Observan cómo explotan 72 estrellas, y nadie sabe por qué

Inexplicablemente y a diferencia de todo lo que se conoce, dejaron de brillar muy deprisa, entre una semana y un mes.

72 explosiones estelares de un solo golpe, el mayor número de eventos de este tipo observados hasta la fecha. Se trata, según el equipo de astrónomos de la Universidad de Southampton que las detectó, de supernovas, pero a diferencia de todas las conocidas, cuyo brillo suele durar meses enteros, incluso años, estas 72 estrellas dejaron de brillar muy deprisa, en periodos que van entre una semana y un mes.

¿A qué se debe esta serie de «explosiones estelares rápidas»? Durante la presentación de su hallazgo en la Semana Europea de Astronomía y Ciencias Espaciales, recién celebrada en Liverpool, los propios investigadores aseguraron no haber llegado aún a ninguna conclusión capaz de explicar el fenómeno.

El inusual descubrimiento se produjo mientras los científicos, liderados por el astrónomo Miika Pursiainen, de la citada Universidad de Southampton, analizaban los datos del Dark Energy Survey (DES), un programa internacional que estudia la distribución de cientos de millones de galaxias y miles de supernovas en busca de patrones que ayuden a comprender la naturaleza de la energía oscura, la misteriosa fuerza que está obligando al Universo a expandirse cada vez más deprisa.

La explosión de estas 72 estrellas resulta inusual incluso si se la compara con otros fenómenos astronómicos transitorios conocidos. De hecho, a pesar de tener un brillo máximo similar al de otros tipos de supernovas (de una intensidad tal que llega a eclipsar el brillo de toda la galaxia a la que pertenecen), la duración de ese brillo es, en los 72 casos, mucho más breve que el de una supernova «normal».

Los eventos son muy calientes, con temperruras que oscilan entre los 10.000 y los 30.000 grados centígrados, y el tamaño de las explosiones varía entre apenas unas pocas a más de cien Unidades Astronómicas (una Unidad Astronómica, UA, equivale a la distancia que hay entre la Tierra y el Sol, 150 millones de km). Como sucede con las supernovas, estas explosiones también parecen expandirse y enfriarse con el paso del tiempo, aunque por alguna razón ese proceso resulta más rápido de lo habitual.

El hallazgo ha suscitado un intenso debate sobre el origen de estos extraños fenómenos transitorios. Un posible escenario sería que esas estrellas, por alguna razón, se desprenden de una gran cantidad de material justo antes de su explosión como supernovas. En casos extremos, podrían incluso estar rodeadas completamente por una «mortaja» de materia, que la propia supernova calentaría hasta temperaturas muy altas.

Si ese fuera el caso, los astrónomos podrían estar viendo la nube de material caliente en vez de la propia explosión de la estrella. Pero para confirmar este extremo, el equipo de investigadores necesitaría mucha más información. Algo de lo que en estos momentos carece por completo.

En palabras de Pursiainen, «el programa DES está ahí para ayudarnos a entender la energía oscura, que en sí misma es totalmente inexplicable. Y ahora nos hemos encontrado con muchas más explosiones rápidas, también inexplicables, de todas los que que se habían visto antes. Nuestro trabajo confirma que tanto la Astrofísica como la Cosmología son ciencias que todavía tienen demasiadas preguntas sin respuesta».

En el futuro, los investigadores planean buscar más explosiones estelares como las detectadas y estimar así la frecuencia con la que se producen en comparación con las supernovas más «rutinarias».

Fuente: ABC

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