El ‘truco’ consiste en manipular los pulsos de luz láser mientras viajan a través de un plasma, cambiando su longitud de onda.
Si hay algo que los científicos tienen absolutamente claro es que la velocidad de la luz es un límite que no se puede superar. Sin embargo, un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en California ha conseguido manipular pulsos de luz láser con un plasma, cambiando su longitud de onda y consiguiendo que esos pulsos viajaran a más de 300.000 km por segundo.