La NASA planea traer material de Marte para 2024

Así lo afirmó el ingeniero argentino Miguel San Martín, encargado de la guía, navegación y control de nave Curiosity. Quieren traer una muestra del planeta, pero queda para la próxima misión.
Los científicos de la Nasa quieren traer una muestra del planeta Marte y planean tener desarrollados los estudios e instrumentos necesarios para hacer la misión en 2024, indicó el ingeniero argentino Miguel San Martín.
San Martín fue  el encargado de la guía, navegación y control de la misión de la Nasa para pisar el suelo marciano con el Curiosity, realizada el pasado 6 de agosto.
“Los científicos están todos de acuerdo: queremos un pedazo de Marte acá en la Tierra", indicó el científico en una entrevista con Infobae América en la que relató los futuros proyectos.

Así lo afirmó el ingeniero argentino Miguel San Martín, encargado de la guía, navegación y control de nave Curiosity. Quieren traer una muestra del planeta, pero queda para la próxima misión.
Los científicos de la Nasa quieren traer una muestra del planeta Marte y planean tener desarrollados los estudios e instrumentos necesarios para hacer la misión en 2024, indicó el ingeniero argentino Miguel San Martín.
San Martín fue  el encargado de la guía, navegación y control de la misión de la Nasa para pisar el suelo marciano con el Curiosity, realizada el pasado 6 de agosto.
“Los científicos están todos de acuerdo: queremos un pedazo de Marte acá en la Tierra", indicó el científico en una entrevista con Infobae América en la que relató los futuros proyectos.

Para traer el material es necesario que se desarrollen ciertos estudios e instrumentos previamente, para evitar errores. "En primer lugar, tenemos que saber a dónde irlo a buscar: si vas a buscar el material incorrecto y lo traés a Tierra y gastás una millonada de dólares, sería un bajón. Te dio negativo porque agarraste el pedazo de suelo incorrecto", explicó San Martín.
El científico indicó que se espera que la próxima misión pueda “tomar muestras y ponerlas en un ‘tarrito’”. El cronograma seguiría de la siguiente manera: “luego vamos a mandar otra, con un cohete de ascensión, que aterrizará cerca del vehículo con las muestras, tomará las muestras y las llevará al espacio. Luego vamos a mandar otra nave espacial, que toma el vehículo con las muestras y las trae”.
San Martín concluyó en que “está en nuestros planes para 2022-2024".
El trabajo de la Nasa no queda en Marte: hay misiones a Saturno, Plutón, Mercurio y a una de las lunas de Júpiter, entre otras, según detalló el ingeniero.
"Queremos ir a un cometa a buscar una muestra y traerla. (Los cometas) son muy importantes para entender el origen del sistema solar. En eso estoy. La tecnología de ir a un cometa es muy compleja, porque los cometas son muy 'sucios' como 'geisers'. Tomar una muestra no es fácil, porque no hay gravedad, muy poca gravedad, estás como flotando; ese es un problema técnico muy interesante para mí", indicó.

Fuente: Redacción LAVOZ

El aporte argentino en la misión Curiosity

El robot de la NASA Curiosity consiguió superar hoy una difícil prueba y aterrizar en la superficie de Marte gracias a una maniobra nunca experimentada antes en la que bajó hasta tocar el suelo como "una araña colgada de un hilo", según la agencia espacial estadounidense.
La agencia espacial indicó que la misión, con un costo de unos 2.500 millones de dólares y cuyo propósito es determinar si en Marte ha habido vida, se desarrolla según lo programado.
"Los científicos van a poder investigar la historia de Marte a partir de la información del robot", resaltó Miguel San Martín, argentino que diseño el software para el aterrizaje de la nave, en diálogo con CN23.
Respecto de las posibilidades de vida en otros planetas, el investigador de la Nasa indicó: "Por ahí hay otro planeta con vida inteligente, debería haber, no somos los únicos. El universo es tan grande y la idea que haya vida en un solo planeta en esta inmensa galaxia no puede ser así".
 
La animación del aterrizaje.
El aterrizaje
“Los llamamos los siete minutos de terror: es el tiempo que tardará el descenso. La nave tiene que accionar 76 dispositivos distintos en ese tiempo para que todo salga bien”, explicó Miguel San Martín, el ingeniero argentino que diseñó un software para que el aterrizaje sea automático, debido a que no se podrá comandar en vivo, y además es el encargado de la guía, navegación y control de la nueva misión de la Nasa.

El robot de la NASA Curiosity consiguió superar hoy una difícil prueba y aterrizar en la superficie de Marte gracias a una maniobra nunca experimentada antes en la que bajó hasta tocar el suelo como "una araña colgada de un hilo", según la agencia espacial estadounidense.
La agencia espacial indicó que la misión, con un costo de unos 2.500 millones de dólares y cuyo propósito es determinar si en Marte ha habido vida, se desarrolla según lo programado.
"Los científicos van a poder investigar la historia de Marte a partir de la información del robot", resaltó Miguel San Martín, argentino que diseño el software para el aterrizaje de la nave, en diálogo con CN23.
Respecto de las posibilidades de vida en otros planetas, el investigador de la Nasa indicó: "Por ahí hay otro planeta con vida inteligente, debería haber, no somos los únicos. El universo es tan grande y la idea que haya vida en un solo planeta en esta inmensa galaxia no puede ser así".
 
La animación del aterrizaje.
El aterrizaje
“Los llamamos los siete minutos de terror: es el tiempo que tardará el descenso. La nave tiene que accionar 76 dispositivos distintos en ese tiempo para que todo salga bien”, explicó Miguel San Martín, el ingeniero argentino que diseñó un software para que el aterrizaje sea automático, debido a que no se podrá comandar en vivo, y además es el encargado de la guía, navegación y control de la nueva misión de la Nasa.

La fricción atmosférica por sí misma no es suficiente para frenar el descenso, por lo cual a unos 11 kilómetros de la superficie marciana se desplegó el paracaídas supersónico de 16 metros de diámetro, el más grande que haya construido la NASA.
En una metamorfosis desde el ingreso en la atmósfera marciana, la cápsula pasó en 420 segundos de cono envuelto en temperaturas de casi 900 grados Celsius, a grúa flotante sobre ocho cohetes, y a algo parecido a una araña mecánica cuando se pose suavemente en el cráter Gale.
La atmósfera de Marte, compuesta mayormente de dióxido de carbono con trazas de nitrógeno y carbono, es cien veces menos densa que la de la Tierra, que es una mezcla de nitrógeno, oxígeno y otros gases.
En ese momento el paracaídas, que pesa unos 45 kilogramos, soportó una fuerza de 29.500 kilogramos, y aminoró la velocidad de descenso a unos 320 kilómetros por hora.
Los otros vehículos exploradores enviados a Marte descendieron en la superficie del planeta rodeados de grandes globos que amortiguaron el impacto, pero el tamaño y peso del Curiosity requiere un método diferente de descenso.
Con la cápsula a unos 8 kilómetros del suelo se soltó el escudo térmico, que es como la tapa de una sartén invertida, dejando al descubierto la "panza" del vehículo, desde la cual las cámaras tomarán imágenes de alta resolución, y un radar ayudará en la navegación hasta el punto elegido para el descenso.
Los ocho cohetes en los ángulos del aparato frenan la aproximación y cuando el robot se encontró a unos 20 metros del suelo, se abrió la reja que lo sostiene para que este se descuelgue mediante una grúa.
Doce segundos antes del contacto, Curiosity desplegó sus seis ruedas neumáticas en los extremos de patas articuladas.
Una vez que se alivió el peso, la grúa cortó los cables y su soporte flotante salió disparado hasta alrededor de un kilómetro, dejando al Curiosity de cara al suelo.
En el Laboratorio de Propulsión a Jet de la NASA en California hubo aplausos y abrazos luego de este lapso de suspenso extremo. En apenas unos minutos Curiosity envió sus primeras imágenes, que mostraban a sus ruedas a salvo sobre la superficie.
Curiosity, lanzado el 26 de noviembre de 2011 y cuya misión se ha programado para dos años, está diseñado y equipado para investigar si Marte es, o ha sido alguna vez, capaz de sustentar formas de vida.
El planeta rojo ha sido traicionero con los “visitantes” terrestres. De 26 objetos que el hombre osó enviar a su suelo, sólo seis lo lograron con éxito: Viking 1 y 2, Pathfinder, Opportunity, Spirit y Phoenix.
Obama
"El exitoso aterrizaje del Curiosity marca una victoria sin precedentes de la tecnología que permanecerá como un hito de orgullo nacional en el futuro", dijo el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
"Felicito y agradezco a todos los hombres y mujeres de la NASA que hicieron realidad este remarcable logro, y espero con ansia lo que Curiosity tenga que descubrir", añadió.

Fuente: INFOnews

Siberia, basurero de cohetes

Es muy fácil encontrar chatarra que solía formar parte de cohetes espaciales en el bosque de Altai, remota región ubicada en la frontera de Rusia con Kazajistán. Trozos de brillo metálico de aleación ligera están aquí y allá, en el pasto y en los árboles.

Los cohetes rusos Protón han puesto en órbita muchos satélites, generando más de $6.000 millones para la industria espacial del país.

Pero cada vez que se lanza un cohete, los desechos caen en esa zona del este de Siberia, a cientos de kilómetros del cosmódromo de Baikonur, el principal y más antiguo centro de lanzamiento espacial.

Algunos de los trozos diseminados formaban parte de los tanques que portaban combustible tóxico.

Por ello, las personas que viven allí están preocupadas por los posibles riesgos que esos desechos puedan tener en su salud. Aunque se han hecho pocas investigaciones sobre el tema, los habitantes locales se sienten afectados.

"Los residuos de los cohetes caen aquí y eso debe estar afectando a la gente de alguna manera", dice Olga Tadykova, de 46 años, pediatra del pueblo de Karakoksha, en la República de Altai, región ubicada justo debajo de la trayectoria de vuelo de los cohetes espaciales.

Los desechos de los cohetes expulsados caen muy cerca de la aldea que Olga comparte con unos 1 500 habitantes.

Los ambientalistas creen que los restos de los cohetes contienen un combustible altamente tóxico -conocido como dimetil-hidrazina asimétrica (UDMH, por sus siglas en inglés)- que se expande por la atmósfera y penetra en el suelo y el agua, ocasionando daños a plantas y animales.

Es muy fácil encontrar chatarra que solía formar parte de cohetes espaciales en el bosque de Altai, remota región ubicada en la frontera de Rusia con Kazajistán. Trozos de brillo metálico de aleación ligera están aquí y allá, en el pasto y en los árboles.

Los cohetes rusos Protón han puesto en órbita muchos satélites, generando más de $6.000 millones para la industria espacial del país.

Pero cada vez que se lanza un cohete, los desechos caen en esa zona del este de Siberia, a cientos de kilómetros del cosmódromo de Baikonur, el principal y más antiguo centro de lanzamiento espacial.

Algunos de los trozos diseminados formaban parte de los tanques que portaban combustible tóxico.

Por ello, las personas que viven allí están preocupadas por los posibles riesgos que esos desechos puedan tener en su salud. Aunque se han hecho pocas investigaciones sobre el tema, los habitantes locales se sienten afectados.

"Los residuos de los cohetes caen aquí y eso debe estar afectando a la gente de alguna manera", dice Olga Tadykova, de 46 años, pediatra del pueblo de Karakoksha, en la República de Altai, región ubicada justo debajo de la trayectoria de vuelo de los cohetes espaciales.

Los desechos de los cohetes expulsados caen muy cerca de la aldea que Olga comparte con unos 1 500 habitantes.

Los ambientalistas creen que los restos de los cohetes contienen un combustible altamente tóxico -conocido como dimetil-hidrazina asimétrica (UDMH, por sus siglas en inglés)- que se expande por la atmósfera y penetra en el suelo y el agua, ocasionando daños a plantas y animales.

La doctora Tadykova ha tratado a niños locales durante dos décadas y durante los últimos años ha notado los mismos síntomas: anemia, alergias, dolor de garganta y enfermedades de la piel.

"Es posible que la causa sea el medio ambiente", dice. Ella señala que nadie se ha dedicado a investigar si existe un vínculo entre los lanzamientos espaciales y la salud de las personas del área en donde cae la basura espacial.

La mayoría de los alimentos que los habitantes locales tienen en sus mesas procede del bosque virgen de la taiga o de sus propios huertos. Hay muy pocas fuentes de ingresos para la población local. La caza y la recolección de piñones son las ocupaciones principales de los aldeanos.

Sin embargo, estas afirmaciones fueron rebatidas por Anatoly Kuzin, director adjunto del Centro de Investigación Khrunichev y el Centro de Producción Espacial.

Kuzin asegura que "no hay datos que prueben cualquier vínculo entre las enfermedades y la influencia de los componentes del combustible de cohetes o de la actividad del espacio de cualquier tipo".

Kuzin también dice que la agencia espacial rusa lleva a cabo investigaciones a fondo de manera constante y no ha encontrado un nivel significativo de toxicidad en los bosques de Altái.

Las personas que viven cerca de las áreas en que han caído los restos de los cohetes desean que esa investigación de la que habla Kuzin se haga pública.

También exigen más exámenes médicos y medicamentos gratuitos para quienes ya están enfermos.

Mientras tanto, los habitantes de Altái continúan sintiéndose ignorados y alegan que para Rusia los intereses comerciales y estratégicos son la prioridad.

Prof. Ramos José María
Santa Fe de la Vera Cruz – Argentina
Miembro del Centro de observadores del Espacio

Renuncia alto funcionario de fabricante ruso de cohetes tras lanzamientos fallidos

Vladimir Nesterov, un alto funcionario de la Agencia Espacial Federal rusa Roscosmos, presentó su renuncia después de una serie de fallidos lanzamientos, informó hoy Roscosmos.

Nesterov, jefe del Centro de Investigación y Producción Espacial Khrunichev, presentó su renuncia al gobierno, informó el jefe de Roscosmos, Vladimir Popovkin.

"Es demasiado pronto para hablar de algunas medidas organizacionales (después de las pérdidas de satélites)", expresó Popovkin.

El Centro Khrunichev es el diseñador y fabricante de los cohetes transportadores Proton, Rokot y Angara, así como de los propulsores Breeze y Baikal. La empresa estatal fue fundada en 1993 y tiene una planta laboral de 43.000 empleados.

Vladimir Nesterov, un alto funcionario de la Agencia Espacial Federal rusa Roscosmos, presentó su renuncia después de una serie de fallidos lanzamientos, informó hoy Roscosmos.

Nesterov, jefe del Centro de Investigación y Producción Espacial Khrunichev, presentó su renuncia al gobierno, informó el jefe de Roscosmos, Vladimir Popovkin.

"Es demasiado pronto para hablar de algunas medidas organizacionales (después de las pérdidas de satélites)", expresó Popovkin.

El Centro Khrunichev es el diseñador y fabricante de los cohetes transportadores Proton, Rokot y Angara, así como de los propulsores Breeze y Baikal. La empresa estatal fue fundada en 1993 y tiene una planta laboral de 43.000 empleados.

Nesterov presentó su renuncia voluntaria, aparentemente antes de una reunión de Roscosmos hoy, durante la cual una comisión del gobierno presentará los resultados de su investigación sobre el fallido lanzamiento del 6 de agosto, el séptimo fracaso espacial ruso desde diciembre de 2010, dicen expertos locales.

Los analistas creen que la renuncia de Nesterov es la primera pero quizás no la última baja luego de las severas críticas de parte del gobierno federal.

El primer ministro ruso Dmitry Medvedev declaró el martes que las dificulatades que ha experimentado la industria espacial no pueden justificar la serie de fracasos de años recientes, y advirtió que tomará algunas decisiones respecto a los responsables de las fallas.

El 6 de agosto, un cohete transportador Proton-M no logró poder en la órbita correcta dos satélites de telecomunicaciones.

El sitio en Internet del Centro Khrunichev explicó que cuatro de los 48 lanzadores Proton-M y uno de los ocho lanzadores Rokot han fallado entre 2008 y 2012. El mal funcionamiento del propulsor Breeze-M ha causado cuatro de las fallas, indicó el centro.

Fuente: Xinhua

Dimitri Medvedev reorganizará la cosmonáutica rusa

La causa más probable del lanzamiento fallido del cohete Protón-M son las tuberías de combustible del bloque Briz-M. Estas fueron las conclusiones a las que llegó el comité investigador tras estudiar los resultados de la telemetría. El rechazo del uso de los porta cohetes Protón podrá ser removido en los próximos días.
En los últimos dos años, la industria espacial rusa ha tenido varios lanzamientos fallidos y pérdida de satélites. A los problemas de la industria espacial, al igual que al último lanzamiento, el primer ministro ruso Dmitri Medvédev dedicará una sesión especial.
—No sé cuales fueron las causas de las fallas, si en el bloque propulsor, daño mecánico, negligencia o todo a la vez. Esto no se puede tolerar más. Estamos perdiendo autoridad y billones de rublos. La próxima semana me gustaría celebrar una reunión dedicada a este tema. El vicepresidente ejecutivo y los órganos pertinentes deberán presentar sus propuestas: a quién hay que castigar y que hacer en adelante.

La causa más probable del lanzamiento fallido del cohete Protón-M son las tuberías de combustible del bloque Briz-M. Estas fueron las conclusiones a las que llegó el comité investigador tras estudiar los resultados de la telemetría. El rechazo del uso de los porta cohetes Protón podrá ser removido en los próximos días.
En los últimos dos años, la industria espacial rusa ha tenido varios lanzamientos fallidos y pérdida de satélites. A los problemas de la industria espacial, al igual que al último lanzamiento, el primer ministro ruso Dmitri Medvédev dedicará una sesión especial.
—No sé cuales fueron las causas de las fallas, si en el bloque propulsor, daño mecánico, negligencia o todo a la vez. Esto no se puede tolerar más. Estamos perdiendo autoridad y billones de rublos. La próxima semana me gustaría celebrar una reunión dedicada a este tema. El vicepresidente ejecutivo y los órganos pertinentes deberán presentar sus propuestas: a quién hay que castigar y que hacer en adelante.

Los especialistas de la comisión tienen varias versiones del por qué falló el bloque propulsor Briz-M. Lo más probable es el daño en la tubería de combustible.
En la noche del 7 de agosto, Protón-M debió poner en la órbita dos satélites de comunicación: el ruso Express MD2 y el indonesio Telkom-3. Sin embargo, desde el cosmódromo de Baikonur tan solo el inicio del lanzamiento logró ser exitoso. Las dificultades para poner los satélites en la órbita demuestran un problema sistémico, señala el cosmonauta y consejero de la empresa “Energía” Alexander Alexandrov.
—Según los expertos, la falla del bloque significa que no pudimos proporcionar impulsos adicionales de programación para la puesta de satélites en la órbita. No importa cuál sea la razón. Lo importante es saber que el sistema está mal hecho, el que no permitió despegar el bloque.
En el momento de la investigación los cohetes de lanzamiento Protón-M con bloques Briz-M fueron suspendidos. En línea se encuentran ocho portacohetes Protón-M: cuatro para el período de agosto a octubre y cuatro más, para el fin de año.