Digamos que es espectacular.
En un inesperado revés de la suerte, la nave espacial NanoSail–D (NanoVela–D, en idioma español), de la NASA, ha logrado desplegar una reluciente lámina compuesta por un material de la era espacial, a 650 km de altitud sobre la Tierra. Esta es la primera vela solar en dar la vuelta a nuestro planeta.
"¡Estamos surcando el espacio con una vela solar!", dice Dean Alhorn, quien es el investigador principal de la NanoSail–D, en el Centro Marshall para Vuelos Espaciales, ubicado en Huntsville, Alabama. "Este es un logro monumental".
Durante el pasado mes y medio, la NanoSail–D estuvo atorada dentro de su nave nodriza, el satélite FASTSAT (Fast, Afforable, Science and Technology SATellite, en idioma inglés, o Satélite de Ciencia y Tecnología Rápida y Asequible, en idioma español). El FASTSAT fue lanzado en noviembre de 2010 con la NanoSail–D y otros cinco experimentos ubicados a bordo. Ya sobrevolando la Tierra, un resorte debía empujar la sonda, la cual tiene el tamaño de una caja de zapatos, hacia una órbita propia con espacio para desplegar la vela. Pero cuando llegó el gran momento, la NanoSail–D se atoró.
"No pudimos salir del FASTSAT", dice Alhorn. "Fue desgarrador. Esta era una derrota más en la larga y problemática historia de las velas solares".
Los miembros del equipo comenzaron a perder las esperanzas mientras transcurrían las semanas y la NanoSail–D seguía, tercamente e inexplicablemente, localizada a bordo de su nave nodriza. Parecía que la misión había llegado a su fin antes de comenzar.
Un océano con burbujas en Encelado

Durante años, los investigadores han debatido sobre la
posibilidad de que Encelado, una pequeña luna que flota en las afueras
de los anillos de Saturno, albergue un vasto océano subterráneo. ¿Es una
una con agua líquida, o no? En la actualidad, nuevas evidencias parecen
inclinar la balanza hacia el sí. No sólo es muy posible que Encelado
posea un océano, sino que dicho océano probablemente contenga burbujas
como una bebida gaseosa y podría ser atractivo para la vida microbiana.
12mo. Aniversario de la sonda Stardust
La nave espacial de la NASA Stardust cumplió este lunes 7 de febrero su 12° aniversario en el espacio. La nave espacial ha viajado más de 5,6 mil millones de kilómetros desde su lanzamiento.
Realizó unas breves maniobras de encendido de su cohete de posicionamiento para refinar su trayactoria de vuelo para ubicarse este 14 de febrero a unos 200 km del núcleo del Tempel 1 en el momento de su máximo acercamiento. Consumio cerca de 69 gramos de combustible y logro cambiar su velocidad de desplazamiento a 0.56 metros por segundo.
Traen a la Tierra muestras del asteroide Itokawa
La sonda espacial Hayabusa, de la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (Japanese Aerospace Exploration Agency o JAXA, por su sigla en idioma inglés) ha traído a la Tierra diminutos trozos de un mundo estraterrestre: del asteroide Itokawa.
"Es una sensación increíble tener otro mundo justo en la palma de tu mano", dijo Mike Zolensky, quien es miembro del Departamento de Polvo Interplanetario del Centro Espacial Jonhnson. "¡Estamos viendo, de cerca y por primera vez en la historia, de qué está hecho realmente un asteroide!"
Zolensky tiene buenas razones para estar emocionado. Los asteroides se formaron en los albores de nuestro sistema solar, así que estudiar estas muestras nos puede enseñar cómo se formaron y evolucionaron.
La sonda Hayabusa fue lanzada al espacio en 2003 con el fin de emprender un viaje de mil millones de kilómetros hasta el asteroide Itokawa, al cual llegó poco más de dos años más tarde. En 2005, la sonda realizó una hazaña espectacular: aterrizó sobre la superficie del asteroide. El objetivo era recolectar muestras de un mundo alienígena.
Pero hubo un problema. Los proyectiles programados para hacer volar polvo desde la superficie fallaron, lo que dejó para recolección únicamente las partículas que se pudiesen levantar durante el aterrizaje. ¿La pregunta era que si había acaso logrado entrar algo de polvo en la cámara de recolección?
Zolensky y otros científicos ansiosos, con los ojos clavados en el cielo, vieron al fin cómo la respuesta se zambullía en la atmósfera terrestre a 43.450 kilómetros por hora (27.000 millas por hora) la noche del 13 de junio de 2010. El vehículo principal del Hayabusa se desintegró sobre una llanura australiana al finalizar el reingreso y la cápsula que contenía la muestra intacta descendió lentamente por el aire hacia la Tierra con ayuda de un paracaídas.
Asteroide en paso muy cercano a la Tierra
El asteroide 2011 CQ1 fue descubierto por el Catalina Sky Survey el 4 de febrero y se determinó que se produciría un "paso muy cercano" con la Tierra 14 horas más tarde, el 4 de febrero a las 19:39 TU.
Este acercamiento fue tan solo a 0,85 radios terrestres de distancia, es decir a unos 5.480 kilómetros de la superficie de nuestro planeta y sobre una extensa región del Océano Pacífico Medio.
Esta roca espacial tiene aproximadamente un metro de diámetro y es el objeto del católogo asteroidal que ha pasado más cerca de nosotros hasta la fecha.