Roscosmos anuncia la licitación para el diseño de un cohete lunar

El portavoz de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos) ha anunciado un rublo de diez millones ($ 300.000) licitación el jueves para elaborar un proyecto de un pesado cohete portador que sería capaz de llevar a tripulada sp
acecraft a la Luna, según el sitio web oficial que registra las compras estatales. Según la licitación, las propuestas, que se presentarán antes de agosto 28, debe exponer los detalles de la propia cohete portador, así como los sistemas de tierra. El proyecto debe estar terminado el 31 de mayo de 2013. El 18 de julio jefe de Roscosmos, Vladimir Popovkin, dijo que el país de la nave espacial planeada tripulados capaces de realizar vuelos a la Luna no va a volar hasta el año 2018.

El portavoz de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos) ha anunciado un rublo de diez millones ($ 300.000) licitación el jueves para elaborar un proyecto de un pesado cohete portador que sería capaz de llevar a tripulada sp
acecraft a la Luna, según el sitio web oficial que registra las compras estatales. Según la licitación, las propuestas, que se presentarán antes de agosto 28, debe exponer los detalles de la propia cohete portador, así como los sistemas de tierra. El proyecto debe estar terminado el 31 de mayo de 2013. El 18 de julio jefe de Roscosmos, Vladimir Popovkin, dijo que el país de la nave espacial planeada tripulados capaces de realizar vuelos a la Luna no va a volar hasta el año 2018.

Cuando se produce, la nueva nave espacial pilotada reemplazará al envejecimiento Soyuz en los viajes a la Estación Espacial Internacional, así como volar a la luna moon.The cohete pesado, que se espera que sea lanzado desde el Cosmódromo de Vostochny en la región de Amur, también será capaz de aterrizar con precisión en un área de apenas un décima parte del tamaño del actual Soyuz, que utiliza un sistema de paracaídas para aterrizar. RKK Rusia Energia Space Corporation ganó una licitación en 2009 para el desarrollo de la futura nave espacial pilotada, que se construirá en varios modelos y capaz de volar a la Tierra y cerca de órbitas lunares, así como recoger los satélites descartados y fragmentos grandes de basura espacial.

Fuente: RIA Novosti

El sector espacial ruso requiere soluciones sistemáticas

Más de seiscientos cincuenta mil millones de rublos se invertirán en la rama espacial de la economía rusa en los próximos tres años, anunció este martes el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, durante una reunión de trabajo con representantes del sector.
El jefe del Gobierno ordenó revisar los aspectos organizativos de la gestión de la agencia federal Roscosmos debido a los recientes lanzamientos fallidos de satélites orbitales, y preparar las respectivas recomendaciones al término de un mes. Según sus palabras, Rusia mantiene su alto potencial para la exploración del espacio pero hay problemas, también de carácter sistémico, que impiden el progreso en esta esfera.
La revisión de las actividades del sector espacial fue ordenada por Dmitri Medvédev la semana pasada, tras otros dos lanzamientos fallidos de satélites orbitales. Este martes, el director de Roscosmos, Vladímir Popovkin, presentó su informe al primer ministro. Medvédev señaló que los acuerdos relacionados con los aspectos organizativos del funcionamiento del sector serán preparados a nivel gubernamental al término de un mes, porque el país no se puede permitir más semejante problemas de prestigio ni la pérdida de miles de millones de rublos. Aparte de las decisiones organizativas, se adoptarán también “otros acuerdos”, advirtió Medvédev en tanto que puntualizó que hay que buscar una solución integral a los problemas del sector:

Más de seiscientos cincuenta mil millones de rublos se invertirán en la rama espacial de la economía rusa en los próximos tres años, anunció este martes el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, durante una reunión de trabajo con representantes del sector.
El jefe del Gobierno ordenó revisar los aspectos organizativos de la gestión de la agencia federal Roscosmos debido a los recientes lanzamientos fallidos de satélites orbitales, y preparar las respectivas recomendaciones al término de un mes. Según sus palabras, Rusia mantiene su alto potencial para la exploración del espacio pero hay problemas, también de carácter sistémico, que impiden el progreso en esta esfera.
La revisión de las actividades del sector espacial fue ordenada por Dmitri Medvédev la semana pasada, tras otros dos lanzamientos fallidos de satélites orbitales. Este martes, el director de Roscosmos, Vladímir Popovkin, presentó su informe al primer ministro. Medvédev señaló que los acuerdos relacionados con los aspectos organizativos del funcionamiento del sector serán preparados a nivel gubernamental al término de un mes, porque el país no se puede permitir más semejante problemas de prestigio ni la pérdida de miles de millones de rublos. Aparte de las decisiones organizativas, se adoptarán también “otros acuerdos”, advirtió Medvédev en tanto que puntualizó que hay que buscar una solución integral a los problemas del sector:

—El sector tiene problemas sistémicos que no son todos de carácter subjetivo. Primero: la base productiva es obsoleta. El 90 % de los equipos fueron fabricados hace más de veinte años. Es necesario cambiarlos. Segundo: la base de componentes electrónicos es débil, lo que es un problema general para la industria nacional en su conjunto y concretamente para el sector espacial. Además, nuestras fábricas de equipos espaciales sufren escasez de ciertos materiales de construcción.
El primer ministro señaló que el Gobierno asignará medios adicionales para dar solución a estos problemas. Más de seiscientos cincuenta mil millones de rublos (unos veinte mil millones de dólares) se invertirán en el sector en los próximos tres años. Las decisiones tomadas a nivel gubernamental deben sacarlo poco a poco de la crisis, estima el académico Ígor Marinin, de la Academia Nacional de Cosmonáutica Tsiolkovski.
—Desde que Popovkin asumió el cargo de director de Roscosmos, estaba claro que no sacaría el sector de los problemas por sí solo. Se trata de un proceso duradero. Dos o tres años de buena financiación no resolverán los problemas acumulados en los treinta años anteriores de falta de recursos. Creo que la atención del Gobierno y, personalmente, la del primer ministro y el presidente ayudará mucho al sector. Las soluciones se buscarán a nivel de Estado.

Fuente: La Voz de Rusia

Satélite ecuatoriano Pegaso tendrá un costo de $500.000

El primer satélite ecuatoriano será puesto en órbita en el mes de noviembre de este año según Ronnie Nader, astronauta ecuatoriano, creador y líder del proyecto. El denominado NEE-01 Pegaso, pesa 1,2 kilos y mide 75 centímetros de largo y 10 de alto.

"NEE-01 significa Nave Espacial Ecuatoriana 01 y el nombre Pegaso obedece al mito griego del caballo sobre el cual el héroe Perseo alcanzó lo inimaginable. La leyenda dice que gracias a las alas de Pegaso todo un pueblo conquistó la libertad y el progreso", explicó Nader en su carta dirigida a la nación.

Este artefacto tecnológico fue construido totalmente por "manos y mentes ecuatorianas" con objetivos técnicos, educativos y científicos. El satélite se encargará monitorear asteroides en fase de aproximación a la tierra y contribuirá con el control y registro de la basura espacial.

Asimismo, permitirá a los ecuatorianos observar, a través del Internet, lo que ocurre en el espacio en tiempo real ya que el satélite contará con una cámara de televisión instalada que transmitirá lo que ocurre en el espacio, además enviará señales codificadas que servirán para el estudio y practica de matemáticas, física, estadística y ciencias naturales.

La Agencia Espacial Civil Ecuatoriana (EXA) y el gobierno respaldan económicamente el proyecto, cuyo costo aproximado es de $500 mil.

El primer satélite ecuatoriano será puesto en órbita en el mes de noviembre de este año según Ronnie Nader, astronauta ecuatoriano, creador y líder del proyecto. El denominado NEE-01 Pegaso, pesa 1,2 kilos y mide 75 centímetros de largo y 10 de alto.

"NEE-01 significa Nave Espacial Ecuatoriana 01 y el nombre Pegaso obedece al mito griego del caballo sobre el cual el héroe Perseo alcanzó lo inimaginable. La leyenda dice que gracias a las alas de Pegaso todo un pueblo conquistó la libertad y el progreso", explicó Nader en su carta dirigida a la nación.

Este artefacto tecnológico fue construido totalmente por "manos y mentes ecuatorianas" con objetivos técnicos, educativos y científicos. El satélite se encargará monitorear asteroides en fase de aproximación a la tierra y contribuirá con el control y registro de la basura espacial.

Asimismo, permitirá a los ecuatorianos observar, a través del Internet, lo que ocurre en el espacio en tiempo real ya que el satélite contará con una cámara de televisión instalada que transmitirá lo que ocurre en el espacio, además enviará señales codificadas que servirán para el estudio y practica de matemáticas, física, estadística y ciencias naturales.

La Agencia Espacial Civil Ecuatoriana (EXA) y el gobierno respaldan económicamente el proyecto, cuyo costo aproximado es de $500 mil.

Nader indicó que gracias al NEE-01 PEGASO el panorama del Ecuador cambiará radicalmente ante el mundo en campos como la tecnología, la ciencia y la educación debido a que ningún país latinoamericano ha fabricado satélites "desde cero como en este caso".

"Ya nos han pedido colaboración para obtener la señal del satélite y demostraremos que nuestra tecnología es sólida y eso nos dará total independencia en las operaciones del satélite", agregó.

El satélite fue construido en secreto durante aproximadamente un año, desde abril del 2010 hasta marzo del 2011, debido a que "EXA tiene la política de no anunciar planes sino hechos".A través de diferentes convenios de cooperación, la EXA ofrecerá el vídeo proporcionado por el artefacto a diferentes organizaciones mundiales que investiguen los objetos cercanos al planeta tierra.

El satélite orbitará a 900 kilómetros de altura y será instalado desde el cosmódromo de Dombarovski, Rusia, a bordo de un cohete Dnepr. (MJR)

Prof. Ramos José María
Santa Fe de la Vera Cruz – Argentina
Miembro del Centro de observadores del Espacio

Barcelona Moon Team pretende enviar un robot en 2014

Al final, resultó que la Luna no era de queso. Cuando el astronauta Neil Armstrong daba “un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad”, al posar el pie en el polvoriento suelo lunar, ponía a la cabeza de la carrera espacial a los estadounidenses. Años antes, en 1961, motivado por los avances soviéticos (el Sputnik, la perrita Laika, etc), el presidente J.F. Kennedy instaba a sus compatriotas ante el Congreso a poner un hombre en la Luna y traerlo de vuelta sano y salvo “antes de que acabase la década”. Fueron años de auge en la investigación espacial. Y lo consiguieron. Con la desaparición de la Unión Soviética en 1989, parece que invertir en (y defenderse desde) el espacio perdía algo de su gracia. Definitivamente, con la rampante crisis económica mundial, el presidente Obama ha decidido que los viajes a la Luna no serán una prioridad durante su mandato. La fiebre del espacio, como tantas otras fiestas, ha terminado, y la cosa ha quedado en manos, pues, de los inversores privados: en 2001, el multimillonario Dennis Tito fue el primer turista espacial, y en 2004, el ingeniero Burt Rutan construyó la primera nave espacial con financiación enteramente privada.
El presupuesto del proyecto español es de 54 millones de euros.

Al final, resultó que la Luna no era de queso. Cuando el astronauta Neil Armstrong daba “un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad”, al posar el pie en el polvoriento suelo lunar, ponía a la cabeza de la carrera espacial a los estadounidenses. Años antes, en 1961, motivado por los avances soviéticos (el Sputnik, la perrita Laika, etc), el presidente J.F. Kennedy instaba a sus compatriotas ante el Congreso a poner un hombre en la Luna y traerlo de vuelta sano y salvo “antes de que acabase la década”. Fueron años de auge en la investigación espacial. Y lo consiguieron. Con la desaparición de la Unión Soviética en 1989, parece que invertir en (y defenderse desde) el espacio perdía algo de su gracia. Definitivamente, con la rampante crisis económica mundial, el presidente Obama ha decidido que los viajes a la Luna no serán una prioridad durante su mandato. La fiebre del espacio, como tantas otras fiestas, ha terminado, y la cosa ha quedado en manos, pues, de los inversores privados: en 2001, el multimillonario Dennis Tito fue el primer turista espacial, y en 2004, el ingeniero Burt Rutan construyó la primera nave espacial con financiación enteramente privada.
El presupuesto del proyecto español es de 54 millones de euros.

Y aquí es donde entra el ubicuo Google, con el premio Google Lunar X Prize (con la X Price Foundation, dedicada a promover avances radicales en ciencia y tecnología), que otorga 20 millones de dólares a la primera misión con financiación privada (al 90%) que ponga un robot en la Luna. El robot tiene que desplazarse al menos 500 metros sobre la superficie lunar, transmitir video, imágenes y datos a la Tierra. Hay 26 equipos compitiendo alrededor del orbe terrestre, buscando financiación, diseñando diferentes misiones y construyendo los robots lunares. Y uno de ellos está en Barcelona: es el Barcelona Moon Team, que pretende enviar su robot (lo lanzará desde China) a la Luna en la segunda mitad del año 2014. “Ésta es una oportunidad para realizar un proyecto complejo en nuestro país. Creemos que es un reto (tecnológico, financiero) y al mismo tiempo una oportunidad para nuestras empresas para liderar un proyecto único, y abordar nuevos roles como integristas, y no solo como proveedores de misiones extranjeras”, explica Xavier Claramunt, jefe del equipo y fundador de Galatic Suite, la empresa promotora. Los promotores creen que el proyecto ayudará a las empresas participantes a desarrollar nuevo conocimiento para iniciativas futuras en esta área. “Asimismo”, continúa Claramunt, “consideramos esta misión como la demostración de una nueva estrategia para realizar misiones low cost al espacio, que darán respuesta a un nuevo mercado integrado por nuevos clientes como pequeños países, empresas privadas, etc, que buscan nuevas maneras de afrontar misiones al espacio con menores costes, reutilización de tecnologías o una nueva gestión del riesgo”.
Pero, claro, poner una nave en la Luna no es un juego de niños. “Hay varias dificultades”, dice Marc Zaballa, responsable técnico, “como reunir el equipo con las capacidades técnicas para realizarlo. Hay que tener en cuenta que solo dos naciones han posado un aparato sobre la Luna (EE UU y la URSS) y que sólo existen cuatro robots que hayan ‘caminado’ encima de un cuerpo celeste distinto de la Tierra. Así pues, lo que estamos intentando es algo complejo”. En el Barcelona Moon Team colaboran instituciones como el Instituto Nacional de Técnica Aerospacial, la Universidad Politécnica de Cataluña y empresas como Altran, GMV o Thales Alenia Space España. “Aún así”, cuenta Zaballa, “técnicamente, la parte de la misión más compleja es el alunizaje que debe de realizarse con precisión y suavidad. Esta fase se realiza de modo casi automático y es uno de los retos más importantes de la misión. Una vez alunizado, nuestro rover realizará los objetivos obligatorios marcados por Google. Otros objetivos secundarios (encontrar agua, recorrer 5000 metros, encontrar restos de las misiones son también un reto importante. Finalmente otros objetivos (sobrevivir una noche lunar) por el momento no se piensa abordarlos”. La Luna es un entorno hostil, incluso más que Marte, para una misión robótica: no tiene atmósfera ni campo magnético que la proteja, hay temperaturas extremas, vacío y fino polvo lunar que puede inutilizar ciertos mecanismos, además de la posible morfología complicada del territorio en el que se alunice.
La parte de la misión más compleja técnicamente es el alunizaje
El presupuesto total del Barcelona Moon Team es de 54 millones, que incluyen el diseño de la nave y el robot, la construcción de ambos, la contratación del lanzador en China, el lanzamiento y operaciones durante las semanas que durará la misión, así como las acciones de difusión que se llevarán a cabo hasta 2014. La financiación se divide entre patrocinadores chinos (ya comprometida), patrocinadores españoles y europeos (en proceso de consecución), y la venta de servicios y de carga extra a las agencias espaciales y privados.
Aunque esta no es una misión científica, incluirá algunos experimentos como Selena: “Es un aparato que pretende demostrar (ya lo hemos hecho en laboratorios terrestres) la capacidad de extraer oxígeno de las rocas lunares (que tienen mucho pero está combinado con otros elementos) allá mismo. Así, las rocas de la Luna se podrían llegar a convertir en un recurso natural importantísimo en nuestro satélite, pues nos ayudaría a ahorrar en gastos de transporte desde la Tierra de este gas, que se utiliza para la propulsión de naves y para sistemas de apoyo vital”, cuenta Ignasi Casanova, responsable científico de la operación. Además, el Barcelona Moon Team observará el concepto de Protección Planetaria, que insta a proteger el, digamos, “medio ambiente” fuera de nuestro planeta: “Si, como se prevé, cada día serán más frecuentes los viajes al espacio (orbital y planetario)”, explica Casanova, “hemos de asegurar que las condiciones no se alteran como consecuencia de la ‘colonización’ robótica o humana. Por cuestiones de seguridad (por ejemplo, es peligrosísima la ‘basura espacial’ porque puede llegar a chocar a altas velocidades contra otras naves) y, naturalmente, de preservación de nuestro entorno”.
 
Sergio C. Fanjul, Madrid

Técnicos rusos establecen contacto con dos satélites perdidos

Especialistas de la empresa rusa Sistemas Satelitales de Información (SSI) Reshetniov establecieron comunicación con el satélite indonesio Telkom-3, uno de los dos satélites que quedaron fuera de control y se convirtieron en basura espacial debido a un fallo del cohete ruso Protón-M.
“El satélite está orientado hacia el sol y a bordo se mantiene el balance energético positivo. Los paneles solares del vehículo espacial se abrieron”, indicó en un comunicado la empresa rusa, que desarrolló y fabricó el Telkom-3.
Aunque todos los sistemas del satélite funcionan correctamente, su utilización para los fines previstos es imposible debido a que se encuentra fuera de la órbita operacional, reconoció el fabricante.

Especialistas de la empresa rusa Sistemas Satelitales de Información (SSI) Reshetniov establecieron comunicación con el satélite indonesio Telkom-3, uno de los dos satélites que quedaron fuera de control y se convirtieron en basura espacial debido a un fallo del cohete ruso Protón-M.
“El satélite está orientado hacia el sol y a bordo se mantiene el balance energético positivo. Los paneles solares del vehículo espacial se abrieron”, indicó en un comunicado la empresa rusa, que desarrolló y fabricó el Telkom-3.
Aunque todos los sistemas del satélite funcionan correctamente, su utilización para los fines previstos es imposible debido a que se encuentra fuera de la órbita operacional, reconoció el fabricante.

No obstante, según el director general y diseñador en jefe de SSI Reshetniov, Nikolái Testoédov, el satélite indonesio podría utilizarse en pruebas del nuevo plataforma espacial Express-1000N que se había utilizado para crear el satélite Amos-5.
“Estamos ahora trabajando en un programa especial, y si los propietarios del satélite, la empresa indonesia o la aseguradora en su caso, nos facilitan esta posibilidad, podríamos llevar a cabo unas pruebas complementarias de nuestra plataforma con este aparato. Además, hay una serie de ideas de lo que se podría hacer con él pese a que está fuera de la órbita operacional”, adelantó Testoédov.
El Telkom-3 junto al satélite ruso Express-MD2 despegó la noche del pasado 6 de agosto a bordo del propulsor Protón-M. Ambos satélites no se separaron de la fase superior del cohete debido a un fallo en el bloque acelerador Briz-M, cuyos motores funcionaron tan sólo siete segundos en lugar de los 18 minutos 5 segundos previstos.
El satélite Telkom-3, fabricado por SSI Reshetniov para la compañía РТ Telekomunikasi Indonesia Tbk, tenía que proporcionar comunicaciones en Indonesia e Indochina.

Fuente: RSS