Es la tercera sonda que estalla, si bien por primera vez logró alcanzar 10 kilómetros de altitud y tocó el suelo de una pieza.
El prototipo Starship SN10 aterrizó con éxito después de un vuelo de prueba a gran altitud este miércoles, un hito importante para SpaceX y sus ambiciones para llevar al primer hombre a Marte. Sin embargo, la felicidad solo les duraba ocho minutos: una vez en el suelo, la sonda explotaba en una impresionante bola de fuego, convirtiéndose en la tercera nave en pruebas que acaba en llamas después de los fracasos en las pruebas de lanzamiento de los prototipos SN8 y SN9.
El SN10 se lanzó desde la sede de SpaceX en el sur de Texas, a las 24.15 hora española. Como estaba previsto, se elevó 10 kilómetros y, después de 6 minutos y 20 segundos, volvió a posarse sobre el suelo en un aterrizaje suave, el primero con éxito de los tres lanzamientos realizados después del primero en diciembre del año pasado y el segundo a principios de este mes de febrero. «¡La nave espacial SN10 ha aterrizado en una sola pieza!», afirmaba a través de las redes sociales Elon Musk, el controvertido fundador de SpaceX.
Sin embargo, poco tiempo más tarde, las llamas eran visibles al pie del cohete y, unos minutos después, una gran explosión lanzó la nave al aire, que se hizo añicos al caer al suelo.
Aún así, Musk y la compañía afirmaban que la operación había sido una victoria a pesar de la explosión final. «¡El equipo de SpaceX está haciendo un gran trabajo! Un día, la verdadera medida del éxito será que los vuelos de Starship se hayan convertido en algo común», agregó el fundador de SpaceX. «Como si la prueba no fuera lo suficientemente emocionante, SN10 experimentó un desmontaje rápido y no planificado poco después del aterrizaje», bromeó SpaceX en su sitio web, si bien aún no ha explicado públicamente los motivos que llevaron a la nave al explosivo final.
Estas pruebas se están llevando a cabo en un área casi desierta alquilada por SpaceX, en el extremo sur de Texas, cerca de la frontera con México y en el borde del Golfo de México, un área desierta para causar posibles víctimas.
Elon Musk se imagina algún día lanzando varias de estas naves para conquistar Marte. Pero inicialmente podría resultar útil para viajes más cercanos, especialmente a la Luna. Es en este vehículo donde se supone que el multimillonario japonés Yusaku Maezawa dará una vuelta completa alrededor de nuestro satélite, en teoría en 2023, un viaje al precio confidencial. En un vídeo publicado en su cuenta de Twitter el miércoles, invitó a ocho personas «de todo el mundo» a unirse a él. Los aspirantes a astronautas deben preinscribirse antes del 14 de marzo y una primera selección debe realizarse una semana después.
Cómo es Starship
Starship consta de dos elementos: una nave espacial de 50 metros llamada Starship y un cohete gigante conocido como Super Heavy, de 120 metros, ambos diseñados para ser totalmente reutilizables. Ambos estarán propulsados por el motor Raptor de próxima generación de SpaceX: seis para Starship y unos 30 para Super Heavy. La idea es que gradualmente se eliminen el resto de vehículos y cohetes (como los existosos cohetes Falcon e incluso la cápsula Dragon, que ya está llevando astronautas a la Estación Espacial Internacional y que será el método de transporte de las siguientes misiones tripuladas a la Luna) y las naves Starship sean el único modo de volar al espacio con SpaceX.
Fuente: ABC