Una gigantesca nube de gas ardiente envuelve la Vía Láctea

 

 El enorme halo se extiende en todas direcciones formando un «globo» de varios cientos de miles de años luz de diámetro.

Captan una «super llamarada» cósmica que dura seis días Nuestra galaxia no deja de maravillarnos. La sorpresa ha llegado esta vez de la mano de un equipo de astrónomos a los mandos del telescopio de rayos X Chandra, de la NASA. La Vía Láctea, en efecto, parece estar completamente rodeada por un enorme halo de gas ardiente que se extiende en todas direcciones formando un "globo" de varios cientos de miles de años luz de diámetro.

La masa total del gigantesco halo, dicen los investigadores, es comparable a la de la suma de todas las estrellas que hay en la galaxia. Si estos datos se confirman, podrían resolver el "misterio de los bariones perdidos", un problema que lleva más de una década atormentando a astrónomos de todo el mundo. El estudio se ha publicado en The Astrophysical Journal.

Los bariones son las partículas (como protones y neutrones) que constituyen los "ladrillos" de la materia sólida. De hecho, el 99,9 % de la masa de los átomos que hay en el Universo está compuesta de bariones. Los datos obtenidos de halos de gas y de galaxias extremadamente lejanas indican que la "materia bariónica" presente en la juventud del Universo representaba cerca de un sexto de la masa de la detectada, pero nunca observada, materia oscura. Sin embargo, en el presente, y más de 10.000 millones de años después, el "censo" de los bariones presentes en las estrellas y el halo de nuestra galaxia (y de las galaxias más próximas) muestra apenas la mitad de los que debería haber.

Ahora, un equipo de cinco investigadores, usando de forma combinada el telescopio norteamericano Chandra, el europeo XMM-Newton y el japonés Suzaku, han logrado determinar los la temperatura, la extensión y la masa de este infernal halo de gas. Así, los científicos han determinado que la temperatura del halo oscila entre los 100.000 y los 250.000 grados centígrados, varios cientos de veces más caliente que la superficie del Sol.

Otros estudios han mostrado que la Vía Láctea, igual que otras galaxias, está literalmente encerrada en bolsas de gas caliente, con temperaturas que oscilan entre los 10.000 y los 100.000 grados. Pero la nueva investigación demuestra que el halo de gas ardliente que envuelve la Vía Láctea es mucho más grande y masivo que la bolsa cálida que la rodea. "Sabemos que el gas está alrededor de la galaxia -afirma Anjali Gupta, el primer firmante del estudio- . Y sabemos cómo está de caliente. Ahora, la cuestión principal es: ¿Cómo de grande es el halo? ¿Y cómo de masivo?"

 

 El enorme halo se extiende en todas direcciones formando un «globo» de varios cientos de miles de años luz de diámetro.

Captan una «super llamarada» cósmica que dura seis días Nuestra galaxia no deja de maravillarnos. La sorpresa ha llegado esta vez de la mano de un equipo de astrónomos a los mandos del telescopio de rayos X Chandra, de la NASA. La Vía Láctea, en efecto, parece estar completamente rodeada por un enorme halo de gas ardiente que se extiende en todas direcciones formando un "globo" de varios cientos de miles de años luz de diámetro.

La masa total del gigantesco halo, dicen los investigadores, es comparable a la de la suma de todas las estrellas que hay en la galaxia. Si estos datos se confirman, podrían resolver el "misterio de los bariones perdidos", un problema que lleva más de una década atormentando a astrónomos de todo el mundo. El estudio se ha publicado en The Astrophysical Journal.

Los bariones son las partículas (como protones y neutrones) que constituyen los "ladrillos" de la materia sólida. De hecho, el 99,9 % de la masa de los átomos que hay en el Universo está compuesta de bariones. Los datos obtenidos de halos de gas y de galaxias extremadamente lejanas indican que la "materia bariónica" presente en la juventud del Universo representaba cerca de un sexto de la masa de la detectada, pero nunca observada, materia oscura. Sin embargo, en el presente, y más de 10.000 millones de años después, el "censo" de los bariones presentes en las estrellas y el halo de nuestra galaxia (y de las galaxias más próximas) muestra apenas la mitad de los que debería haber.

Ahora, un equipo de cinco investigadores, usando de forma combinada el telescopio norteamericano Chandra, el europeo XMM-Newton y el japonés Suzaku, han logrado determinar los la temperatura, la extensión y la masa de este infernal halo de gas. Así, los científicos han determinado que la temperatura del halo oscila entre los 100.000 y los 250.000 grados centígrados, varios cientos de veces más caliente que la superficie del Sol.

Otros estudios han mostrado que la Vía Láctea, igual que otras galaxias, está literalmente encerrada en bolsas de gas caliente, con temperaturas que oscilan entre los 10.000 y los 100.000 grados. Pero la nueva investigación demuestra que el halo de gas ardliente que envuelve la Vía Láctea es mucho más grande y masivo que la bolsa cálida que la rodea. "Sabemos que el gas está alrededor de la galaxia -afirma Anjali Gupta, el primer firmante del estudio- . Y sabemos cómo está de caliente. Ahora, la cuestión principal es: ¿Cómo de grande es el halo? ¿Y cómo de masivo?"

Una masa enorme
Para empezar a buscar respuestas, los astrónomos complementaron los datos de Chandra con los del XMM Newton y el Suzaku. Y concluyeron que la masa del gas es realmente enorme, y oscila entre la de 10.000 y 60.000 millones de soles, quizá incluso más aún. "Nuestro trabajo -afirma por su parte Smita Mathur, coautor del estudio- muestra que, asignando valores razonables a cada parámetro, las observaciones del Chandra implican la existencia de una enorme reserva de gas caliente alrededor de la Vía Láctea. Una reserva que se extiende como mínimo hasta varios cientos de miles de años luz pero que podría llegar incluso a rodear todo nuestro grupo local de galaxias. Sea como sea, su masa es realmente enorme".

La estimación de la masa depende de factores como la cantidad de oxígeno en relación al hidrógeno, que es el elemento dominante en el halo de gas. No obstante, y a pesar de ser solo una estimación, los datos representan un importante paso hacia la solución del caso de los "bariones perdidos", un misterio que atormenta a los astrónomos desde hace más de una década.

Pese a todas las incertidumbres, el trabajo de Gupta y sus colegas constituye la mejor evidencia que tenemos de que los "bariones perdidos" de la galaxia se ocultan, en realidad en un halo de gas ardiente que envuelve toda la Vía Láctea. La densidad estimada del halo es tan baja que otros halos sililares alrededor de otras galaxias han pasado, hasta ahora, inadvertidos.

Fuente: ABC

Descubren dos agujeros negros juntos

Con una masa de hasta veinte veces la de nuestro Sol, conviven en el mismo cúmulo estelar, algo que se creía imposible.

Un descubrimiento inesperado. Astrónomos que estudiaban el cúmulo globular Mesier 22 (M22), un grupo de estrellas a más de 10.000 años luz de la Tierra, en busca de un raro agujero negro en su centro, no encontraron exactamente lo que estaban buscando. Hallaron un agujero, sí, pero resulta que no estaba solo. Sorprendentemente, otro le hacía compañía. Los dos tienen de diez a veinte veces la masa del Sol. La investigación, que aparece publicada en la revista Nature, echa por tierra las teorías predominantes hasta ahora, que decían que solo un pozo cósmico podía existir en un cluster, ya que los demás eran expulsados por fuertes interacciones.

Los astrónomos utilizaban el telescopio Very Large Array (VLA), en Nuevo México, con la esperanza de encontrar pruebas de un raro tipo de agujero negro en el centro del cúmulo Messier 22 en nuestra galaxia. Buscaban lo que los científicos llaman un agujero negro de masa intermedia, varias veces más masivo que el Sol, pero más pequeño que los agujeros negros supermasivos que se encuentran en los núcleos de las galaxias.

«No encontramos lo que estábamos buscando, pero en su lugar dimos con algo muy sorprendente: dos agujeros negros más pequeños», dice Laura Chomiuk, de la Universidad Estatal de Michigan y el Observatorio Radioastronómico Nacional. Los científicos quedaron sorprendidos, porque la teoría dice algo semejante no es posible.

Con una masa de hasta veinte veces la de nuestro Sol, conviven en el mismo cúmulo estelar, algo que se creía imposible.

Un descubrimiento inesperado. Astrónomos que estudiaban el cúmulo globular Mesier 22 (M22), un grupo de estrellas a más de 10.000 años luz de la Tierra, en busca de un raro agujero negro en su centro, no encontraron exactamente lo que estaban buscando. Hallaron un agujero, sí, pero resulta que no estaba solo. Sorprendentemente, otro le hacía compañía. Los dos tienen de diez a veinte veces la masa del Sol. La investigación, que aparece publicada en la revista Nature, echa por tierra las teorías predominantes hasta ahora, que decían que solo un pozo cósmico podía existir en un cluster, ya que los demás eran expulsados por fuertes interacciones.

Los astrónomos utilizaban el telescopio Very Large Array (VLA), en Nuevo México, con la esperanza de encontrar pruebas de un raro tipo de agujero negro en el centro del cúmulo Messier 22 en nuestra galaxia. Buscaban lo que los científicos llaman un agujero negro de masa intermedia, varias veces más masivo que el Sol, pero más pequeño que los agujeros negros supermasivos que se encuentran en los núcleos de las galaxias.

«No encontramos lo que estábamos buscando, pero en su lugar dimos con algo muy sorprendente: dos agujeros negros más pequeños», dice Laura Chomiuk, de la Universidad Estatal de Michigan y el Observatorio Radioastronómico Nacional. Los científicos quedaron sorprendidos, porque la teoría dice algo semejante no es posible.

Un único superviviente
Los agujeros negros, áreas del Universo donde la masa se concentra tanto que ni siquiera la luz puede escapar, pueden aparecer por centenares después de que estrellas muy masivas exploten como supernovas. Las simulaciones indican que estos agujeros negros caerían hacia el centro del cúmulo para, a continuación, comenzar una violentísima danza gravitacional entre sí, en la que todos ellos, o tal vez todos menos uno, serían lanzados fuera de la agrupación. «Se supone que solo puede sobrevivir uno», explica Jay Strader, del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica, así que la aparición de dos agujeros negros juntos en el mismo cúmulo cambia por completo lo que los astronomos creían conocer.

Los investigadores sugieren algunas posibles explicaciones. En primer lugar, los agujeros negros pueden haber trabajado gradualmente para inflar las partes centrales de la agrupación, reduciendo la densidad y por lo tanto la velocidad a la que los agujeros negros se expulsan el uno al otro a través de su danza gravitacional. Alternativamente, el grupo pudo no haber estado tan lejos durante el proceso de contracción de lo que se pensaba anteriormente, reduciendo de nuevo la densidad del núcleo.

Fururas observaciones ayudarán a esclarecer el misterio.

Fuente: ABC

Fuerte temporal con caída de granizo en Paraná

 

 El granizo tenía el tamaño de huevos de gallinas

Los automovilistas trataron de cubrir sus autos con colchones para evitar los daños de las piedras.

Una fuerte granizada se abatió este martes por la madrugada sobre la ciudad de Paraná y sus alrededores, provocando daños en viviendas precarias y en las quintas del área suburbana.

El fenómeno meteorológico se inició alrededor de las 40 y se extendió por casi 15 minutos.

Las piedras, que estuvieron acompañadas por fuertes vientos y una copiosa lluvia, afectaron también a numerosos vehículos que se encontraban estacionados en la calle.

 

 El granizo tenía el tamaño de huevos de gallinas

Los automovilistas trataron de cubrir sus autos con colchones para evitar los daños de las piedras.

Una fuerte granizada se abatió este martes por la madrugada sobre la ciudad de Paraná y sus alrededores, provocando daños en viviendas precarias y en las quintas del área suburbana.

El fenómeno meteorológico se inició alrededor de las 40 y se extendió por casi 15 minutos.

Las piedras, que estuvieron acompañadas por fuertes vientos y una copiosa lluvia, afectaron también a numerosos vehículos que se encontraban estacionados en la calle.

En algunos barrios de la capital entrerriana se pudo ver a propietarios de autos tratando de cubrir a sus rodados con colchones, en medio de la fuerte granizada y la lluvia.

En algunas zonas de Paraná la piedra tenía el tamaño de pelotas de ping pong y al caer arrancó las hojas de los árboles, que se acumularon en las calles.

Cuadrillas de empleados municipales trabajaban pasadas las 7 para despejar los desagües de las calles ante la amenaza de nuevas lluvias en la región.

En Entre Ríos rige un alerta por precipitaciones y vientos intensos.

Según el Servicio Meteorológico Nacional sobre esta área prevalece una masa de aire húmedo y muy inestable dentro de la cual se están generando tormentas aisladas de variada intensidad.

Se prevé que algunas de esas tormentas alcancen fuerte intensidad y que estén acompañadas de lluvias intensas, fuerte actividad eléctrica, ráfagas muy intensas y caída de granizo.

Fuente: Minuto Uno

La fusión de dos enanas blancas causó la supernova más brillante de la historia

Una investigación en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas(CSIC) ha descubierto el origen del que hasta ahora se considera el evento estelar más brillante que ha podido ser contemplado en la historia desde la Tierra. Se trata de la supernova SN1006, que tuvo lugar en el año 1006 a unos 7.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Lupus. Según asegura el artículo publicado en la portada de la revista Nature, el origen de este evento fue la fusión de dos enanas blancas.


Las enanas blancas son estrellas de masa inferior a 1,4 veces la del Sol. Están en la última etapa de su vida, al haber agotado todo su combustible, por lo que se van enfriando muy lentamente.

Los registros históricos de astrólogos de la época indican que la explosión fue visible en distintas partes del mundo durante más de tres años y que fue aproximadamente tres veces más brillante que Venus. Se calcula que la luz emitida por SN1006 fue equivalente a una cuarta parte de la del brillo de la Luna.

Este evento estelar se clasifica dentro de las supernovas de tipo Ia, que son aquellas generadas por sistemas binarios en los que dos objetos astronómicos están ligados entre sí por su fuerza gravitatoria.

Usualmente, estos sistemas suelen estar formados por una enana blanca y una estrella normal que le aporta la materia necesaria para alcanzar la masa crítica de 1,4 veces la del Sol, conocida como el límite de Chandrasekhar. Una vez alcanzada, la enana blanca comienza la fusión de su núcleo que origina una explosión termonuclear mientras que la estrella acompañante permanece como testigo del evento. No obstante, también existe la posibilidad de que la supernova se origine a causa de la fusión de dos enanas blancas conectadas entre sí.

Una investigación en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas(CSIC) ha descubierto el origen del que hasta ahora se considera el evento estelar más brillante que ha podido ser contemplado en la historia desde la Tierra. Se trata de la supernova SN1006, que tuvo lugar en el año 1006 a unos 7.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Lupus. Según asegura el artículo publicado en la portada de la revista Nature, el origen de este evento fue la fusión de dos enanas blancas.


Las enanas blancas son estrellas de masa inferior a 1,4 veces la del Sol. Están en la última etapa de su vida, al haber agotado todo su combustible, por lo que se van enfriando muy lentamente.

Los registros históricos de astrólogos de la época indican que la explosión fue visible en distintas partes del mundo durante más de tres años y que fue aproximadamente tres veces más brillante que Venus. Se calcula que la luz emitida por SN1006 fue equivalente a una cuarta parte de la del brillo de la Luna.

Este evento estelar se clasifica dentro de las supernovas de tipo Ia, que son aquellas generadas por sistemas binarios en los que dos objetos astronómicos están ligados entre sí por su fuerza gravitatoria.

Usualmente, estos sistemas suelen estar formados por una enana blanca y una estrella normal que le aporta la materia necesaria para alcanzar la masa crítica de 1,4 veces la del Sol, conocida como el límite de Chandrasekhar. Una vez alcanzada, la enana blanca comienza la fusión de su núcleo que origina una explosión termonuclear mientras que la estrella acompañante permanece como testigo del evento. No obstante, también existe la posibilidad de que la supernova se origine a causa de la fusión de dos enanas blancas conectadas entre sí.

La investigadora del Instituto de Física Fundamental del CSIC Pilar Ruiz‐Lapuente, que ha participado en el estudio, explica: "La exploración en torno al lugar donde se produjo SN1006 no ha detectado a ningún candidato a compañero de la enana blanca original, lo que invita a pensar que probablemente se produjo mediante este segundo mecanismo".

Existen tres tipos de estrellas en la región donde tuvo lugar la explosión: gigantes, subgigantes y enanas. Las observaciones sólo detectaron cuatro estrellas gigantes situadas a la misma distancia que el remanente de la supernova. Según el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias Jonay González, que ha liderado el trabajo, "las simulaciones numéricas no predicen a una compañera de estas características; las cualidades de una posible estrella compañera, incluso mil años después de recibir el violento impacto de una explosión de este tipo, no sería el de una estrella gigante normal".

Ruiz‐Lapuente explica: "Tras la explosión de la supernova, la estrella compañera de la enana blanca se asemejaría más a una estrella de helio, y ninguna de este tipo fue detectada en la región de estudio". De estas observaciones se desprende, por tanto, que el origen de SN1006 tuvo lugar en la colisión de dos enanas blancas, cuyo material fue expulsado sin dejar ningún testigo de la explosión.

En 2004, Ruiz‐Lapuente ya dirigió la investigación para descubrir el origen de la supernova del año 1572. En aquella ocasión, el equipo halló a la estrella que acompañó a la enana blanca que provocó el evento estelar. Se trataba de una estrella subgigante de temperatura al sol. La investigadora del CSIC pretendía hacer un descubrimiento similar para SN1006 pero, explica: "Para nuestra sorpresa, no encontramos la estrella".

EXPLORAR LA HISTORIA DEL UNIVERSO

La explosión producida por la fusión de dos enanas blancas no deja ningún rastro, salvo el remanente de la supernova que puede ser estudiado hasta siglos después. Para observar a las posibles estrellas candidatas a compañera de la enana blanca original, el equipo utilizó el espectrógrafo de alta resolución UVES, instalado en uno de los cuatro telescopios europeos de ocho metros del proyecto Very Large Telescope, perteneciente alObservatorio Europeo del Sur (Chile).

Hasta la fecha se habían encontrado algunas supernovas extragalácticas que no mostraban ninguna señal de la existencia de la estrella compañera. "Estos nuevos resultados, junto con otros anteriores, suponen que la fusión de enanas blancas podría ser una vía usual para dar lugar a estas violentas explosiones termonucleares", concluye Ruiz‐Lapuente.

La investigación ha contado con la colaboración de investigadores de la Universidad de La Laguna, laUniversidad de Barcelona, la Universidad Complutense de Madrid y del Observatorio Astronómico de Pádova (Italia).

FUENTE: CSIC

El Misterio de la Lluvia Roja en Kerala: ¿Primera evidencia de Panspermia?

 Por Mariano Andrés Peter

“La naturaleza de la vida en la Tierra y la búsqueda de vida en otras partes, son dos aspectos de la misma pregunta, la búsqueda de lo que somos”.
Carl Sagan

Habitante de Kerala caminado bajo la misteriosa lluvia roja en 2001

Panspermia es un término de origen griego que significa literalmente “semillas por todas partes” Fue justamente en la antigua Grecia donde el filósofo Anaxágoras habló por primera vez de la posibilidad de que la vida en la Tierra tuviera su origen en las ignotas profundidades del cosmos.
Actualmente la teoría de panspermia tiene tres variantes: La panspermia planetaria, la panspermia estelar y la panspermia dirigida.
La primera sostiene la idea de que la vida llego a la Tierra en forma de bacterias ocultas en el interior de los meteoritos procedentes de planetas como Marte, que tuvo condiciones similares a las de nuestro planeta hace más de 4 mil millones de años.
La segunda variante afirma que la vida pudo llegar a bordo de cometas provenientes de otros sistemas planetarios.
Y finalmente, la panspermia dirigida propone que una civilización extraterrestre pudo enviar deliberadamente cápsulas con microorganismos a distintos planetas con la esperanza de sembrar la vida en la galaxia.
En las últimas décadas la teoría de panspermia ha cobrado fuerza debido a ciertos hallazgos que siguen siendo objeto de debate entre los científicos hasta el día de hoy.

 Por Mariano Andrés Peter

“La naturaleza de la vida en la Tierra y la búsqueda de vida en otras partes, son dos aspectos de la misma pregunta, la búsqueda de lo que somos”.
Carl Sagan

Habitante de Kerala caminado bajo la misteriosa lluvia roja en 2001

Panspermia es un término de origen griego que significa literalmente “semillas por todas partes” Fue justamente en la antigua Grecia donde el filósofo Anaxágoras habló por primera vez de la posibilidad de que la vida en la Tierra tuviera su origen en las ignotas profundidades del cosmos.
Actualmente la teoría de panspermia tiene tres variantes: La panspermia planetaria, la panspermia estelar y la panspermia dirigida.
La primera sostiene la idea de que la vida llego a la Tierra en forma de bacterias ocultas en el interior de los meteoritos procedentes de planetas como Marte, que tuvo condiciones similares a las de nuestro planeta hace más de 4 mil millones de años.
La segunda variante afirma que la vida pudo llegar a bordo de cometas provenientes de otros sistemas planetarios.
Y finalmente, la panspermia dirigida propone que una civilización extraterrestre pudo enviar deliberadamente cápsulas con microorganismos a distintos planetas con la esperanza de sembrar la vida en la galaxia.
En las últimas décadas la teoría de panspermia ha cobrado fuerza debido a ciertos hallazgos que siguen siendo objeto de debate entre los científicos hasta el día de hoy.

 

Charco de agua roja formado luego de la lluvia

El descubrimiento de las arqueas, bacterias que son virtualmente inmortales por que pueden soportar condiciones de temperatura, presión, acidez y radiación extremas lo que les permitiría realizar viajes de larga duración por el espacio, o la presencia de posibles fósiles de bacterias en el interior de meteoritos marcianos son algunos de los hallazgos científicos que han dado nuevo impulso a la panspermia.
Pero la evidencia más firme a favor de esta teoría es probablemente la misteriosa lluvia roja caída en la ciudad de Kerala, al sur de la India entre los meses de Julio y Septiembre de 2001.
Una lluvia de color rojo sangre y de consistencia espesa se precipito sobre esta parte de la India,  manchando las prendas de los habitantes y secando las hojas de algunas plantas.

 

Recolección de muestras para el estudio

Al principio se pensó que la lluvia contenía partículas de polvo procedentes del desierto de Arabia, pero pronto se descarto completamente esa hipótesis. El físico Godfrey Louis de la Universidad de Cochin de Ciencia y Tecnología recogió varias muestras para analizarlas a través del microscopio  y descubrió que el agua no contenía partículas de polvo o arena, para su asombro contenía algo mucho más impactante, células rojas.
Estas células eran muy similares a los microbios terrestres pero no contenían ADN.
Louis sugirió que estas células podrían ser de origen extraterrestre, lo que despertó más de una sonrisa de escepticismo en la comunidad científica. No obstante, la idea fue publicada en la revista Astrophysics and Space en 2006.
Para Louis las células halladas en el agua de lluvia no pueden ser de origen terrestre debido a que no poseen ADN. Los glóbulos rojos son una posibilidad pero deberían haberse destruido rápidamente al contacto con el agua de lluvia. Además estas células presentaban pared celular mucho más gruesa que la observada en los glóbulos rojos.

Un meteoro ingresando a la atmósfera 

Una explicación extraordinaria sugiere que un meteoro (es decir, un fragmento de material desprendido de otro cuerpo celeste como un asteroide o cometa) se haya desintegrado al contacto con la alta atmósfera dispersando microorganismos que luego se mezclaron con las nubes que finalmente se precipitaron como lluvia roja.
Informes recavados en Kerala y en otras comunidades del sur de India afirman que fue escuchado un sonido similar al de un objeto rompiendo la barrera del sonido, lo cual es consistente con el ingreso a la atmósfera de un cuerpo espacial.
Para los escépticos la explicación más plausible es la de la expulsión terrestre de algas u hongos en modo de esporas o células, acumulándose en la estratosfera hasta caer en forma de lluvia. Esta teoría puede ser creíble porque los tornados o pequeños ciclones son capaces de elevar hasta las nubes lechos de algas sin demasiada complejidad. Las leyendas de lluvias de ranas o peces no son más que esto, ciclones vaciando pequeñas charcas y todo su contenido. Ahora bien, existen pequeños inconvenientes o contradicciones contra esta teoría, primero, se calcula que cayeron unas cincuenta toneladas de estas partículas desde el cielo, lo cual es una cantidad bastante desorbitada para tratarse de un pequeño ciclón y no se tiene noticia de grandes ciclones en aquellas fechas y aquel lugar.

  

Las enigmáticas células rojas