Misterios Astronómicos

 

Otro hipotético cuerpo celeste, el planeta Vulcano

El planeta Vulcano: En el otro extremo del sistema solar, pudo tal vez existir un planeta que luego se habría destruido. Estamos hablando del hipotético planeta Vulcano, que se habría ubicado entre la órbita de Mercurio y el Sol.
Son pocos los datos disponibles a cerca de la existencia de este mundo, pero existen registros antiguos de observaciones del tránsito de un objeto que no era ni Venus, ni Mercurio. Curiosamente también en tiempos recientes se detecto una formación de pequeños objetos, como asteroides, en la posición que se cree tenía el planeta Vulcano. Tal vez este pequeño mundo no sobrevivió a la intensa influencia gravitacional del Sol y termino por desintegrarse en pequeños asteroides.

Bloque de hielo caído en España

Los misteriosos bloques de hielo caídos del cielo:
Es uno de los mayores misterios no solo de la astronomía, si no también de la meteorología.
España ha sido el país que más casos ha registrado sobre estas misteriosas caídas. Si bien algunas caídas se han podido explicar como hielo desprendido de aviones, hay varias que no tienen todavía una explicación racional.
Muchas de estas caídas se han producido a plena luz del día, con cielo totalmente despejado y sin la presencia de ninguna aeronave. Por lo general se trata de fragmentos de hielo que tienen entre treinta a sesenta cm de diámetro aproximadamente.
Ya que los aviones no son la respuesta, habría que buscarla en la meteorología o en la astronomía.
La primera hipótesis dice que sería granizo de un tamaño y forma inusual. Pero cuando se realizaron cortes transversales de dichas piezas de hielo, se descubrió que no presentaban el típico patrón de crecimiento del granizo. No importa el tamaño que tenga el granizo, siempre tendrá un patrón de crecimiento en forma de capas, como una cebolla, en su interior. Por lo tanto, el granizo no es la respuesta.
Otra hipótesis propone como explicación al hielo desprendido de los cometas. Pero no se ha observado que estos bloques de hielo caigan como bólidos, es decir, fragmentos de un cometa que al atravesar la atmósfera a una velocidad de 100.000 km/h, producen una luz intensa, una estela y a veces sonido también. Además a esa velocidad tocaría el suelo en pocos segundos, probablemente desintegrándose al contacto, y tal vez podría generar un pequeño cráter. Esto suponiendo que el objeto originalmente tuviera un tamaño importante, pero si fuera de un tamaño menor, no llegaría a tocar el suelo porque se vaporizaría en la atmósfera.  Por último, si fuera un desprendimiento cometario, se deberían encontrar no solo agua congelada si no también otros elementos químicos como metano, amoníaco, dióxido de carbono, cianuro, iridio, etc. Como nada de esto se ha observado, los cometas no son la explicación de este extraño fenómeno.

 

Marte con sus dos satélites naturales

Los enigmas de Fobos:
Fobos, la luna más grande de Marte, posee algunos secretos que todavía no han sido explicados satisfactoriamente.
El primero tiene que ver con su descubrimiento, que fue predicho mucho antes de que se concretara. Los escritores Jonathan Swift y Voltaire en sus novelas Los Viajes de Gulliver y Micromégas respectivamente, mencionaban que Marte poseía dos satélites naturales. Estos satélites, cientocincuenta años más tarde, fueron descubiertos y recibieron los nombres de Fobos y Deimos que significan miedo y terror.
El segundo misterio asociado a Fobos tiene que ver con que hay fuertes indicios a cerca de que este pequeño satélite marciano está hueco en su interior. Esto a motivado a algunos científicos y soñadores a suponer que se trata no de un objeto natural, sino más bien artificial colocado allí por alguna civilización más avanzada que la nuestra. Una posible explicación para este misterio seria que Fobos fue objeto de un gran impacto que casi lo destruye por completo. La evidencia de tal impacto es el cráter Stickney, de aproximadamente diez km de diámetro, demasiado grande para un cuerpo de tan solo veintisiete km de diámetro. El cimbronazo de semejante choque podría haber desintegrado su interior, dejándolo vacío.

William Shakespeare dijo una vez: “Hay más cosas entre el cielo y la Tierra de las que sueña vuestra filosofía”. Acabamos de analizar algunos enigmas que todavía esperan por una pronta respuesta definitiva. 
 
Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde  –  AEA

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