El director general de Roscosmos, la agencia espacial rusa, afirma, en lo que parece ser una broma, que viajarán al satélite para verificar «si los estadounidenses estuvieron allí o no».
El 21 de julio de 1969, casi a las cuatro de la madrugada hora española, Neil Armstrong y el equipo del Apolo 11 completaron una de las mayores hazañas de la historia: aterrizar en la Luna. «Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad», pronunció Armstrong tras posar sus pies sobre el satélite, en una frase que ha quedado ya para la posteridad.
Desde entonces, y pese a la insistencia de Estados Unidos y la NASA en la veracidad de aquel primer alunizaje, han sido muchos los que han dudado de que fuese real. Las dudas acerca de si el Apolo 11 y Armstrong llegaron a la Luna han estado siempre presentes, e incluso las teorías más conspiranoicas aseguran que este nunca fue real.
El próximo año se cumplirán cincuenta años de aquel histórico instante, que algunos desde Rusia tampoco terminan de creer como veraz. En ese sentido, Dmitry Rogozin, el director general de Roscosmos, la agencia espacial rusa, ha anunciado en lo que parece ser una broma la propuesta de una misión a la Luna que se encargue de verificar si aquel alunizaje del Apolo 11 fue o no real.
«Hemos establecido este objetivo: de volar y verificar si los estadounidenses estuvieron allí o no», señaló Rogozin, en respuesta acerca de una pregunta sobre si la NASA llegó a la Luna o no. Una afirmación que hizo en tono distendido.
El pasado año 2015, el Comité de Investigación de Rusia pidió la apertura de una investigación acerca de los alunizajes estadounidenses, dudando así de su veracidad. Rusia, como parte elemental de la extinta Unión Soviética, abandonó en la década de 1970 su programa lunar, después de que explotasen en el espacio cuatro cohetes lunares que habían enviado de manera experimental.
Fuente: ABC