En solo dos semanas la misión Chandrayaan-3 ha confirmado la presencia de azufre y ha descubierto la diferencia de temperatura bajo el terreno.
El rover Pragyan mientras maniobraba desde el módulo de aterrizaje lunar Vikram hasta la superficie de la Luna, el 23 de agosto AFP
El módulo de aterrizaje lunar Vikram y el rover Pragyan de la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) descansan sobre la superficie de la Luna después de regalar a su país una hazaña de esas que quedan marcadas en la historia nacional.
El 23 de agosto, la India se unía a EE.UU, China y la antigua Unión Soviética como los únicos países capaces de aterrizar una nave en la Luna. Pero además se convertía en la primera en alcanzar el escarpado polo sur del satélite. Poco antes, la misión Luna-25 de Rusia se había estrellado al intentarlo. Por si fuera poco, Chandrayaan-3, como se llama la misión india, ha tenido tiempo suficiente para hacer ciencia. Estos son algunos de sus primeros hallazgos en tan solo dos semanas de actividad con los que ya ha contribuido a la ciencia:
Confirma la presencia de azufre
Apenas una semana después del alunizaje, los instrumentos de Pragyan confirmaron la presencia de azufre sobre el polo sur lunar. Se sospechaba que podía existir en la región, pero no se había detectado directamente hasta la fecha.
«Estas mediciones in situ confirman sin ambigüedades la presencia de azufre en la región, algo que no era factible con los instrumentos a bordo de los orbitadores», aseguraron desde ISRO.
Los análisis preliminares también sugieren la presencia de aluminio, hierro, calcio, cromo y titanio, además de manganeso, silicio y oxígeno. «Se está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre la presencia de hidrógeno», señalaban entonces desde ISRO.
Según explica a la web la revista ‘Nature’ Anil Bhardwaj, director del Laboratorio de Investigación Física de ISRO en Ahmedabad, el azufre es un elemento clave de la roca fundida. Los investigadores creen que la Luna primitiva estaba cubierta por una gruesa capa de roca fundida caliente, que cristalizó para formar la superficie lunar. Las mediciones de las concentraciones de azufre pueden proporcionar información sobre ese proceso. Sin embargo, también es posible que el azufre provenga de los asteroides que bombardean la superficie lunar.
Una mezcla escasa de iones y electrones
Chandrayaan-3 ha medido la densidad y la temperatura de la ionosfera de la Luna, encontrando una mezcla relativamente escasa de iones y electrones en la capa de plasma cargado eléctricamente de 100 kilómetros de espesor que rodea la superficie de la Luna. Las mediciones indican una densidad de entre 5 y 30 millones de electrones por metro cúbico, más baja que la densidad máxima de una capa similar en la atmósfera superior de la Tierra, de un millón de electrones por centímetro cúbico.
Conocer este dato es importante porque la densidad de la ionosfera afectaría los sistemas de comunicación y navegación de futuros colonos lunares. Cuanto mayor sea la densidad de electrones, más tardarán las señales de radio en viajar a través de la ionosfera, por lo que parece que en la Luna podremos comunicarnos sin dificultad.
Menos temperatura con la profundidad
Si queremos asentarnos alguna vez en la Luna, también debemos conocer cómo es su suelo, algo fundamental para decidir dónde y cómo edificar y en qué condiciones. La sonda de temperatura del módulo de aterrizaje, capaz de alcanzar 10 centímetros debajo del regolito, ha sorprendido al descubrir que, durante el día, la temperatura a tan solo 8 cm de profundidad es unos 60 ºC más baja que en la superficie.
Un posible terremoto lunar
El Instrumento para la Actividad Sísmica Lunar (ILSA), a bordo del módulo de aterrizaje Vikram, registró lo que puede ser un pequeño terremoto de corta duración en el polo sur de la Luna. Aunque también podría tratarse del impacto de un meteorito. Se trata de un dato importante, ya que ayudaría a los científicos a conocer cómo se distribuye el interior de la Luna.
Pero el elemento clave que ha ido a confirmar la misión india es la presencia de hielo de agua, que se cree abundante en el polo sur lunar. Si se encuentra, el agua congelada podría ser increíblemente valiosa ya que algún día podría usarse para producir oxígeno respirable para futuras bases lunares, y también podría proporcionar ingredientes para combustible para cohetes que podrían ayudar a enviar misiones a Marte. ISRO espera despertar misión volverá a la actividad ISRO espera despertar al módulo Vikram y al rover Pragyan en el amanecer lunar el 22 de septiembre. Entonces volverán en su búsqueda.
Fuente: ABC