Cometa Lovejoy, fotografido por Luis Trumper (Pte. de la AEA y Dir. del Observatorio de Oro Verde)

Observar un cometa en el firmamento es siempre una experiencia única, una conexión cósmica y un momento de creación. Por que nos recuerda que de allí provenimos.
Los cometas junto con los asteroides y meteoritos aportaron la mayor parte del agua y de las moléculas orgánicas complejas (e inclusive tal vez los primeros microorganismos) que permitieron el surgimiento y evolución de la vida en la Tierra, y que en última instancia dieron origen a los humanos.
Desde esta perspectiva, nosotros seríamos los extraterrestres que tanto hemos buscado y con los que tanto hemos soñado a lo largo de incontables generaciones.

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