Un satélite ha captado casi un millar de fortísimos brillos en distintas partes del mundo. El misterio ya llamó la atención a Carl Sagan, pero algo se le pasó por alto.
Una imagen tomada el 17 de marzo de 2016 muestra un destello sobre África (en el círculo rojo)- NASA/NOAA/U.S. Air Force
Fíjese bien en la imagen sobre estas líneas. La ha conseguido una cámara de la NASA a bordo del Observatorio del Clima del Espacio Profundo (DSCOVR), un satélite de la NOAA que vuela a un millón de millas de nuestro planeta. Rodeado por un círculo rojo, se ve un fortísimo destello en el centro de Sudamérica. No es el único. En la foto junto a estas líneas puede verse otro sobre África. En realidad, la cámara de esta nave ha captado la sorprendente cifra de 866 brillos similares por todo el mundo desde su lanzamiento en junio de 2015 hasta agosto de 2016. Pero, ¿qué o quién produce estas misteriosas luces?
El famoso cosmólogo y divulgador científico Carl Sagan ya se interesó por este misterio en 1993. Sagan descubrió los destellos cuando examinaba imágenes de la Tierra tomadas por la nave espacial Galileo durante una de sus oscilaciones gravitatorias alrededor de nuestro planeta para coger impulso y dirigirse a Júpiter y sus lunas. Sagan y sus colegas querían conocer si la nave espacial era capaz de detectar señales de vida desde tan lejos.
«Las grandes extensiones de océano azul y las costas están presentes y un examen detallado de las imágenes muestra una región de reflexión en el océano (como un espejo), pero no en tierra», escribieron.
Los destellos de luz reflejada por los océanos -como los referenciados por Sagan- podrían tener una explicación de lo más simple: la luz incide en una parte lisa de un océano o un lago, y la refleja directamente a la nave, como si se sacara una instantánea en un espejo.
Pero resulta que también están en tierra.
Un grupo de científicos los encontró al revisar las imágenes del satélite DSCOVR. Al echar un nuevo vistazo a las imágenes de Galileo, también los encontraron. Aparentemente, a Sagan y sus colegas se les habían pasado por alto.
No están sobre el terreno
«Con toda seguridad, la fuente de los flashes no está sobre el terreno», asegura Alexander Marshak, científico adjunto del proyecto DSCOVR en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y autor principal del nuevo estudio, publicado en Geophysical Research Letters. «Hemos encontrado un buen número de destellos muy brillantes también sobre tierra», dice. «Cuando los vi por primera vez pensé que tal vez había un poco de agua o un lago que reflejaba el sol. Sin embargo, el brillo es bastante fuerte, así que no era eso».
El científico y su equipo creen que han resuelto el misterio. Es agua, sí, pero está varios kilómetros sobre el suelo. Se trata de partículas de hielo en la alta atmósfera orientadas horizontalmente.
Para confirmarlo, los investigadores realizaron una serie de experimentos. En primer lugar, catalogaron todos los destellos y encontraron 866 entre el lanzamiento del DSCOVR en junio de 2015 y agosto de 2016. Razonaron que si estos destellos estaban causados por la luz solar reflejada, estarían limitados a ciertos lugares del mundo, los sitios donde el ángulo entre el Sol y la Tierra es el mismo que el ángulo entre la nave y la Tierra. Cuando se trazan las ubicaciones de los reflejos con esos ángulos, dada la inclinación de la Tierra y la ubicación de la nave espacial, ambos encajaban. Esto ayudó a confirmar que no eran relámpagos. Además, los científicos confirmaron que los reflejos se producían a entre 5 y 8 km de altitud.
Fuente: ABC