El descubrimiento podría ser una prueba tangible de la existencia en el Universo de una gigantesca estructura cósmica a gran escala.
Un equipo de astrónomos del Instituto Coreano de Astronomía y Ciencias Espaciales acaba de descubrir un intrigante vínculo entre galaxias: sus movimientos se sincronizan incluso si están separadas por grandes distancias. Lo cual, según los investigadores, podría constituir una prueba física de la existencia de una gigantesca estructura que abarca todo el Universo, la «telaraña cósmica».
En un estudio recién publicado en The Astrophysical Journal, Joon Hyeop Lee y sus colegas midieron la rotación de 445 galaxias a una distancia máxima de 400 millones de años luz de la Tierra. Y hallaron que sus movimientos rotatorios estaban, en todos los casos, vinculados a los movimientos de decenas de miles de galaxias vecinas.
«Descubrimos -explica Lee- que la dirección de rotación de esas galaxias era coherente con el movimiento de sus vecinas». En otras palabras, la rotación de las galaxias estudiadas parece coincidir con la dirección del movimiento de todas las que se encuentran a su alrededor. Por ejemplo, si una galaxia concreta está girando hacia nosotros, sus vecinas también estarán haciendo lo mismo. Si se está alejando, también las demás lo harán.
El sorprendente vínculo, además, no puede explicarse por la interacción gravitatoria directa entre las diferentes galaxias, ya que éstas se encuentran hasta a 20 millones de años luz de distancia la una de la otra, demasiado lejos como para que eso ocurra.
El equipo de investigadores sugiere que esa influencia constituye una prueba de la existencia de una estructura a gran escala, una inmensa red cósmica cuyos filamentos impregnan todo el Universo. Por eso, las galaxias que muestran movimientos similares podrían estar dentro de alguno de esos filamentos, lo que haría que sus rotaciones se sincronizaran.
La imagen de un fragmento
Por supuesto, la idea de una «telaraña cósmica» no es nueva para los astrónomos. Hace apenas algunas semanas, por ejemplo, un equipo de científicos de la Universidad de California mostraba, por primera vez, la imagen de un fragmento de uno de esos filamentos, extendiéndose como una tenue neblina de hidrógeno entre galaxias distantes. Allí donde los filamentos se cruzan y la densidad de materia es mayor es, precisamente, donde las galaxias se forman.
Pero el trabajo de Lee y sus colaboradores ha mostrado que los efectos de esta «telaraña» pueden sentirse a una escala mucho mayor. Si las mediciones hechas por los investigadores son correctas, significaría que a esas distancias la conexión tiene que ver, por fuerza, con la dinámica de esa estructura a gran escala.
Sin embargo, y a pesar de su indudable atractivo, las conclusiones del trabajo no son concluyentes, ya que la sincronía observada aún podría deberse a otros factores. El propio Lee indica que se necesitan más estudios para confirmar si el vínculo detectado es realmente un indicativo de una inmensa estructura cósmica que abarca todo el Universo.
Fuente: ABC