Misterios Astronómicos

Sirio, una estrella con una rica tradición de enigmas

Sirio, la Estrella “Camaleón”:
Sirio es la estrella más brillante del cielo nocturno. Se encuentra a una distancia aproximada de nueve años luz y ha sido adorada por muchas culturas. Los egipcios la llamaban Sotis, y la asociaban a la diosa Isis. Esta estrella tenia una importancia muy grande para esta civilización ya que su aparición en el horizonte marcaba la temporada de creciente del río Nilo, que fertilizaba sus márgenes con sedimentos y que les permitía sembrar. Sirio ocupaba un lugar tan importante en la cosmología egipcia, que existen canales en algunas cámaras de la Gran Pirámide que están perfectamente alineados con su posición en el cielo de la antigüedad.
También fue observada por otras culturas, pero en esos registros antiguos, Sirio aparece catalogada como una estrella roja, no blancoazulada con hoy.
En un tratado del célebre  astrónomo griego Ptolomeo (150 d. C.), aparece una lista de estrellas rojas a saber: Aldabearán, Arturo, Antares, Betelgeuse, Polux y Sirio. Las cinco primeras son indudablemente rojas aún hoy, pero Sirio parece haber cambiado de color en apenas dieciocho siglos.
Otros registros, de autores como Séneca, Cicerón y Horacio (70 a. C.), se refieren a Sirio como una estrella roja.
Los chinos en tanto, parece que la vieron de distintos colores. En las Memorias Históricas, una compilación del astrónomo e historiador Sima Qian (145 – 87 a. C.), se sugiere que la estrella había cambiado de color en relativamente poco tiempo. Se la describió como blanca en tiempos de Qian pero roja en otra época.
Según el astrónomo Frank Bruhweiler de la Universidad de Washington, “los cambios de color se producen en períodos de dos o tres siglos debido a que Sirio tiene una compañera enana blanca llamada Sirio B que es invisible desde la Tierra. Sirio B alguna vez fue una gigante roja, pero perdió su cubierta exterior y quedo en su estado actual. Las reacciones de fusión pueden reencenderse en la superficie de una enana blanca si ciertos elementos, como el carbono y el azufre se mezclan con el hidrógeno. Sería así como Sirio B tendría temporadas de intenso brillo rojo.”
Otros científicos han propuesto otras teorias, algunas exóticas y otras sugiriendo la presencia de un tercer objeto celeste.
Más allá de estas teorías, no está para nada claro como se produce este raro fenómeno.
Otro misterio que involucra a esta estrella tiene que ver con el descubrimiento de su pequeña compañera. Recién en tiempos modernos les fue posible a los científicos detectar a la pequeña compañera de Sirio, pero una tribu perdida en la selva de Malí, Africa, conocida como los Dogones, sabía de su existencia desde hace varios siglos. No hay explicaciones para este otro enigma de Sirio, o al menos, no son explicaciones convencionales.

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