Reportaje realizado por Franco Giorda, periodista de El Diario, al coordinador del Observatorio de Oro Verde (AEA), Mariano A. Peter
Fragmento principal del objeto caído en Colonia Berduc, Entre Ríos, en 2008
La caída del meteorito en la zona de los montes Urales provocó ayer pánico entre los habitantes de la ciudad rusa de Cheliabinsk e inquietud en buena parte de la humanidad. El hecho despertó preguntas en torno al peligro que significan para la vida en la Tierra los asteroides que vagan por el universo. El antecedente es la desaparición de los dinosaurios producto del impacto de un gran objeto proveniente del espacio.
EL DIARIO dialogó sobre estos temas con el integrante de la Asociación Entrerriana de Astronomía, Mariano Peter, quien se ha ocupado de estudiar detenidamente el fenómeno de los objetos celestes que terminan su recorrido estrellados en el planeta.
Peter contó que el de ayer se trata de un caso atípico. No hay registros sobre destrozos ni heridos provocados por meteoritos. Los impactos del último siglo han sido en zonas despobladas. “Este es el primero de una magnitud considerable que ocurre en una ciudad. Dicen que el objeto tenía 12 toneladas”, señaló.
PREDICCIÓN. La previsión de los impactos en la Tierra tiene que ver con el tamaño de los fragmentos que surcan el infinito. Si tienen unos pocos metros son indetectables pero si tienen kilómetros de diámetro son fáciles de divisar. “La amenaza más concreta es el asteroide Apophis que va a pasar muy cerca de la Tierra en el 2029 y volvería a pasar en el 2036. El objeto tiene aproximadamente unos 400 metros de diámetro. Al lado del que acabó con los dinosaurios es insignificante pero es lo suficientemente grande como para arrasar un país pequeño”, indicó Peter.
Reportaje realizado por Franco Giorda, periodista de El Diario, al coordinador del Observatorio de Oro Verde (AEA), Mariano A. Peter
Fragmento principal del objeto caído en Colonia Berduc, Entre Ríos, en 2008
La caída del meteorito en la zona de los montes Urales provocó ayer pánico entre los habitantes de la ciudad rusa de Cheliabinsk e inquietud en buena parte de la humanidad. El hecho despertó preguntas en torno al peligro que significan para la vida en la Tierra los asteroides que vagan por el universo. El antecedente es la desaparición de los dinosaurios producto del impacto de un gran objeto proveniente del espacio.
EL DIARIO dialogó sobre estos temas con el integrante de la Asociación Entrerriana de Astronomía, Mariano Peter, quien se ha ocupado de estudiar detenidamente el fenómeno de los objetos celestes que terminan su recorrido estrellados en el planeta.
Peter contó que el de ayer se trata de un caso atípico. No hay registros sobre destrozos ni heridos provocados por meteoritos. Los impactos del último siglo han sido en zonas despobladas. “Este es el primero de una magnitud considerable que ocurre en una ciudad. Dicen que el objeto tenía 12 toneladas”, señaló.
PREDICCIÓN. La previsión de los impactos en la Tierra tiene que ver con el tamaño de los fragmentos que surcan el infinito. Si tienen unos pocos metros son indetectables pero si tienen kilómetros de diámetro son fáciles de divisar. “La amenaza más concreta es el asteroide Apophis que va a pasar muy cerca de la Tierra en el 2029 y volvería a pasar en el 2036. El objeto tiene aproximadamente unos 400 metros de diámetro. Al lado del que acabó con los dinosaurios es insignificante pero es lo suficientemente grande como para arrasar un país pequeño”, indicó Peter.
Imágen de bólido surcando el cielo de Rusia
FUTURISMO. En la mente de los hombres de ciencia se evalúan diferentes formas para desviar un potencial meteorito que pueda poner en riesgo la vida en el planeta. “Hay muchos planteos. La mayoría son futurísticos. Uno sería colocar armas láser en órbita. Otra opción es enviar sondas espaciales para sacarlo de curso. También se ha pensado en instalar una especie de velas que puedan atrapar el viento solar para desviar el objeto. Asimismo, se han imaginado espejos gigantes para transformar la energía solar en un rayo que desvíe el asteroide”, describió Peter. Luego agregó: “Lo más factible de hacer a la fecha es un ataque masivo de armas nucleares no para impactar en el asteroide o cometa sino para detonarlas en las cercanías del objeto y que la onda expansiva haga esquivar la Tierra”.
TERMINOLOGÍA. El meteorito por definición es un fragmento de un cuerpo celeste mayor. Esta separación se produce por algún tipo de impacto. Por ejemplo, se genera por el choque de dos asteroides o un comenta con un planeta. “El fragmento que vaga por el espacio lleva el nombre de meteoroide, cuando ingresa a la atmósfera se denomina meteoro. Si tiene un tamaño considerable como para generar una bola de fuego se llama bólido y si llega a tocar tierra se designa meteorito”, explicó el especialista de la Asociación Entrerriana de Astronomía.
Representación del asteroide Apophis atravesando la órbita terrestre
EL NEGOCIO. Aunque parezca poco verosímil existen los traficantes o “cazadores” de meteoritos. Cuando aconteció el hecho astronómico en Entre Ríos, llegó a la provincia Mike Farmer, un norteamericano, que vende restos de estos objetos a coleccionistas e instituciones como el museo smithsoniano. Cada meteorito tiene su precio de acuerdo a su rareza. “Los meteoritos de Marte son los más escasos”, informó Peter.
LO OCURRIDO. El meteorito que chocó ayer en la ciudad rusa de Cheliabinsk, en la región de los montes Urales, a 1.500 kilómetros de Moscú, provocó daños materiales y 500 heridos. Las víctimas fueron alcanzadas por la onda expansiva de la explosión. Los fragmentos del meteorito causaron daños en por lo menos seis ciudades.
Según científicos consultados por medios rusos, el objeto pesaba varias toneladas. “Era un meteorito bastante grande, puede que de varias decenas de metros de longitud. Los cuerpos de menos de 50 metros se desintegran casi siempre en la atmósfera, y si no se queman en su totalidad, a la Tierra llegan pequeños fragmentos”, dijo Nikolái Zheleznov, experto del Instituto de Astronomía Aplicada.
Por otra parte, las autoridades han asegurado que los niveles de radiación se mantienen dentro de la normalidad y la agencia nuclear rusa, Rosatom, informó que las centrales atómicas de la zona funcionan sin problemas.
Asteroide
Además del impacto, ayer se produjo otro evento astronómico significativo. El asteroide 2012 DA 14 que tiene una dimensión de 50 metros de diámetro pasó a unos 27.000 kilómetros del planeta. Desde esta parte del mundo no pudo ser observado. Peter graficó la trascendencia del hecho de la siguiente mantera: “Si la Tierra tuviera el tamaño de una pelota de tenis, la luna tendría el tamaño de una canica y estaría ubicada a dos metros de distancia. El asteroide pasaría a 14 centímetros de la pelota de tenis”.
Mariano Peter sosteniendo los fragmentos del meteorito Berduc, minutos después del hallazgo
Colonia Berduc
Hace casi cuatro años, la noche del 6 de abril de 2008, un resplandor iluminó el oscuro cielo de la zona del Palmar de Colón en Entre Ríos. Un meteorito de piedra ingresó a esa altura en la atmósfera y sus pequeños fragmentos se desparramaron en los alrededores de Colonia Berduc. La dimensión del objeto no alcanzó para dejar un cráter. Peter viajó hasta el lugar para observar lo sucedido. El fragmento que rescató pesa unos 700 gramos y tiene el tamaño de un puño. Se trata de un objeto rocoso con un bajo contenido de hierro.
Franco Giorda, El Diario