La pequeña ciudad desértica de Mojave es un escenario poco probable para los vuelos espaciales comerciales.

Pero por lo menos 12 empresas fabricantes de cohetes y vehículos destinados al transporte de todo tipo de carga - desde satélites a pasajeros- están instaladas en este poblado ubicado a 200 kilómetros de Los Ángeles, California.

Y la nueva forma en la que ahora están trabajando con la NASA podría suponerle la salvación a la agencia espacial estadounidense.

Mojave fue alguna vez la terminal de la línea de tren de 20 vagones tirados por mulas que transportaba bórax en el Valle de la Muerte en la década de 1880.

Ahora se está convirtiendo en el centro de transporte para una nueva frontera: el espacio.

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