Durante años, los investigadores han debatido sobre la
posibilidad de que Encelado, una pequeña luna que flota en las afueras
de los anillos de Saturno, albergue un vasto océano subterráneo. ¿Es una
una con agua líquida, o no? En la actualidad, nuevas evidencias parecen
inclinar la balanza hacia el sí. No sólo es muy posible que Encelado
posea un océano, sino que dicho océano probablemente contenga burbujas
como una bebida gaseosa y podría ser atractivo para la vida microbiana.
Durante años, los investigadores han debatido sobre la
posibilidad de que Encelado, una pequeña luna que flota en las afueras
de los anillos de Saturno, albergue un vasto océano subterráneo. ¿Es una
una con agua líquida, o no? En la actualidad, nuevas evidencias parecen
inclinar la balanza hacia el sí. No sólo es muy posible que Encelado
posea un océano, sino que dicho océano probablemente contenga burbujas
como una bebida gaseosa y podría ser atractivo para la vida microbiana.
La historia comenzó en el año 2005, cuando la sonda Cassini, de la NASA,
llevó a cabo un sobrevuelo cerca de Encelado.
"Los geofísicos esperaban que este pequeño mundo fuera solamente un
trozo de hielo frío, inerte y poco interesante", dice Dennis Matson, del
Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, en idioma
inglés), de la NASA. "¡Pero vaya si nos llevamos una sorpresa!"
Fizzy Ocean (jets, 550px) <http://apod.nasa.gov//apod/ap091124.html>
/Una fotografía, obtenida por la sonda Cassini, de un conjunto de
chorros de vapor y hielo
que emergen de fisuras en Encelado./ [Más información
<http://apod.nasa.gov//apod/ap091124.html>]
Cassini descubrió que la pequeña luna estaba muy activa, emitía penachos
de vapor de agua, partículas de hielo y compuestos orgánicos a través de
fisuras (conocidas como "rayas de tigre") en su caparazón congelado.
Mimas, una luna cercana y de tamaño similar, estaba tan muerta como
esperaban los científicos; pero Encelado, en cambio, estaba precozmente
activa.
Muchos investigadores consideraron que los chorros gélidos eran una
prueba de la existencia de un enorme depósito subterráneo de agua.
Bolsas de agua cercanas a la superficie, con temperaturas de alrededor
de 0^o C (32^o F), podrían explicar los penachos acuosos. Pero había
problemas en esta teoría. Para empezar, ¿dónde estaba la sal?
En sobrevuelos iniciales, los instrumentos de Cassini detectaron
carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y diversos hidrocarburos en los
gases de los penachos. Pero no hallaron ninguno de los elementos de la
sal que el agua de un océano debía contener.
Fizzy Ocean (tiger stripes, 200px) <http://apod.nasa.gov/apod/ap090628.html>
/"Rayas de tigre" en Encelado./ [Más información
<http://apod.nasa.gov/apod/ap090628.html>]
En 2009, el analizador de polvo cósmico de la sonda Cassini encontró por
fin la desaparecida sal —en el lugar menos esperado.
"No estaba en los gases de los penachos, donde la habíamos estado
buscando", relata Matson. "En cambio, las sales de sodio y potasio, así
como los carbonatos, se encontraban todos atrapados en las partículas de
hielo de los penachos.* Y la fuente de estas sustancias tiene que ser un
océano. Las sustancias que se disuelven en el agua de un océano son
similares a las que contienen estos granos".
Las más recientes observaciones de la sonda Cassini mostraron otro
intrigante descubrimiento: las mediciones térmicas revelaron que las
fisuras tenían temperaturas de hasta -84^o C (-120 ^o F, o 190 Kelvin).
"¡Este descubrimento vuelve a poner nuestros relojes en cero!", dice
Matson. "Temperaturas tan altas como estas tienen que tener un origen
volcánico". El calor debe de fluir desde el interior y debe de ser
suficiente como para derretir algo del hielo subterráneo, creando de
este modo canales acuáticos debajo de la superficie.
Este hallazgo ha llevado a los científicos a preguntarse cómo es que el
contenido de un océano, sellado por una corteza de hielo de decenas de
kilómetros de espesor, logra alcanzar la superficie.
"¿Alguna vez ha terminado bañado al destapar una lata de una bebida
gaseosa?", pregunta Matson.
El modelo que él y sus colegas proponen sugiere que gases disueltos en
el agua profunda debajo de la superficie forman burbujas. Dado que la
densidad de esta "agua con gas" es menor que la del hielo, el líquido
asciende rápidamente a través del hielo y hasta la superficie.**
"La mayor parte del agua se esparce hacia los lados y 'entibia' una
delgada capa de hielo de unos 91 metros (300 pies) de espesor", explica
Matson. "Pero una parte de ella se recolecta en cámaras a baja
profundidad, incrementa su presión y súbitamente estalla a través de
pequeños agujeros en el suelo, como la bebida gaseosa de la lata que
usted abrió. Conforme el resto del agua se enfría, se filtra hacia abajo
para reabastecer el océano y comenzar de nuevo todo el proceso".
Fizzy Ocean (fissure, 550px) <http://apod.nasa.gov//apod/ap081105.html>
/Vista de cerca de una raya de tigre en Encelado, obtenida por la sonda
Cassini en 2008.
¿Acaso yace un océano gaseoso debajo de la superficie?/ [Más información
<http://apod.nasa.gov//apod/ap081105.html>]
Pero otro misterio continúa sin resolverse: "¿De dónde proviene el calor
en este pequeño cuerpo celeste?", se pregunta Larry Esposito, de la
Universidad de Colorado. "Creemos que el calor por la fuerza de las
mareas puede estar contribuyendo".
Las poderosas mareas creadas por Saturno hacen que la forma de Encelado
varíe levemente conforme gira en torno a él. Estos movimientos de
flexión en el interior de la luna generan calor; como el calor que se
siente cuando usted dobla rápidamente hacia delante y hacia atrás un
clip para papel. En este modelo, la fricción interna es la fuente de
energía que genera una actividad volcánica, la cual calienta y derrite
el hielo.
"Ahora tenemos claro que, sin importar lo que produzca el calor,
Encelado cumple con muchos de los requisitos para la vida", dice
Esposito. "Sabemos que tiene un océano líquido y una fuente de energía.
Y, además de todo eso, sabemos que hay organismos en la Tierra que
sobreviven en condiciones semejantes".
Nadie sabe con seguridad qué es lo que está sucediendo debajo de todo
ese hielo, pero pareciera que esta pequeña luna tiene un historia muy
interesante para contarnos: chorros en erupción, un océano subterráneo,
la posibilidad de albergar vida.
¡Y nosotros que pensábamos que era un lugar aburrido!
Fuente: http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/26jan_fizzyocean/