Estados Unidos busca recuperar su autonomía en el acceso a la Estación Espacial Internacional con dos naves construidas por empresas privadas, Boeing y SpaceX.
Desde 2011 Estados Unidos no lanzaba al espacio una nave espacial con tripulación. Ahora, siete años después, la NASA ha anunciado los nombres de los primeros astronautas que volverán a salir al espacio desde suelo estadounidense. Lo harán en dos naves que han sido construidas por las empresas Boeing y SpaceX, que primero tienen previsto experimentar sin tripulación, para después enviar al espacio a los primeros astronautas en vuelos de prueba.
Estados Unidos pretende recuperar así la autonomía que perdió en 2011 cuando puso fin a su programa de transbordadores espaciales, una decisión que tomó el presidente George W. Bush en el año 2004. El fin de las misiones tripuladas desde suelo estadounidense dejó en manos de Rusia el monopolio del acceso a la Estación Espacial Internacional (I.S.S., en sus siglas en inglés), a la que Estados Unidos ha accedido desde entonces haciendo uso de la nave Soyuz de Rusia. El precio de cada asiento en la nave rusa tuvo un coste de 40 millones de dólares hasta 2016, que se duplicó hasta los actuales 81 millones de dólares por billete.
El plan de la NASA es que las nuevas naves, bautizadas como CST-100 Starliner y Crew Dragon, empiecen a operar el próximo año, cuando está previsto que llegue a su fin el contrato con la Soyuz.
Los primeros nueve astronautas
Algunas voces han alertado, sin embargo, de que el proyecto de la NASA va con retraso respecto al plan previsto, lo que podría provocar que Estados Unidos esté un tiempo sin poder acceder a la I.S.S., dado que el acuerdo con Rusia acaba en noviembre de 2019. Los vuelos con tripulación se han ido retrasando a lo largo del tiempo por dificultades técnicas.
En su anuncio en el Centro Espacial Johnson, en Houston, el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, celebró el que calificó como «un día emocionante y extraordinario». En el acto presentó a los nueve astronautas que participarán en los primeros cuatro vuelos de ambas naves. Dos de ellos serán de prueba, los siguientes ya en misión oficial.
La nave Crew Dragon, construida por la compañía SpaceX, tiene previsto realizar un test sin pasajeros el próximo mes de noviembre. Si el resultado es positivo, probará con tripulación en abril de 2019. La CST-100 Starliner de la compañía Beoing ha anunciado su test para finales de este año o principios del próximo, con el propósito de enviar tripulación al espacio para mediados del próximo año. Ambas compañías están colaborando igualmente con Bigelow Aerospace, una empresa de Las Vegas que busca construir estaciones espaciales privadas de uso comercial.
Fuente: ABC