Por Mariano Andrés Peter
La gran colisión en el hemisferio norte de Marte
Siempre tuve un interés particular por los impactos de asteroides y cometas en la Tierra y en los demás planetas del sistema solar. Es un tema muy importante ya que al estudiar estas colisiones cósmicas podemos darnos una idea de lo que ocurriría con la civilización y con la vida en nuestro planeta si volviera a pasar en el presente.
Es por eso que me embarque en esta investigación para saber cuales fueron las colisiones más poderosas que se han producido en el sistema solar desde su formación hasta nuestros días. A continuación vamos a analizar las evidencias de tales catástrofes que aún hoy podemos encontrar en los planetas y satélites de nuestro vecindario cósmico.
Urano con uno de sus polos apuntando hacia el Sol
Venus y Urano, los dos planetas retrógrados: Son mundos muy distintos. Venus tiene una superficie sólida, un tamaño similar al de la Tierra y una temperatura superficial de 480º C.
Urano por el contrario es un gigante de gas ochenta veces más grande que la Tierra y muy frío debido a la enorme distancia que lo separa del Sol.
Pero ambos planetas tienen algo en común, son los únicos dos que tienen una rotación retrógrada y una inclinación de su eje absolutamente desmedida.
Giran sobre sus ejes (de derecha a izquierda), siendo distinta a la del resto de los planetas de nuestro sistema solar los cuales, en su mayoría, son como el Sol y giran de izquierda a derecha (en sentido directo o prógrado). La rotación retrógrada sugiere que hace mucho tiempo Venus y Urano fueron impactados por otros cuerpos en los primeros tiempos del sistema solar. Dichas colisiones provocaron además las exageradas inclinaciones de sus ejes, de 98 grados en Urano y de 177 grados en Venus respecto al eje del plano de la eclíptica. La eclíptica es el disco imaginario que hay alrededor del Sol, y sobre el cuál giran los planetas, pero algunos lo hacen con más desfase que otros. La Tierra, por ejemplo, tiene unos 23 grados de diferencia y es lo que causa en nuestro planeta las estaciones como la primavera o el otoño.
Venus, el gemelo de la Tierra
Sin embargo, Venus tiene el record de inclinación, ya que con sus 177 grados, está literalmente patas arriba, lo que sugiere que fue chocado por un planetoide cuando se encontraba en plena fase de formación desajustado el eje rotatorio. Aunque no se ha hallado ningún cráter o marca de impacto, la evidencia es muy convincente.
Lo mismo podemos decir de Urano, el cual pudo recibir un impacto directo de un cuerpo del tamaño de la Tierra durante su formación y que provoco su característica inclinación de 98 grados. Esto quiere decir que el planeta gira como una rueda y no como un trompo. Por lo tanto uno de sus polos apunta hacia el Sol durante 42 años y luego cambia siendo el otro polo el que queda alineado con el Sol por otros 42 años. Si eso ocurriera en la Tierra, sería el Ártico canadiense el que recibiría de lleno la luz solar en vez del ecuador.