La nave OSIRIS-REx ha recogido muestras de su superficie, pero está perdiendo una pequeña porción.
Varias imágenes de la cabeza del brazo que se posó en el regolito de Bennu y recogió muestras para traerlas a la Tierra. Algunas piedras han impedido que se cierre y está perdiendo una parte de lo recogido – NASA
El miércoles de la semana pasada la sonda OSIRIS-REx contactó durante unos segundos con Bennu, un asteroide con forma de diamante de 492 metros de diámetro, situado a unos 334 millones de kilómetros de la Tierra. La nave, del tamaño de un minibús, desplegó un brazo robótico para remover las piedras y el polvo de la superficie y recogerlo en un receptáculo especial. El objetivo de la nave OSIRIS-REx era recoger entre 50 y 2.000 gramos de regolito para traerlos a la Tierra en 2023, y estudiar aquí su composición en gran profundidad, con la intención de aprender sobre los orígenes del agua y de la materia orgánica del sistema solar.
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