Tunguska, un misterio de cien años

Por Mariano Andrés Peter 

 

La misteriosa explosión dejo unas dos mil hectáreas de bosque arrasado

"Hay más cosas entre el cielo y la tierra de las que sueña vuestra filosofía" William Shakespeare. 

El 30 de Junio de 1908, en una región remota de Siberia cercana al río Tunguska, se produjo una explosión tremenda que arrasó miles de hectáreas de Taiga (bosque siberiano) y que aún hoy, cien años después, se pueden apreciar las devastadoras consecuencias de aquel misterioso incidente en el que oficialmente, solo una persona perdió la vida.

Por Mariano Andrés Peter 

 

La misteriosa explosión dejo unas dos mil hectáreas de bosque arrasado

"Hay más cosas entre el cielo y la tierra de las que sueña vuestra filosofía" William Shakespeare. 

El 30 de Junio de 1908, en una región remota de Siberia cercana al río Tunguska, se produjo una explosión tremenda que arrasó miles de hectáreas de Taiga (bosque siberiano) y que aún hoy, cien años después, se pueden apreciar las devastadoras consecuencias de aquel misterioso incidente en el que oficialmente, solo una persona perdió la vida.

  

Ubicación geográfica de la zona de la explosión

Testigos oculares hablaron de un objeto enorme, más brillante que el Sol, que se desplazaba a una gran velocidad y que produjo un sonido ensordecedor al estallar. Con la luz de la explosión se podía leer de noche en Londres, a más de 10.000 km de distancia. Sismógrafos de toda Rusia y de Europa occidental registraron el cimbronazo de la explosión que se calculó en unos cuarenta megatones, equivalente a una bomba de hidrógeno súper poderosa y miles de veces más que las bombas atómicas que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial, (para algunos científicos la explosión fue de tan solo cuatro o cinco megatones). Lo curioso es que este objeto parece haber estallado en el aire, ya que no se encontró ningún cráter de impacto y además, los troncos de los árboles que se encontraban justo debajo de la explosión, permanecieron de pie mientras que los que se ubicaban más lejos fueron derribados en forma radial. 
 

 

Árboles derribados por la explosión

La primera explicación que se nos puede ocurrir es que se trato de un meteoro, un bólido de gran tamaño desprendido de algún asteroide o cometa que, si hubiese demorado 4 horas y 47 minutos, habría estallado sobre San Petersburgo causando cientos de miles de muertos, según especulan algunos científicos. Pero esta hipótesis deja sin contestar una serie de preguntas que surgen. Según los datos que se pudieron recopilar varios años después, el objeto en cuestión tenía un tamaño aproximado al de una cancha de fútbol, (aunque para algunos científicos el objeto habría tenido un diámetro de 40 m). Siendo así, ¿cómo puede ser que no halla formado un cráter de impacto?. Se propuso como explicación que se trató de un fragmento de cometa y que al estar constituido de hielos (de agua, amoníaco, metano, etc.), se desintegro antes de impactar contra el suelo. Pero hay un problema con esta teoría, un fragmento cometario, por más que esté constituido de hielo, se desplaza a 100.000 o 200.000 km/h y a esa velocidad tardaría como máximo cuatro o cinco segundos en llegar a tierra y de ninguna manera podría desintegrarse en la atmósfera. Sería demasiado grande y la atmósfera no alcanzaría a destruirlo. Tendría que existir un cráter bastante grande.

  

El lago Cheko, supuesto cráyer de impacto

Recientemente se propuso la hipótesis de que dicho cráter seria el lago Cheko, que se encuentra cerca del epicentro de la explosión, a unos 8 km de distancia. El cráter, con el tiempo, se habría llenado de agua formando este lago. Pero hay evidencias contundentes (como la posición de los troncos) que indican que el objeto estalló en el aire y no llego a tocar el suelo.
Otro problema para la teoría del bólido es que, según algunos investigadores, se detecto radiación en el lugar y al analizar los anillos de crecimiento en los troncos de árboles que no fueron derribados, se descubrió un crecimiento desproporcionado, una mal formación genética. Además, la vegetación nunca se recupero en la zona afectada después de 100 años, cuando sabemos por numerosos ejemplos de incendios, erupciones volcánicas, tsunamis, etc. que la flora arrasada en muy poco tiempo se regenera para cubrir de verde nuevamente la región afectada.

  

Cien años después, la vegetación no se ha recuperado en la zona cero

Podría decirse que no hubo diferencia  con una explosión nuclear a gran escala.
Pero hay otras explicaciones. Se dijo que pudo tratarse de un pedazo de antimateria que estalló en la atmósfera, pero de haber sido así, no hubiera quedado radiación (si es que efectivamente existe) y tampoco se hubieran producido tormentas geomagnéticas como ocurrió. Además no hay forma de que la antimateria se forme en la atmósfera.
También se culpo del incidente al genial ingeniero en electrónica Nicolás Tesla. Se dijo que pudo tratarse de un arma futurística que había inventado (el rayo de la muerte), pero hasta donde se sabe, Tesla nunca llegó a construir un arma de este tipo, aunque sí lo había pensado.

Crecimiento anómalo en los anillos de los árboles de la zona luego de 1908

Se dijo también que los rusos habían realizado una prueba nuclear, pero en 1908 eso era absolutamente imposible.
Por último se mencionó la posibilidad de que una nave espacial extraterrestre con combustible nuclear habría tenido un desperfecto que la llevó a explotar en el aire. Está hipótesis cobro fuerza debido a que algunos supuestos testigos afirmaron que el objeto en cuestión cambió de curso antes de hacer explosión y que tenía una apariencia alargada, como un cigarro encendido. He aquí uno de esos relatos: 

 "Yo tenía siete u ocho años en ese momento y lo vi con mi padre, en una pequeña villa cerca de las vías del tren y nunca olvidaré que parecía como una larga chimenea con una cola de fuego. Recuerdo que le dije a todos lo que había visto: de repente bajó pero luego se inclinó un poco y después estuve segura de que había cambiado de posición. Desapareció detrás de un cordón montañoso, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, me pareció que el mundo se iba a terminar, hubo una luz que llenó todo el cielo, me cubrí los ojos y pude ver los huesos de mis manos".
Es este el relato de Svetlana Polonova, uno de los últimos testigos de la misteriosa explosión del meteorito del Tunguska.

 

Representación del objeto atravesando la atmósfera

Pero no hay forma de verificar estos dichos, ni tampoco ha quedado evidencia disponible. Lo único que se pudo recuperar fueron unas pequeñas muestras de metal que, según se supo, fueron llevadas a algún laboratorio de la Unión Soviética varios años más tarde.
La explicación oficial del Gobierno Soviético (y la que consideran correcta la mayoría de los científicos) es que se trato de un bólido gigante. Cien años después, el enigma continúa.

Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA

Temas relacionados:

http://www.astroentrerios.com.ar/site/index.php?option=com_content&task=view&id=230&Itemid=70

http://www.astroentrerios.com.ar/site/index.php?option=com_content&task=view&id=57&Itemid=70

 

 

http://www.astroentrerios.com.ar/site/index.php?option=com_content&task=view&id=112&Itemid= 

http://www.astroentrerios.com.ar/site/index.php?option=com_content&task=view&id=58&Itemid=70 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.