Los misterios de Júpiter que quiere develar Juno (y los obstáculos que debe superar para hacerlo)

_90194051_juno_getty

La sonda espacial Juno, construida como un tanque blindado, ya se encuentra en la órbita del planeta más grande del sistema solar: Júpiter.
Para lograrlo, los expertos de la NASA realizaron una riesgosa maniobra que tomó 35 minutos: frenar los motores de Juno hacia abajo, de manera que pueda ser aspirado en la órbita del planeta.
El más mínimo error podía poner fin a la misión de US$1.100 millones que fue lanzada al espacio el 5 de agosto de 2011.

_90290139_881379b7-05f1-4ec8-b6ac-a4aa52e5b99f

Pero no ocurrió ningún imprevisto y ahora Juno es la nave que más se ha acercado al planeta gigante y permanecerá en su órbita durante un año terrestre.
La misión ayudará a entender cómo se formó Júpiter. Esta información es esencial para saber cómo se formó nuestro sistema solar, la Tierra y los cimientos de la vida como la conocemos.
Aquí BBC Mundo te cuenta más detalles de este viaje.
Un salto a lo desconocido
Júpiter es calificada como una implacable bola de gas. Ha sido descrita por expertos de la NASA como «un monstruo que gira a tal velocidad que hace que su gravedad lance rocas gigantes, cometas, rayos cósmicos… hacia afuera».
En otras palabras, «cualquier cosa que se le acerque, puede convertirse en su arma», advirtió Scott Bolton, investigador principal de la misión Juno.
Esta es la razón por la que, según comentarios de astrónomos recogidos en el sitio de la NASA, lo que más temían los especialistas sobre esta misión era lo desconocido.
Este planeta guarda los secretos de cómo se forman el agua, el metano y elementos como el helio e hidrógeno.
La estrategia de esta misión es acercarse, tomar los datos y salir.
En busca de «problemas»

_90194057_juno_getty4

Para recoger la información que buscan los científicos, Juno tiene que acercarse a una atmósfera llena de obstáculos.
Mucho más abajo de las nubes jovianas hay una capa de hidrógeno con tal presión que actúa como un conductor eléctrico.
Científicos piensan que la combinación de este hidrógeno metálico con la rápida rotación de Júpiter -un día dura 10 horas- genera un poderoso campo magnético que rodea el planeta de electrones, protones e iones que viajan casi a la velocidad de la luz.

_90194059_juno_getty5

«Estamos buscando problemas», señaló Scott Bolton, investigador principal de Juno del Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio, Texas, Estados Unidos. «Es como adentrarse al tipo de vecindario donde puedes encontrar problemas con bastante rapidez».
100 millones de radiografías de dientes
Durante el tiempo que dure la misión, Juno será expuesto al equivalente de más de 100 millones de radiografías de dientes.
Se trata del encuentro con el ambiente más radioactivo de todo el sistema solar.
«Pero estamos listos», aseguró Rick Nybakken, jefe del proyecto de Juno del Laboratorio de Propulsión Jet de la Nasa, en Pasadena, California. «Diseñamos una órbita alrededor de Juno que minimiza su exposición al entorno de radiación tan fuerte».
En vez de volar alrededor del ecuador, Juno será la primera sonda que orbitará de polo a polo.
Las veces que estará más cerca del planeta será cuando pase por los polos, una oportunidad para observar las intensas auroras de este planeta y tomar mediciones de las partículas cargadas asociadas con este fenómeno.
34 cuatro vueltas para cubrirlo entero

_90194055_juno_getty3

La otra novedad sobre el tipo de órbita que seguirá Juno es que será de forma oval.
Esta trayectora le permitirá a la sonda situarse lo suficientemente cerca de Júpiter como para sentir toda la fuerza de su campo magnético, que según se estima, es hasta 24 veces más fuerte que el de la Tierra.
Pero al mismo tiempo, le permitirá alejarse lo suficiente como para llegar hasta la luna Calisto.
En total, se espera que la nave dé 34 vueltas alrededor de todo el globo en más o menos un año terrestre.
Encuentro cercano con una magnetósfera masiva

_90194060_juno_nasa

Júpiter es conocido por su magnetósfera masiva, que no es otra cosa que el resultado de la colisión entre el campo magnético del planeta y los vientos supersónicos solares.
Al estudiar la magnetósfera, los astrónomos podrán entender mejor cómo se genera el campo magnético de Júpiter. Los expertos esperan encontrar similitudes con el de la Tierra.
Para ello, Juno está equipado de dos magnetómetros, que ayudarán a los expertos a mapear su campo magnético con mucha precisión.
«La mejor forma de pensar en un magnetómetro es en un compás», explicó Jack Connerney, segundo investigador y jefe del equipo de magnetómetros del equipo de la NASA.
«Los compases graban la dirección de un campo magnético, pero los magnetómetros tienen la capacidad de llevar un registro tanto de la dirección como de la magnitud del campo magnético».
También esperan determinar si el planeta tiene un núcleo sólido, lo que nos dirá cómo se formó este gigante.
Pero para esto, tendremos que ver primero si Juno sigue sobreviviendo al gigante del sistema solar.

Fuente: BBC

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.