El viaje del hombre a Marte se complica por el aumento de rayos cósmicos

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Un equipo de científicos de la Universidad de New Hampshire ha estudiado el «extraño comportamiento» reciente del Sol, que ha provocado un aumento de la radiación en el espacio profundo. Para los expertos, si esto ya era un problema a superar de cara las futuras misiones tripuladas, ahora estos proyectos podrían estar áun más lejos.

En su artículo, el autor principal, Nathan Schwadron, apunta que existe una falta de actividad solar muy anormal y prolongada. Como consecuencias, el viento solar está exhibiendo densidades extremadamente bajas, así como las intensidades de campo magnético, lo que hace que los niveles de radiación peligrosos impregnen el ambiente espacial.

«El comportamiento del Sol ha cambiado recientemente y ahora está en un estado que no se había observado desde hace casi 100 años», ha apuntado Schwadron. En este sentido, ha explicado que en la mayor parte de la era espacial, la actividad solar ha mostrado que el astro cumple un ciclo de 11 años. De ellos, entre seis y ocho años son de pausa en su actividad –lo que se conoce como mínimo solar–, mientras que los dos a tres años siguientes son más activos.
«Sin embargo, a partir de alrededor de 2006, se observó un mínimo solar más largo y una actividad más débil, probablemente la más baja que se haya detectado en la era espacial», ha señalado el científico.

Estas condiciones provocan mayores intensidades de los rayos cósmicos galácticos y el empeoramiento de los riesgos de radiación que potencialmente amenazan a futuras misiones de astronautas en el espacio profundo. «Mientras estas condiciones no son necesariamente peligrosas para misiones a la Luna o un asteroide, si que son un factor significativo en relación a la duración de la misión», ha reconocido Schwadron.

Además, los datos proporcionan información crítica sobre los peligros de la radiación a la que se enfrentarían los astronautas en misiones de larga duración al espacio lejano, como en un viaje a Marte.
UN RETO IMPORTANTE

La radiación ionizante de los rayos cósmicos galácticos y las partículas energéticas solares sigue siendo «un reto importante» para misiones de larga duración con tripulación al espacio lejano, según han indicado los expertos.

Los seres humanos se enfrentan a una variedad de consecuencias que van desde efectos agudos (enfermedad por radiación) a los efectos a largo plazo, incluyendo la inducción de cáncer y daños en los órganos, incluyendo el corazón y el cerebro.

Los altos niveles de radiación vistos durante el pasado ciclo mínimo solar limita los días permitidos para los astronautas, incluso tras el blindaje que proporcionaría una nave espacial. Dada la tendencia de reducción de la radiación solar, los días permitidos en el espacio de los astronautas está disminuyendo y se estima que será un 20 por ciento menor en el próximo ciclo solar.

Fuente: Europa Press

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