Una nave espacial no tripulada de las Fuerzas Aéreas de EE. UU. continúa su misión en la órbita terrestre más de lo previsto y por un periodo indefinido. Mientras algunos especialistas discuten sobre supuestos objetivos secretos e inconfesables, la causa de la prolongación de este viaje puede ser mucho más prosaica.
El avión espacial no tripulado X-37B OTV-2 se lanzó en marzo de 2011 desde cabo Cañaveral en el marco de un programa supuestamente científico para probar nuevas tecnologías de vuelo espacial durante su estancia en órbita y su reingreso a la atmósfera. La aeronave iba a volver a la Tierra en diciembre de 2011, pero aún continúa en órbita.
Se sabe que el aparato, construido por Boeing, mide 8,8 metros de largo y 4,5 metros de ancho y que puede utilizar como fuerza motriz la energía solar. Es la segunda aeronave del programa y se planeaba también el lanzamiento de una tercera X-37B para finales de 2012.
Desde el principio los especialistas que no participan en el programa daban diferentes versiones de lo que podría hacer el avión espacial mientras da vueltas alrededor del planeta a alturas de entre 200 y 750 kilómetros de la superficie.

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