Por Silvia Smith
Imagen superior: Fragmentos encontrados por miembros de la AEA en un vivero, pertenecientes al meteorito Berduc, son sostenidas por las manos de Mariano Peter. (Imagen Asociación Entrerriana de Astronomía.)
El meteorito Berduc y la triste historia de los objetos celestes otra vez sobre el tapete
El meteorito caído en la provincia de Entre Ríos, más conocido ahora como Meteorito Berduc el día 6 de abril a las 22:03 Hora Oficial Argentina (01:03 UT día 7 abril) y fuera visto desde varios puntos de Argentina tanto así como desde Uruguay, incendia nuevamente la vieja polémica por la expoliación de diferentes objetos que son patrimonio de nuestro país, meteoritos, todo tipo de restos fósiles, objetos de arte precolombino que van a parar a colecciones privadas o son vendidos en el exterior, cuando no, subastados. A veces, esta expoliación de nuestro patrimonio se produce por falta de leyes apropiadas y otras, por la no aplicación de las que están vigentes
Imagen superior: Mapeo de Google donde se muestra el punto de avistamiento en la Autopiesta la Plata-Buenos Aires de la caída del meteorito el 6 de abril a las 22:03 Hora Oficial Argentina, se puso sobre la ruta en el punto de visión en que se encontraba una imagen realizada por la autora de esta nota tal como vio la caída del bólido, su coloración y forma observando hacia el Río de La Plata desde un automóvil.
Propios y extraños: la vergüenza
El flagelo del tráfico involucra tanto a propios como a extraños, hay muchos argentinos dedicados como modo de vida al tráfico de meteoritos, piezas arqueológicas o paleontológicas. Pero también sufrimos el descuido y la desidia. Los famosos menhires de Tafí del Valle, sufrieron la expoliación y aquellos que quedaron, el descuido y la ignorancia del cuidado de su valor arqueológico. Estas piezas extraordinarias, fueron sacadas de su emplazamiento original, han ido y venido siendo "regaladas", "obsequiadas" y también arrastradas para llevarlas a un emplazamiento que dieron en llamar Parque Turístico los Menhires. Su historia es muy triste y nos causa entre la pena y la vergüenza. Estas maravillas de una milenaria cultura que las esculpió, hasta de asiento o de poste para sostener alambrados fueron utilizadas. Gestiones, muchas, resultados, aún no vistos.
Imagen superior: El investigador-historiador Ing. Alfredo Turbay en foto tomada en 1934 cuando los menhires eran utilizados como postes de alambrado como se ve en la imagen: (Foto Ing. Alfredo Turbay de su libro La Fortaleza-Templo del Valle Calchaquí).
Experiencias que nos hacen meditar
Muchas veces, hemos escuchado la frase "se traslada por protección de lo que se considera Patrimonio de la Humanidad", así se han "trasladado" miles de piezas de diferentes países a Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos.
Durante la invasión a Irak en el año 2003, se saqueó el Museo Nacional de Bagdad. De las 150.000 piezas que guardaba la institución, el 80% fueron sustraídas, los más prominentes arqueólogos del mundo habían hecho una advertencia sobre la posibilidad cierta del saqueo a los sitios históricos para tomar precauciones, hay un convencimiento generalizado que los mismos fueron organizados y que gran parte de los tesoros de la humanidad que allí se guardaban, han ido a parar a manos privadas.
Exportar antigüedades desde Irak está prohibido desde que terminara en el año 1924 el mandato británico. Algunas de las más famosas piezas robadas han sido recuperadas, pero los incendios han hecho perder irremisiblemente gran parte de la historia de la humanidad , desaparecieron joyas sumerias de unos 4.000 años de antigüedad, las tablillas con las primeras señales de escritura con una antigüedad de unos 5.000 años, los primeros ejemplos de la escritura y los sistemas numéricos de la Humanidad.
Imágenes superiores, foto 1 arriba izquierda: El código Hammurabi. Foto 2 arriba derecha: Zodiaco de Denderah. Foto 3 inferior: Como pasear por la Antigua Mesopotamia. ¿Donaciones?… (Imágenes Carlos Smith/Silvia Smith).
Por último, experiencia en el Louvre
En una visita al maravilloso Museo del Louvre, tuve una experiencia personal entre la admiración y la profunda pena.
Acostumbrada a leer, buscar documentación, investigar fuentes fidedignas para escribir libros o notas, muchas veces imagino aquellas extraordinarias piezas en sus emplazamientos originales, la imaginación lleva a verlas sobredimensionadas dentro de su ámbito natural. De pronto al encontrarnos en un museo, como en este caso el Louvre, la realidad nos golpea como un mazazo.
El famosísimo Zodiaco de Denderah sobre el cual tanto he leído y recabado información, de pronto lo tuve allí, frente a mis ojos en un cuarto de pequeñas dimensiones para mi imaginación que lo hacía de un tamaño grandioso, reinando en el templo donde fue hallado, pero no, estaba allí, arrinconado en un museo famoso lejos del polvoriento desierto de Egipto que lo vio nacer. Los sentimientos que esto provoca, son sumamente contradictorios, me niego a observar las momias de cualquier tipo que sean, en este caso, sustraídas de Egipto, Tutankamon está allí, no lo quise ver ¿Es el Museo del Louvre el lugar para su descanso eterno?
Encontrarse con los maravillosos tesoros babilónicos o sumerios, estar frente al extraordinario Código Hammurabi, las leyes más antiguas de la humanidad y más extraordinariamente inscriptas sobre piedra de basalto negra, leyes que fueron la raíz de todas las que conocemos hoy en día (aunque no se apliquen), este códice, fue encontrado en Mesopotamia por el francés Jacques de Morgan en 1902 y llevado a París, el mismo contiene 288 leyes escritas por el rey babilonio Hammurabi, sí debemos decir en favor de los franceses, que el código fue restaurado en el 2003 y que su texto, fue traducido por el religioso Jean-Vincent Scheil, esto no quita que dicha estela no pertenece a Francia y fue sacada antes que las leyes anti expolio fueran dictadas. Creo que las imágenes, suelen hablar más que las palabras, por eso, adjunto a esta nota sobre las expoliaciones, estas fotos que pueden ver al pie de página.