El combustible del instrumento se ha agotado y la agencia espacial se ha visto obligada a ponerle fin a nueve años y medio de misión. En todo ese tiempo, Kepler ha descubierto miles de exoplanetas y ha revolucionado la astronomía.
La NASA anunció hoy que ha decidido poner fin a la misión del telescopio espacial Kepler, un instrumento que ha servido para descubrir más de 2.681 exoplanetas en los últimos nueve años y medio, y para encontrar 2.899 candidatos a exoplanetas. En todo este tiempo, Kepler ha estudiado 530.506 estrellas y ha cambiado nuestra comprensión sobre los sistemas solares de la Vía Láctea.
«Kepler ha superado todas nuestras expectativas y allanó el camino de nuestra exploración y búsqueda de vida en el Sistema Solar y más allá», señaló el director adjunto del Departamento de Misiones Científicas de la NASA, Thomas Zurbuchen, en un comunicado.
La agencia espacial explicó que el motivo de ponerle fin a la misión es que Kepler se ha quedado sin el combustible necesario para las operaciones científicas, hecho que estaba previsto, y que, por ese motivo, la NASA ha optado por retirar el telescopio dentro de su órbita actual, lejos de la Tierra.
En este momento, el instrumento está en una órbita en torno al Sol y a una distancia de la Tierra de 151.300 millones de kilómetros, y se espera que poco a poco se vaya alejando, de forma segura.
Los descubrimientos de Kepler
Kepler ha sido el telescopio que le ha permitido a los astrónomos descubrir que hay más planetas que estrellas en la Vía Láctea, que casi todas estas tienen, por lo menos, un planeta en su órbita, y que hay sistemas solares de hasta ocho mundos.
Además, ha mostrado que los exoplanetas son diversos, en tamaño y naturaleza, y que el tipo de mundo más abundante no existe en el Sistema Solar: se trata de un objeto mayor que la Tierra y menor que Neptuno del que apenas sabemos nada.
Búsqueda de vida
También ha revelado que los planetas rocosos, de tamaño similar a la Tierra, son abundantes. Los análisis más recientes muestran que del 20 al 50 por ciento de las estrellas probablemente tienen planetas de este tipo a su alrededor, y que además están ubicados en la zona habitable de sus estrellas.
Esto quiere decir que están ubicados a distancias de sus estrellas donde el agua líquida, un ingrediente vital para la vida tal como la conocemos, podría acumularse en la superficie del planeta.
«La búsqueda de planetas es la búsqueda de vida», dijo Natalie Batalha, científica de Kepler, durante una conferencia celebrada en 2017. «Estos resultados serán la base para la futura búsqueda de vida».
Por otro lado, la NASA subrayó que «muchos» de los exoplanetas descubiertos a través de Kepler «podrían ser lugares prometedores para la vida».
«No solo nos mostró cuántos planetas podrían estar ahí afuera, sino que generó un campo de investigación completamente nuevo. (…) Sus descubrimientos han arrojado una nueva luz sobre nuestro lugar en el Universo», agregó Zurbuchen.
Antes de Kepler y después de Kepler
El fundador de la misión Kepler, William Borucki, recordó que cuando se empezó a concebir la idea de buscar planetas habitables, hace 35 años, la humanidad «no sabía de un solo planeta» fuera del Sistema Solar.
Sin embargo, «ahora que sabemos que los planetas están en todas partes, Kepler nos ha puesto en un nuevo camino lleno de promesas para que las generaciones futuras exploren nuestra galaxia», dijo el veterano investigador de la NASA.
Lanzado al espacio el 6 de marzo de 2009, el telescopio Kepler combinó técnicas para medir el brillo estelar con la cámara digital más grande equipada para las observaciones del espacio exterior en ese momento. La técnica que ha empleado en este tiempo es la de los tránsitos, que permite detectar exoplanetas cuando estos pasan por delante de sus estrellas y producen pequeños eclipses que hacen disminuir su brillo.
A pesar de todos estos logros, Kepler no ha logrado encontrar un planeta gemelo de la Tierra, porque la mayoría de los hallados están en estrellas enanas rojas y no en estrellas amarillas, como nuestro Sol. Pero ha detectado todo un zoo de planetas de lava, cubiertos por océanos o con más de un sol.
La tarea emprendida por Kepler está siendo continuada por el «Transiting Exoplanet Survey» (TESS), de la NASA, que está especializado en sondear todo el cielo en busca de estrellas cercanas con exoplanetas de periodo corto (situados muy cerca de sus estrellas).
En The New York Times, David Charbonneau, científico del Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica, ha dicho que es imposible exagerar el impacto de Kepler. «Crecí preguntándome si había otros planetas como la Tierra ahí fuera», ha dicho. «Gracias a Kepler, mi hija ya no se pregunta eso, sino cómo los exploraremos».
Fuente: ABC