Por Mariano Andrés Peter
La colonización del planeta rojo es un hecho que inexorablemente se dará en las próximas dos o tres décadas. Las actividades humanas que degradan el medioambiente y consumen los recursos naturales, el crecimiento demográfico y la siempre posibilidad de alguna catástrofe cósmica (como la que acabo con los dinosaurios hace 65 millones de años) hacen que sea una cuestión de fundamental importancia para la supervivencia de la raza humana y de toda la vida en la Tierra que comencemos a buscar un segundo hogar donde podamos habitar tal cual lo hacemos en nuestro planeta.
Por Mariano Andrés Peter
La colonización del planeta rojo es un hecho que inexorablemente se dará en las próximas dos o tres décadas. Las actividades humanas que degradan el medioambiente y consumen los recursos naturales, el crecimiento demográfico y la siempre posibilidad de alguna catástrofe cósmica (como la que acabo con los dinosaurios hace 65 millones de años) hacen que sea una cuestión de fundamental importancia para la supervivencia de la raza humana y de toda la vida en la Tierra que comencemos a buscar un segundo hogar donde podamos habitar tal cual lo hacemos en nuestro planeta.
Marte es el planeta que más parecido tiene con la Tierra y en su pasado remoto ese parecido era aún mucho mayor. Los recientes descubrimientos realizados por la armada de sondas espaciales que se encuentran orbitando o recorriendo la superficie de nuestro vecino planetario parecen confirmar cada vez con mayor fuerza ese parecido.
La presencia de agua en Marte es ya una realidad y, al igual que en la Luna, cada tanto se descubren nuevas reservas de este elemento tan importante.
Esto acrecienta y facilita enormemente las posibilidades de colonizarlo como así también de hallar formas de vida microbianas.
A continuación podrán ver en este link la conferencia que brindó un científico planetario sobre este tema, exponiendo los más recientes hallazgos realizados en Marte:
http://www.ted.com/talks/lang/spa/joel_levine.html
Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA