Artículo escrito por Josep Trigo
La Tierra atravesará ese día varias cortinas de polvo del cometa 209P/LINEAR
Seguramente habrán podido observar alguna vez una estrella fugaz contemplando el cielo nocturno.
Ese fenómeno luminoso que ocurre cada pocos minutos es conocido técnicamente como meteoro o bien, si supera la luminosidad del planeta Venus, como bólido o bola de fuego. Bien mirado un meteoro es un recordatorio de que el espacio interplanetario no está, ni mucho menos, vacío. Contiene diminutas partículas que son el resultado de la erosión progresiva de los cuerpos que forman el Sistema Solar. Así tanto los asteroides como los cometas o los mismos planetas son fuentes de esas partículas que surcan el espacio interplanetario y que técnicamente se las conoce como meteoroides. La Unión Astronómica Internacional (UAI) definió un meteoroide como un objetos sólido de un tamaño muy superior a un átomo y cuyo diámetro máximo se fija en 10 metros. Por encima de ese diámetro hablaríamos de asteroides o cometas, dependiendo a su vez de si son rocosos o contienen hielos.
Los meteoros son fenómenos comunes pues desde el campo podemos ver varios a lo largo de una hora en condiciones de buena oscuridad. Sin embargo, las tormentas meteóricas son fenómenos celestes mucho más esquivos y requieren un encuentro geométrico perfecto entre la trayectoria de la Tierra y las cortinas de polvo que dejan los cometas (Fig. 1). Una tormenta de este tipo viene definida cuando un observador en condiciones ideales puede observar del orden de 1.000 meteoros en una hora. Quizás se pregunten cómo puede producirse algo así. La explicación radica en que los cometas están formados por una mezcla de granos minerales refractarios, materia orgánica y compuestos volátiles en forma de hielo. Cuanto más se acercan al Sol mayor es la sublimación de esos volátiles que, al ser expulsados al espacio, impulsarán las pequeñas partículas sólidas en órbita solar. Durante sus pasos próximos al Sol (conocidos como perihelios) los cometas suelen desprender miles de toneladas de materiales cada segundo y, por tanto, producen auténticos enjambres de partículas cuyas órbitas son parecidas a la de su cometa. Los meteoroides contenidos en tales husos o aglomeraciones, conocidas como cortinas de polvo (en inglés: dust trails) producen las tormentas meteóricas que acontecen sobre la Tierra pocas veces en un siglo.
Figura 1. Un enjambre meteórico producido por las continuas revoluciones al Sol de un cometa. El cometa va impulsando nuevas partículas cuanto aumenta su sublimación en cada paso por el perihelio. El cometa 209P/LINEAR completa una órbita alrededor del Sol en algo más de cinco años (J.Dergham y J.M. Trigo/CSIC-IEEC)
Las tormentas meteóricas son espectáculos celestes bastante breves pues la Tierra atraviesa en pocas horas esos husos densos. Podríamos pensar que su periodicidad vendría dada por el propio periodo orbital de los meteoroides pero en la práctica la estrechez de esos husos de partículas y la rápida evolución orbital de esas partículas (sometidas a perturbaciones gravitatorias con los planetas) hace que las condiciones de encuentro con la Tierra varíen y puedan no repetirse en décadas o siglos. De hecho los meteoroides que forman esos husos de partículas, emitidos en un determinado paso por el perihelio de su cometa, se mantienen juntos por plazos relativamente breves, completando unas pocas revoluciones al Sol. En pocos siglos las diferencias en la dirección y velocidad de eyección de cada partícula y las perturbaciones planetarias hacen que sean redistribuidas alrededor del Sol para producir las lluvias de meteoros de periodicidad anual.
El próximo amanecer del día 24 de mayo tendremos una oportunidad única de asistir a un encuentro con varias cortinas de polvo del cometa 209P/LINEAR. Tal y como predijo el finlandés Esko Lyytinen hace casi una década la Tierra interceptará varias regiones posiblemente plagadas de diminutos fragmentos de ese cometa periódico (Jenniskens, 2006). De acuerdo a los cálculos de Lyytinen los meteoroides del cometa 209P/LINEAR incidirán sobre la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 20 km/s, es decir, a unos 72.000 km/hora (Jenniskens, 2006). Al penetrar a esas velocidades en la atmósfera terrestre la superficie del meteoroide queda expuesta a continuas colisiones con lo que las partículas se calientan superficialmente hasta que sus materiales se funden, fragmentan y evaporan durante la llamada ablación y dando lugar entonces al meteoro o estrella fugaz en sí misma. Dada la geometría del encuentro entre las cortinas de ese cometa y la Tierra los meteoros parecerán proceder de un radiante situado en la constelación de la Jirafa (A.R.: 122º y Dec.:+79º), aproximadamente a unos 10º por debajo de la estrella Polar. Una integración orbital de un modelo que considera las partículas desprendidas en los pasos por el perihelio del cometa 209P/LINEAR permite reconstruir la posición en que esos husos de partículas cruzan la órbita terrestre (Vaubaillon et al., 2005). Fijémonos en algo bastante inusual: prácticamente todas las cortinas de meteoroides producidas por los pasos por el perihelio del cometa entre 1803 y 1924 cruzan la órbita terrestre como se aprecia en la siguiente figura.
Figura 2. Proyección en el plano de la eclíptica de los nodos de las cortinas de polvo del cometa 209P/LINEAR indicando en color amarillo la trayectoria de la Tierra. El mayor encuentro de partículas tendrá lugar entre las 6 y 8h TUC del 24 de mayo de 2014 (J. Vaubaillon/IMCCE)
Sin embargo, la cita con los restos del cometa 209P/LINEAR no es favorable para Europa pues el encuentro acontece unas dos horas más tarde de la salida del Sol. Aún así es posible desde España comenzar a ver meteoros antes del alba y desde la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos y la Liga Iberoméricana de Astronomía se hace un llamamiento a los aficionados a seguir este acontecimiento celeste con cámaras fotográficas y de vídeo. Para registrar la actividad meteórica se recomienda realizar exposiciones prolongadas mediante cámaras dotadas de grandes angulares, apuntando a media altura y en dirección Este u Oeste. En España los aficionados deberían apuntar los tiempos de exposición de esas fotografías para poder hacer un seguimiento coordinado en cooperación con la treintena de estaciones de la Red SPMN. Los aficionados pueden solicitar por correo electrónico las coordenadas dónde apuntar sus cámaras a fin de triangular adecuadamente con los campos atmosféricos cubiertos por las demás estaciones. Las condiciones idóneas se darán en América del Norte pues el máximo de actividad meteórica se prevé entre las 06 y las 08h TUC del 24 de mayo (dos horas más en hora local peninsular). Desde Argentina se estima que se podrán observar a los meteoros emergiendo del horizonte norte (ya que el radiante se ubicará unos grados por debajo de dicho horizonte), el cual debe estar despejado de árboles y edificios que puedan obstruir la visual. En cuanto al horario de observación, será entre las 03:00 y las 05:00 de la madrugada.
Un estudio reciente indica que el cometa está bastante desgastado pero debe generar meteoroides bastante grandes (Ye y Wiegert, 2014). Por ello, no se puede descartar que alrededor de ese intervalo horario algunos bólidos pudieran dejarse ver sobre Europa en pleno día. Incluso, en Hispanoamérica, de ser interceptados grandes meteoroides, podrían contemplarse extraordinarios bólidos rozadores. ¡Ojalá podamos todos/as disfrutar de un gran espectáculo!
BIBLIOGRAFÍA
Jenniskens P. (2006) Meteor showers and their Parent Comets. Cambridge University Press, Cambridge, EUA.
Vaubaillon J. et al. (2005) A new method to predict meteor showers. I. Description of the model, Astronomy & Astrophysics 439, 751-760.
Ye Q. y Wiegert P.A. (2014) Will comet 209P/LINEAR generate the next meteor storm?. Mon. Not. Royal Astron. Soc. 437, 3283-3287.
Fuente: http://materiainterplanetarialiada.wordpress.com/2014/05/08/una-tormenta-meteorica-este-24-de-mayo/
Fuente Original: http://www.investigacionyciencia.es/blogs/astronomia/45/posts/una-tormenta-meterica-el-prximo-24-de-mayo-12078
Josep Trigo es licenciado en Física Fundamental y doctorado en Astrofísica por la Universidad de Valencia. Científico titular del Instituto de Ciencias del Espacio-CSIC (www.ice.cat) e investigador del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (www.ieec.cat). Actualmente es el I.P. del grupo de meteoritos, cuerpos menores y ciencias planetarias del ICE.
hola los queria saludar y agradecer la pagina, y de paso preguntarles si es posible ver este cometa 209P/LINEAR en el obvservatorio.
Hola Cristian. Muchas gracias por tu mensaje. Con buenas condiciones atmosféricas y sin Luna podemos captar cometas hasta de magnitud 14. Desconozco por donde anda este cometa y con que magnitud. Se lo tendría que preguntar a alguno de mis compañeros que hacen seguimiento de cometas. Saludos y buenos cielos.
Quisiera saber si podremos verla en Paraná y, en ese caso, a qué hora sería y en que sector del cielo debería mirarse. P.D.: Los felicito por tanta y tan buena información que nos proporcionan a quienes como yo les interesa temas de astronomía
Hola Hugo, muchas gracias. Te comento que desde esta latitud no tendremos una buena visual del fenómeno. Esta tormenta de meteoros tendrá su radiante en la constelación Camaleopardalis que se ubica en la zona circunpolar del hemisferio norte. Se ve muy baja en el horizonte norte y por lo tanto será muy dificil que se pueda ver algún meteoro. Es una pena. Te mando un abrazo. Muchas gracias y cielos despejados.