Cultivar vegetales en la Luna

Una planta crece en un invernadero espacial en una foto cortesía de la compañía Paragon Space Development Corporation. Paragon, que se asoció con la Nasa en experiencias en transbordadores espaciales o la Estación Espacial Internacional (ISS), anunció un programa de cultivo de flores y alimentos en la Luna.

Polvo deshidratado y pasta en tubo: ese era el menú de los astronautas estadounidenses hasta hace poco. Pero las condiciones de los viajes al espacio mejoraron y posiblemente ofrezcan pronto un lujo tradicionalmente reservado a los terrícolas: vegetales frescos.

La compañía Paragon Space Development Corporation, que se asoció con la Nasa en experiencias en transbordadores espaciales o la Estación Espacial Internacional (ISS), anunció un programa de cultivo de flores y alimentos en la Luna.

"El Oasis lunar" (Lunar Oasis) es un invernadero que se parece a una pequeña campana tubular encastrada en un trípode de aluminio. Se trata de hacer crecer una planta en la superficie de la Luna, donde la fuerza de la gravedad es seis veces menor que en la Tierra.

El invernadero en miniatura será lanzado al espacio por Odyssey Moon Ltd, una sociedad privada que invierte en el desarrollo de estadías humanas en el espacio.

Este proyecto participa de un concurso convocado por el gigante de internet estadounidense Google, el "Lunar X Prize", que ofrece 20 millones de dólares al primero que logre hacer alunizar y desplazar un robot en la Luna.

Los representantes de Paragon indicaron que se realizarán pruebas del "Oasis lunar" a partir de 2012. Cuando despegue, el invernadero en miniatura llevará granos de Brassica, una planta crucífera de la familia de las coles de Bruselas, y de coles.

Como esta planta es capaz de germinar y florecer en solamente 14 días, este rápido ciclo es muy práctico para una experiencia en la Luna.

"Colonizar la Luna o Marte puede parecer algo muy lejano, pero es importante comenzar la investigación ahora", dijo a la AFP la presidenta de Paragon Jane Poynter. "Lleva tiempo hacer la investigación y poner en marcha sistemas fiables" antes que se instalen colonos, añadió.

La Nasa se ha comprometido a enviar astronautas a la Luna para 2020 y a Marte hacia 2030.

"Me impresionó favorablemente este proyecto", comentó Gene A. Giacomelli, un profesor del departamento de Ciencias Naturales de la Universidad de Arizona (sudoeste), donde está ubicada la empresa.

"La Nasa recortó fondos para la investigación sobre sistemas de apoyo a la vida bio-regenerativa en el espacio y la mayoría de los centros de investigación estadounidenses en ese terreno cerraron", subrayó.

Giacomelli y sus estudiantes trabajan en su propio invernadero.

La universidad trabaja también en una "cámara de cultivo" hidropónico en un sitio en la Antártida de la Fundación nacional estadounidense para la ciencia.

Las condiciones en el Polo Sur -altitud, presión atmosférica baja, vientos que bajan la temperatura a menos de 100 grados bajo cero- convierten este sitio en "una buena analogía" de las condiciones lunares, destacó el profesor.

El invernadero del Polo Sur, que existe desde hace cinco años, permite a quienes trabajan en la parte más fría del planeta comer tomates, lechugas, pimientos y fresas.

Produce unos 30 kilos de vegetales cada semana, lo que alcanza para alimentar a cada uno de los 75 científicos de la base con dos ensaladas diarias.

"No se trata de ciencia ficción", dice Giacomelli. "Tenemos la tecnología para desarrollar la vida en otros planetas, en caso que tengamos que ir".

Amenazas Espaciales

Por Mariano Andrés Peter 

 

Imágen del asteroide Eros

En la antigüedad se decía que los meteoritos no podían provenir del espacio porque en el espacio no existían rocas.
Durante gran parte de la historia de la humanidad, la idea de que una roca gigante impactara contra nuestro planeta era algo inconcebible, pero durante el siglo XX, lo que parecía una improbabilidad absoluta, se convirtió en una realidad aterradoramente cierta y factible.

Por Mariano Andrés Peter 

 

Imágen del asteroide Eros

En la antigüedad se decía que los meteoritos no podían provenir del espacio porque en el espacio no existían rocas.
Durante gran parte de la historia de la humanidad, la idea de que una roca gigante impactara contra nuestro planeta era algo inconcebible, pero durante el siglo XX, lo que parecía una improbabilidad absoluta, se convirtió en una realidad aterradoramente cierta y factible.

 

Imágen del misterioso objeto que estalló en Tunguska en 1908

El 30 de Junio de 1908, un misterioso objeto de entre 50 a 100 metros de diámetro, estalló en el aire sobre la remota región siberiana de Tunguska con una fuerza equivalente a 40 megatones, arrasando con miles de hectáreas de taiga (bosque siberiano) y provocando movimientos sísmicos que se pudieron detectar desde China hasta Europa. Si bien no está para nada claro que fue ese objeto, lo cierto es que para las autoridades soviéticas, que realizaron la primera expedición científica a la zona afectada varios años después, todo se habría tratado de un meteorito gigante desprendido de algún asteroide o cometa lejano. Este significativo incidente sirvió para que la comunidad científica comenzara a considerar a los cuerpos menores del sistema solar con mucha seriedad.
El 30 de Agosto 1930 se produjo una gran explosión en la amazonía brasileña, provocada por una gran bola de fuego que cayó del cielo en la región del río Curucá. La energía liberada fue equivalente a 20 kilotones, tanto como las bombas atómicas que arrasaron Hiroshima y Nagasaki en 1945. El caso fue investigado por un clérigo que se encontraba en la región, pero los resultados de dicha investigación son celosamente guardados en los archivos astronómicos del Vaticano. En los años 90 se realizó un rastrillaje en la zona del posible impacto pero no se hallaron rastros del supuesto meteorito.

El cometa West fue avistado en 1976

Y más recientemente, el  9 de Noviembre de 1997, un satélite militar estadounidense fotografió una poderosa explosión en Groenlandia, que según los cálculos fue equivalente a 100 kilotones.
Tres impactos de una magnitud considerable en tan solo un siglo. Afortunadamente todos ellos se produjeron en zonas remotas y despobladas, pero que hubiera pasado si por ejemplo el objeto de Tunguska se hubiera demorado un poco más?, por la latitud en la que estalló, seguramente habría arrasado con San Petersburgo, acabando instantáneamente con cientos de miles de personas.
Pero nada de esto se compara a lo que podría llegar a producir un objeto realmente grande, un asteroide o cometa de más de un kilómetro de diámetro.

 

Secuencia de impactos del cometa Shoemaker – Levy 9 con Júpiter

El 16 de Julio de 1994, los astrónomos de todo el mundo se prepararon para observar el fenómeno astronómico más importante y espectacular de todos los tiempos. El impacto del cometa Shoemaker – Levy 9 con Júpiter. Dos año antes, en 1992, el cometa paso muy cerca del gigante planeta y la enorme fuerza de gravedad de este lo fragmento en 21 partes que quedaron en órbita y que un año más tarde, una por una irían golpeando a Júpiter durante una semana.
La energía liberada por los 21 fragmentos del cometa al chocar contra en gigante de gas, fue equivalente a la explosión de una bomba atómica de 20 kilotones, estallando cada segundo durante 13 años. Si bien Júpiter es tan grande que aún una colisión como esta fue como si lo picara un mosquito, cualquiera de esos fragmentos hubiera provocado una catástrofe en la Tierra de proporciones nunca antes vistas por el hombre.
Luego los científicos descubrieron algo inquietante. De no haberse interpuesto Júpiter en su camino, este cometa tenía grandes posibilidades de colisionar con nuestro planeta.
Esto despertó el interés y la preocupación de las principales potencias mundiales y fue así que poco tiempo después se desarrolló una cumbre entre científicos y miliares de los Estados Unidos y Rusia en el Laboratorio Lawrence Livermore, Estados Unidos. En tema a tratar fue, el fin del mundo.

 

Imágen aérea del Laboratorio Lawrence Livermore

Dichos científicos y militares estaban entrenados para rastrear y enfrentar amenazas provenientes del cielo ya que eran veteranos de la Guerra Fría.
Después de analizar el problema se concluyó que la manera más efectiva para enfrentar una amenaza espacial y salvar a la civilización humana y a la vida en la Tierra sería equipar al cohete ruso Energya, el más poderoso del mundo (construido por la ex Unión Soviética para impulsar al transbordador Burán y para realizar futuros viajes a Marte) con una certera cabeza nuclear norteamericana.
Dicho artefacto nuclear no estallaría directamente sobre el asteroide o cometa por dos razones. Primero, porque no conocemos todavía la composición real de estos objetos y podría pasar que el arma nuclear no fuera suficientemente poderosa como para destruirlos, y en segundo lugar, podría suceder que el objeto en cuestión se fragmentara pero no se desviara. De esta manera recibiríamos una lluvia de meteoros radioactivos que sería aún peor que el impacto de un único cuerpo.

El poderoso cohete ruso Energya listo para despegar 

La idea en cambio sería detonar la cabeza nuclear muy cerca del objeto para que la potente onda expansiva lo desviara de trayectoria y así se evitaría la colisión.
Pero el éxito de una intercepción de este tipo depende del tiempo de antelación con el que se pueda detectar al asteroide o cometa. Hasta ahora, los objetos que han rozado la Tierra han podido ser detectados con meses o semanas de anticipación, lo cual no deja mucho margen para actuar. Lo ideal sería poder detectar estas amenazas con años de anticipación para poder planear una defensa efectiva.
Existen otros planes de defensa pero por el momento representan un desafío tecnológico difícil de alcanzar.

Imágen del asteroide Gaspra tomado por la sonda Galileo en 1993

En los últimos años, tres han sido los asteroides que casi nos golpean. El primero pasó en 1989 a una distancia equivalente a la mitad de la que nos separa de la Luna y en los años 1991 y 1996, dos rocas gigantes se aproximaron a una distancia aproximada al doble de la distancia a la Luna. En términos astronómicos, estos objetos apenas lograron esquivarnos, de haber viajado a una velocidad ligeramente distinta, la vida en la Tierra tal como la conocemos ya no existiría.
Es importante recordar que el curso de la evolución en nuestro planeta se ha visto afectado por tales impactos a lo largo de su historia. Muchas son las especies que han desaparecido y que han surgido a consecuencia de grandes catástrofes cósmicas.

 

Los dinosaurios desaparecieron a causa de un gran impacto hace 65 millones de años

Seguramente, la extinción más famosa de todas fue la que se produjo hace 65 millones de años y que aniquilo al 70% de todas las formas de vida, incluyendo a los grandes dinosaurios, pero no fue la única ni la más importante. Hace 250 millones de años, otra roca espacial acabó con los grandes reptiles del período Pérmico y causó la extinción del 90% de todos los seres vivos. Paradójicamente, esta extinción posibilitó a los dinosaurios aparecer y dominar el mundo en detrimento de los primeros mamíferos. Los mamíferos y en última instancia el hombre, pudieron surgir y reinar sobre el planeta a causa de la desaparición de los dinosaurios. De esta manera, la pregunta que debemos hacernos no es si esto ocurrirá de nuevo, sino más bien, cuando llegará nuestro turno y si estaremos preparados para enfrentarlo.

Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA

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100 horas de Astronomía

"…desde mañana y hasta el domingo millones de personas están invitados en todo el mundo a asomarse al espectáculo de los cielos. Será durante las cien horas ininterrumpidas de transmisiones por Internet, exhibiciones, charlas y observaciones en algunos de los telescopios más importantes del planeta; en suma, durante cualquiera de las más de 1500 actividades que se realizarán en 136 países para celebrar. Las 100 horas de la astronomía (http:// www.100hoursofastronomy.org )."
También sugiero leer la nota completa de Nora Bär en: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1114048
Cordiales saludos.
Roberto Ronchi

AEA Star Party 2009: Comentarios del público

Esta es la carta publicada por la Profesora María del Carmen Carvajal en la sección Dígalo Ud. mismo!, del Diario de Paraná el día Domingo 29 de Marzo, con motivo de la Star Party AEA 2009.

Esta es la carta publicada por la Profesora María del Carmen Carvajal en la sección Dígalo Ud. mismo!, del Diario de Paraná el día Domingo 29 de Marzo, con motivo de la Star Party AEA 2009.

Observando el cielo: una grata experiencia

Paraná, 29 de marzo de 2009

Sr. Director de EL DIARIO
Dr. Luis F. Etchevehere
S / D

De mi consideración:
El sábado 28 de marzo pasado concurrí con mi hija de 12 años y un amigo de la misma edad al observatorio de Oro Verde, para curiosear sobre la Star Party a la que invitaban al público.
En una casi total oscuridad pasamos tres horas fascinados observando ese cielo que vemos todos los días, pero desde una nueva perspectiva: con un puntero láser nos ilustraron sobre mitología y su relación con las constelaciones, galaxias, estrellas y planetas. Oímos de púlsares, quásares, agujeros negros y de gusano. En imágenes impresionantes, dimensionamos por qué nuestro Sol, que nos parece inmenso, es una enana blanca adolescente iluminando apenas un suburbio de la Vía Láctea, en un universo inconmensurable.
Conocimos detalles del meteorito Berduc, los problemas que aparecen para los investigadores y aprendimos sobre las leyes que intervienen para resolver la propiedad de los mismos.
Como si esto fuera poco, nos explicaron paso a paso cómo observar el cielo, desde lo más elemental hasta donde nuestra tecnología lo permita. Cuando casi nadie podía levantarse de sus sillas, llegó el momento de ir a los telescopios: una larga fila de niños y adultos esperaba anhelantes para ver a Saturno y otros astros.
Al lado de los telescopios, pregunté a quienes estaban a cargo sobre distancias, tiempo y otras dimensiones. No sólo entendí lo básico sobre la teoría de las cuerdas, sino que escuché a otros aficionados, que habían hecho mis mismas lecturas y tenían las mismas dudas.
Deseo felicitar y agradecer a los miembros de la Asociación Entrerriana de Astronomía porque trabajan sin ganar un centavo, sólo porque les apasionan la astronomía y sienten el atávico deseo de saber. Lograron conmovernos y enseñarnos, que no es poco para unas horas.
Fue realmente una fiesta para todos quienes estuvimos allí: los adultos y los niños, algunos de los cuales ni siquiera sabían leer. Observé en la penumbra todas las caras mirando hacia el cielo, esperando las mismas respuestas: ¿de dónde venimos?, ¿dónde vamos? ¿qué hacemos aquí? ¿estamos solos?…

Prof. María del
Carmen Carvajal

Muchas Gracias Profesora Carvajal por sus comentarios.

Atte.

Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA

Recrearán la energía del Sol

 
BBC Ciencia – 31.3.2009 13:44

Recrearán la energía del sol

Todo listo para un masivo experimento de física que intentará recrear las temperaturas del núcleo solar.

Todo está listo para llevar a cabo un masivo experimento de fusión nuclear que intentará recrear las condiciones del núcleo solar.

Será llevado a cabo con los rayos láser más grandes que se han construido y el objetivo es demostrar la viabilidad de la fusión nuclear como fuente de energía limpia y abundante.

El laboratorio, llamado Instalación Nacional de Ignición (NIF), en California, provocará la reacción nuclear enfocando 192 rayos láser gigantescos a una pequeña munición de combustible de hidrógeno.

Para que el experimento funcione, explican los científicos, debe demostrar que se puede extraer más energía del proceso que la que se requiere para iniciarlo.

 
BBC Ciencia – 31.3.2009 13:44

Recrearán la energía del sol

Todo listo para un masivo experimento de física que intentará recrear las temperaturas del núcleo solar.

Todo está listo para llevar a cabo un masivo experimento de fusión nuclear que intentará recrear las condiciones del núcleo solar.

Será llevado a cabo con los rayos láser más grandes que se han construido y el objetivo es demostrar la viabilidad de la fusión nuclear como fuente de energía limpia y abundante.

El laboratorio, llamado Instalación Nacional de Ignición (NIF), en California, provocará la reacción nuclear enfocando 192 rayos láser gigantescos a una pequeña munición de combustible de hidrógeno.

Para que el experimento funcione, explican los científicos, debe demostrar que se puede extraer más energía del proceso que la que se requiere para iniciarlo.

Lo que se espera lograr eventualmente es producir enormes cantidades de energía limpia para reducir la actual dependencia del mundo en los combustibles fósiles.

El profesor Mike Dunne, quien dirige un experimento similar europeo explicó a la BBC que si es exitoso, el proceso será un "evento sísmico".

"La fusión de láser podría marcar la transición de ser un concepto de la física a una realidad de la ingeniería", afirma el experto.

Hito de la física

El NIF -cuya construcción ha tomado 12 años- es el centro científico experimental más grande que se ha construido en Estados Unidos y contiene el láser más poderoso del mundo.

"Es un hito enorme", afirma el doctor Ed Moses, director del NIF.

"Estamos cerca de lograr lo que nos propusimos desde un principio: la fusión nuclear controlada y sostenida y por primera vez, la obtención de energía en un laboratorio".

Los experimentos comenzarán el próximo mes de junio, y se esperan obtener los primeros resultados importantes entre 2010 y 2012.

La ciencia considera hoy en día que la fusión es el "santo grial" de las fuentes de energía gracias a su potencial para abastecer energía limpia de forma casi ilimitada.

Pero el desafío de crear un reactor de fusión que sea práctico es algo que ha eludido a la ciencia durante décadas.

"Ahora estamos cerca de culminar un esfuerzo de 50 años", afirma el profesor Dunne.

El estadounidense no es el único centro en el mundo que intenta demostrar la viabilidad de la fusión nuclear.

El proceso consiste en fusionar dos formas de hidrógeno pesado, deuterio y tritio, para formar helio.

El deuterio se encuentra comúnmente en el agua de mar, mientras que el tritio puede ser preparado a partir del litio, un elemento relativamente común en la tierra.

Cuando se combinan estos isótopos a altas temperaturas, se pierde una pequeña cantidad de masa y se libera una enorme cantidad de energía.

Como en el sol

La fusión ocurre de forma natural en el núcleo de las estrellas donde una enorme presión gravitacional permite que ocurra el proceso a temperaturas cercanas a los 10 millones de grados centígrados.

En la presión mucho más baja de la Tierra, las temperaturas para producir fusión necesitan ser mucho más altas, de más de 100 millones de grados centígrados.

El experimento del NIF se concentrará en un proceso conocido como fusión nuclear por confinamiento inercial, en el cual se puede lograr esa temperatura extrema utilizando rayos láser extremadamente poderosos.

"Cuando los láseres del NIF sean disparados a su máxima energía -explica el doctor Moses- despedirán 1,8 megajulios (la unidad del Sistema Internacional para energía y calor) de energía ultravioleta al blanco".

Esto equivale a más de 60 veces la cantidad de energía de cualquier sistema de láser que se ha disparado hasta ahora.

Cuando sean disparadas, las pulsaciones durarán sólo unos nanosegundos (milmillonésimas de segundo), pero impartirán calor equivalente a 500 millones de billones (más de la energía eléctrica que se genera durante las horas de más demanda en todo Estados Unidos).

Todo este calor intenso quedará concentrado en el blanco de combustible (del tamaño de una pequeña pelota) donde se lleva a cabo la implosión.

"Este proceso creará temperaturas de 100 millones de grados centígrados y una presión de miles de millones de veces más grande que la presión atmosférica de la Tierra", explica el doctor Moses.

"Lo cual forzará al núcleo de hidrógeno a fusionarse y liberar cantidades mucho más grandes de energía que la energía del láser que se requiere para encender la reacción" agrega.

Esta "ganancia de energía" como se le conoce, es la clave del proceso.

Si funciona el NIF podrá liberar entre 10 y 100 veces más energía que la que se requiere para iniciar la reacción nuclear.

Otros experimentos ya han demostrado que la ignición es posible, pero hasta ahora ninguno ha podido demostrar una ganancia clara de energía.

"El mundo espera que el NIF pueda ofrecer una demostración clara e inequívoca de que los láseres pueden brindar una fusión con ganancia de energía", dice el profesor Dunne.

"Y con esto podremos al fin dejar de lado los aspectos fundamentales de la física y nos permitirá concentrarnos en la producción de esa energía", agrega el experto.

BBC Mundo.com