Un estudio señala las posibilidades de que una civilización extraterrestre diera con la Tierra utilizando la tecnología conocida.
Si nosotros buscamos, quizás otros también hagan lo mismo. Un grupo de científicos de la Universidad de la Reina en Belfast y el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Alemania han examinado cómo una civilización extraterrestre podría descubrir la existencia de la Tierra utilizando nuestros propios métodos. Y según sus cálculos, que explican en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society, al menos nueve planetas fuera del Sistema Solar están en una posición ideal para dar con nosotros.Nos
delataría nuestro paseo alrededor del Sol.
Hasta la fecha, los astrónomos han descubierto miles de planetas que orbitan estrellas distintas de nuestro Sol, llamados exoplanetas, gracias a misiones como, por ejemplo, el telescopio Kepler. Aunque existen diferentes métodos, la gran mayoría han podido ser detectados gracias a lo que se conoce como tránsitos, es decir, el paso de un mundo por delante de su estrella anfitriona desde nuestra perspectiva. Cada vez que lo hace, la luz del astro se debilita a intervalos regulares, lo que desvela la existencia del planeta. (Más noticias sobre exoplanetas aquí).
En el nuevo estudio, los autores se preguntan cómo vería un observador alienígena el Sistema Solar utilizando esta misma técnica. Para ello, identificaron partes del cielo distante desde donde se veían varios planetas de nuestro Sistema Solar pasar frente al Sol, las llamadas «zonas de tránsito», concluyendo que los planetas terrestres (Mercurio, Venus, Tierra y Marte) son mucho más propensos a ser localizados que los planetas Jovianos más lejanos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), a pesar de su tamaño mucho mayor.
Pequeños pero más cercanos
«Los planetas más grandes bloquearían naturalmente más luz cuando pasan delante de su estrella», explica el autor principal del estudio, Roberto Wells. «Sin embargo, el factor más importante realmente es lo cerca que está el planeta de su estrella madre y como los planetas terrestres están mucho más cerca del Sol que los gigantes de gas, es más probable que se vean en tránsito».
Para localizar mundos desde los cuales otra civilización tendría la mejor oportunidad de detectar nuestro Sistema Solar, los astrónomos buscaron partes del cielo desde las cuales se podía ver más de un planeta cruzando la cara del Sol. Encontraron que tres planetas podrían ser observados desde cualquier lugar fuera del Sistema Solar, y que no todas las combinaciones de tres planetas son posibles.
Segun Katja Poppenhaeger, coautora del estudio, «estimamos que un observador posicionado al azar tendría aproximadamente una probabilidad de 1 entre 40 de observar al menos un planeta. La probabilidad de detectar al menos dos planetas sería aproximadamente diez veces menor, y detectar tres sería diez veces más pequeño».
De los miles de exoplanetas conocidos, el equipo identificó 68 mundos donde los observadores verían uno o más de los planetas de nuestro Sistema Solar atravesar el Sol. Nueve de estos planetas están situados idealmente para observar los tránsitos de la Tierra, aunque ninguno de esos mundos se considera habitable.
Potencialmente habitables
Además, el equipo estima que debe haber aproximadamente diez mundos (actualmente no descubiertos) que están ubicados favorablemente para detectar la Tierra y son capaces de mantener la vida tal y como la conocemos. Sin embargo, hasta la fecha no se han descubierto planetas habitables desde los cuales una civilización pueda descubrirnos con una tecnología similar a la nuestra.
La misión K2 en curso de la nave espacial Kepler continúa cazando exoplanetas en diferentes regiones del cielo durante unos meses a la vez. Estas regiones están centradas cerca del plano de la órbita de la Tierra, lo que significa que hay muchas estrellas objetivo ubicadas en las zonas de tránsito de los planetas del Sistema Solar. Los planes del equipo para el trabajo futuro incluyen la orientación de estas zonas de tránsito para buscar exoplanetas, con la esperanza de encontrar algunos que puedan ser habitables.
Fuente: ABC