Desde una discreta oficina en el estado estadounidense de Maryland, el científico Brett Sapper tiene la inmensa responsabilidad de conducir un satélite que busca revelar los enigmas del Sol.
Sapper se encarga de las operaciones de vuelo del Observatorio de Dinámicas Solares (SDO), una nave de la agencia espacial estadounidense NASA que busca entender los humores impredecibles de nuestra estrella -con sus erupciones, sus misteriosas manchas oscuras y sus intensos destellos- y determinar el impacto que eso puede tener sobre nosotros en la Tierra.
Para lograr este objetivo -que requiere de años de investigación y desarrollo- la nave espacial que controla Sapper fue diseñada para comportarse como "el ojo de la NASA en el Sol": un cuerpo capaz de observar nuestra estrella casi sin interrupciones, grabando cada detalle mínimo de su comportamiento como si fuera una película de alta definición que nunca concluye.
Por esa observación permanente, la cantidad de datos y fotografías que el SDO envía de regreso a la Tierra es casi tan grande como la misma meta que tienen los astrónomos: se estima que el satélite transmitirá hasta 50 veces más información científica que cualquier misión en la historia de la NASA, algo así como el equivalente a descargar medio millón de canciones al día durante mínimo cinco años.
Para averiguar cómo Sapper controla esta nave espacial y qué hacen los astrónomos con el aluvión de datos -que ya alcanza las 140 millones de imágenes del Sol- BBC Mundo visitó el centro de operaciones del SDO, en el centro espacial Goddard de la NASA, en Greenbelt, Maryland.

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