Dos proyectos liderados por EE UU y Europa pugnan por construir el mayor observatorio astronómico del mundo. Ambos se ubicarán en el país andino.
Hace unos días, líderes académicos, políticos y periodistas se dieron cita en una enorme carpa azotada por el viento a 2.400 metros de altura en los Andes chilenos para celebrar el comienzo de la construcción del Telescopio Gigante de Magallanes (GMT). El observatorio pretende ser el primero de una nueva generación de telescopios cuyo tamaño y resolución permitirán descubrir nuevos planetas como la Tierra fuera del Sistema Solar y, quizás, según explican sus responsables, responder la pregunta: ¿estamos solos en el universo?