Si juzgamos nada más por su nombre, podría tratarse de una estrella más.
Pero no hay nada en el comportamiento de KIC 8462852 que se asemeje al del resto de sus pares.
Esta estrella, detectada por un programa de ciencia ciudadana que ayuda a filtrar la información enviada por el telescopio espacial Kepler, tiene la extraña costumbre de disminuir la intensidad de su brillo a intervalos irregulares.
Para hacernos una idea de la singularidad de esta ocurrencia, baste señalar que de las cerca de 150.000 estrellas que vigila el telescopio, ésta es la única que se comporta de este modo.