Nadie, hasta ahora, había visto algo parecido en una enana marrón, en cuyo núcleo no hay fusión nuclear.
Una enana marrón, ni estrella ni planeta, muestra una potente aurora cerca de su polo norte CHUCK CARTER AND GREGG HALLINAN/CALTECH
Una extraña ‘estrella fallida’ se ha desprendido violentamente de sus capas externas dando lugar a un evento que ningún astrónomo había visto jamás. El astro parece estar rodeado por una burbuja de gas, expulsada al espacio a causa de un enorme pulso de calor.
El hallazgo, como a veces sucede, se debe a la simple casualidad. Dary Ruiz-Rodríguez y sus colegas del Observatorio Nacional de Radioastronomía, en Virginia, realizaban un trabajo rutinario en busca de los primeros signos de formación de planetas cuando en sus monitores apareció lo que parecía ser una gran burbuja de monóxido de carbono. «Cuando encontré este objeto -dice Ruiz-Rodríguez- era tan diferente a todo que pensé que tal vez había hecho algo mal. Fue algo completamente inesperado». El insólito descubrimiento aparece ya en el servidor de prepublicaciones arXiv.
Observaciones posteriores revelaron que el ‘objeto’ emisor de la burbuja no era una estrella, sino una enana marrón, un cuerpo demasiado grande para ser un planeta, pero demasiado pequeño como para empezar a fusionar átomos de hidrógeno en su núcleo. A 150 años luz de distancia, la enana marrón tiene unas 50 veces la masa de Júpiter, pero sin un horno nuclear, no puede ser considerada una estrella. Precisamente por eso, la burbuja de monóxido de carbono que la rodea por completo es algo que no debería suceder, igual que su anómalo brillo. ¿Cuál puede ser la explicación?
«La única forma en que podríamos explicar lo que estamos observando -explica Ruiz-Rodríguez- es comparar este objeto con otros en los que observamos eventos similares, y resulta que lo más parecido serían objetos mucho más antiguos y grandes, como las estrellas gigantes». De hecho, cuando algunas estrellas agotan el hidrógeno y comienzan a fusionar helio, experimentan un gran estallido de energía llamado ‘pulso térmico’, que surge del interior de la estrella, llega a su superficie y alcanza el espacio como una bola de fuego en expansión, destruyendo las capas exteriores del astro. Algo similar podría estar pasando aquí, con la diferencia de que se trata de una enana marrón, mucho más pequeña, y no dispone de un horno nuclear capaz de generar estos pulsos.
«Es como una enana marrón con problemas de personalidad -bromea Ruíz-Rodríguez-. A veces se comporta como un planeta, a veces como una estrella, y en este caso se está comportando claramente como una estrella».
¿Una fusión de deuterio?
Según los modelos elaborados por los investigadores, la explicación más probable es que la enana marrón comenzó a fusionar deuterio, una forma pesada de hidrógeno, en su centro, creando un pulso térmico similar al de otros observados en estrellas ‘normales’. Si bien las enanas marrones no son lo suficientemente masivas como para fusionar hidrógeno de forma regular, el deuterio es más fácil de encender y se cree que las enanas marrones jóvenes son capaces de hacerlo durante un breve periodo.
El proceso, sin embargo, es poco conocido, especialmente porque esta es la primera vez que se observa una burbuja de gas como ésta alrededor de una enana marrón. Ruíz-Rodríguez buscó en los datos de archivo de otras 1.000 enanas marrones y solo encontró dos objetos que parecían coincidir con este, de lo que se deduce que este tipo de enanas marrones son extremadamente poco comunes. Ahora, Ruiz-Rodríguez y sus colegas planean hacer un seguimiento de esos objetos con la esperanza de aprender más sobre el funcionamiento interno de estos híbridos entre estrella y planeta, y entender qué es lo que las hace explotar.
Fuente: ABC