.