En la imagen se aprecian los paneles solares y la cubierta completa, incluidos los instrumentos científicos, del aterrizador de la NASA.
Primera autofoto del aterrizador InSight en Marte. Muestra los paneles solares y la cubierta, con los instrumentos científicos, los sensores meteorológicos y la antena UHF en la parte superior – NASA / JPL-Caltech
La nave InSight de la NASA, que hace un par de semanas aterrizó en Marte [ Así te lo contamos en directo], ha utilizado una cámara en su brazo robótico para hacer lo que haría cualquier recién llegado a un lugar exótico: hacerse su primer selfie. La imagen, un mosaico formado por once fotografías individuales, muestra el aterrizador por completo: sus paneles solares y su cubierta, incluidos sus instrumentos científicos.
Los miembros del equipo de la misión también han podido echar un buen vistazo al lugar de trabajo de InSight: la media luna de terreno de aproximadamente 4 por 2 metros directamente enfrente de la nave espacial. Allí es donde la sonda del tamaño de un piano analizará las entrañas del planeta y buscará la presencia de «martemotos», terremotos marcianos. Esta imagen es también un mosaico compuesto por 52 fotos.
El espacio de trabajo donde InSight colocará sus instrumentos científicos (en las líneas moradas) – NASA / JPL-Caltech
En las próximas semanas, los científicos e ingenieros pasarán por el minucioso proceso de decidir dónde se colocarán los instrumentos de la nave en este espacio de trabajo. Luego, ordenarán al brazo robótico de InSight que coloque cuidadosamente el sismómetro (SEIS) y la sonda de flujo de calor (HP3) en las ubicaciones elegidas. Ambos funcionan mejor en terrenos nivelados, y los ingenieros quieren evitar colocarlos en rocas de más de 1,3 cm de altura.
La «caja de arena»
«La casi ausencia de rocas, colinas y hoyos significa que (el lugar) será extremadamente seguro para nuestros instrumentos», dice el investigador principal de InSight, Bruce Banerdt, del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA en Pasadena, California (EE.UU.). «Este terreno podría parecer bastante simple si no estuviera en Marte, pero estamos contentos de ver que es así», reconoce.
El equipo de InSight eligió deliberadamente para el arriesgado aterrizaje de siete minutos una región llamada Elysium Planitia que está relativamente libre de rocas. Aun así, el lugar resultó incluso mejor de lo que esperaban. La nave espacial se asienta en lo que parece ser un «hueco» casi libre de rocas, una depresión creada por el impacto de un meteorito que luego se llenó de arena. Eso debería facilitar que uno de los instrumentos de InSight, la sonda de flujo de calor, alcance su objetivo de 5 metros debajo de la superficie.
Fuente: ABC