Se han captado señales procedentes de la sonda IMAGE, desaparecida en 2005. La red de antenas del espacio profundo tratará de contactar con él este fin de semana.
El astrónomo aficionado Scott Tilley estaba barriendo el cielo en busca de señales de radio procedentes de satélites espía. Quería encontrar huellas de Zuma, la misión secreta perdida en misteriosas circunstancias recientemente, pero en su lugar encontró algo quizás tan llamativo como aquello. Se trataba de un satélite catalogado como «2000-017A» al que se daba por muerto desde el año 2005. Este es más conocido como «IMAGE», y es una sonda de la NASA lanzado en 2000 para estudiar el campo magnético terrestre y que costó 150 millones de dólares. Según averiguó Tilley, el satélite supuestamente muerto sigue enviando información a la Tierra actualmente.
Tal como ha informado Sciencemag.org, el hallazgo de Tilley, que él ha publicado en su blog personal, ha llegado ya hasta los oídos de la NASA. Allí, una de las antiguas integrantes del equipo científico de IMAGE, Patricia Reiff, investigadora en la Universidad Rice, en Houston, Texas (EE.UU.), se ha mostrado sorprendida por la suerte que han tenido. Las señales indican, incluso, que algunos de los seis instrumentos del satélite podrían seguir funcionando.
La noticia ha hecho que el personal de la NASA antes implicado en IMAGE (que significa «Imager for Magnetopause-to-Aurora Global Exploration») haya pasado un par de días rebuscando en viejos informes y programas. Además, el próximo fin de semana la NASA tratará de contactar con la sonda con su red de radioantenas del espacio profundo, (la «Deep Space Network»). En la búsqueda participarán también científicos del JPL (Johns Hopkins Applied Physics Laboratory) y de la Universidad de California, en Berkeley. «El equipo está conteniendo la respiración esperando que haya algún intercambio de información real entre IMAGE y la superficie», ha dicho Reiff.
¿Por qué tanta expectación? Lo cierto es que antes de la pérdida de IMAGE en 2005, la misión se consideró como un éxito. La sonda, de cerca de 500 kilogrmaos de peso, captó mucha información sobre el fenómeno del choque de partículas cargadas procedentes del Sol con la magnetosfera (el campo magnético terrestre que protege a la Tierra de la estrella). Además, IMAGE detectó la generación de partículas neutrales a causa de este choque en la magnetosfera inferior. Después de todo esto, se activó una segunda etapa del viaje de IMAGE, la misión extendida, pero su señal se perdió en diciembre de 2005.
Meteorología espacial
Sin embargo, si IMAGE siguiera funcionando, según Reiff sería una fuente incomparable para observar en tiempo real la meteorología espacial, ese conjunto de fenómemnos causados en las proximidades de la Tierra por efecto de la radiación y viento solares. También cree que permitiría comprender la respuesta global de la magnestosfera a las tormentas solares. Este tipo de fenómenos tienen mucha importancia, porque pueden dañar los satélites, naves espaciales o incluso instalaciones en superficie.
En su momento se concluyó que se había perdido contacto con el satélite a causa de un fallo en el suministro energético del transpondedor, cuya función era esencial para localizar al satélite. También se cree que en varias ocasiones la Tierra ha eclipsado los paneles solares de IMAGE, la última vez, el año pasado, lo que puede haber gastado las baterías y después haber permitido el reinicio de los sistemas. Sea como sea, si IMAGE está realmente vivo, la NASA espera orientarlo para observar las auroras boreales.
Fuente: ABC