La pieza, de casi un kilo de peso y el tamaño de la palma de una mano, forma parte del equipo utilizado para montar nuevas baterías en la plataforma orbital en 2021. Sobrevivió a la entrada en la atmósfera y atravesó el tejado y dos pisos de la vivienda.
Imagen del objeto y de los daños causados en la vivienda de Florida fotografiados por su propietario y publicados en X ALEJANDRO OTERO EN X
El pasado 8 de marzo, un objeto llegado del cielo se estrelló contra la vivienda de una familia en la ciudad costera de Naples, en Florida (EE.UU.). El propietario, Alejandro Otero, publicó en la red social X que el objeto, de alrededor de un kilo de peso y el tamaño de la palma de la mano, atravesó el techo y dos pisos y estuvo a punto de herir a su hijo, que se encontraba solo en casa en una habitación cercana. Poco después del incidente, Otero escribió un nuevo tuit en el que expresaba que el objeto era parte de una plataforma de carga repleta de baterías viejas desechadas de la Estación Espacial Internacional (ISS) en marzo de 2021. Estaba en lo cierto.
Un análisis del objeto llevado a cabo por la NASA en el Centro Espacial Kennedy confirma la procedencia de la pieza. En marzo de 2021, los controladores terrestres de la NASA utilizaron el brazo robótico de la ISS para liberar una plataforma de carga que contenía baterías antiguas de hidruro de níquel de la estación después de la entrega e instalación de nuevas baterías de iones de litio como parte de las mejoras de energía en el puesto orbital. La masa total del hardware liberado desde la estación espacial fue de aproximadamente de 2.630 kilos. Se esperaba que el hardware se quemara por completo durante la entrada a la atmósfera de la Tierra el pasado 8 de marzo. Sin embargo, una pieza sobrevivió al reingreso e impactó la casa de Naples.
Los técnicos de la NASA completaron una evaluación de las dimensiones y características del objeto en comparación con el hardware lanzado y realizaron un análisis de materiales. Según el examen, la agencia determinó que los escombros eran un montante del equipo de apoyo de vuelo de la NASA utilizado para montar las baterías en la plataforma de carga. El objeto está hecho de la aleación de metal Inconel, pesa algo menos de un kilo, mide 10 cm de altura y 4 cm de diámetro.
Una mujer herida
Los especialistas de la NASA utilizan modelos de ingeniería para estimar cómo los objetos se calientan y se rompen durante el reingreso a la atmósfera. Estos modelos requieren parámetros de entrada detallados y se actualizan periódicamente cuando se descubre que los desechos han sobrevivido al reingreso atmosférico y han impactado contra el terreno. La estación espacial realizará una investigación detallada para determinar la causa de la supervivencia de los escombros y actualizar los modelos y análisis, según sea necesario.
La NASA ha dicho en un post que sigue comprometida a operar responsablemente en la órbita terrestre baja y a mitigar el mayor riesgo posible para proteger a las personas en la Tierra cuando se deba liberar hardware espacial.
Por el espacio se mueven sin control alrededor de 5.400 objetos de un metro de diámetro, 34.000 que superan los 10 centímetros de largo, 900.000 de más de un centímetro y más de 130 millones por encima del milímetro. Entre estos pequeños trozos hay tornillos que pueden alcanzar los 28.000 kilómetros por hora y agujerear un satélite como si fuera mantequilla.
A pesar de que pueda parecer una amenaza, es muy poco probable que la basura espacial dañe a alguien o una propiedad. La única persona conocida en todo el mundo víctima de algo semejante es Lottie Williams de Tulsa, Oklahoma (EE.UU.), quien fue golpeada por un pequeño pedazo de escombros espaciales en 1996, pero no sufrió lesiones significativas.
Sí son algo más comunes los sustos dados por meteoritos. La International Comet Quarterly, de la Universidad de Harvard, elabora la lista de estos impactos, que han agujereado tejados de vehículos y viviendas, hiriendo incluso a algunos de sus ocupantes. Recoge cabezas de ganado y caballos muertos, pero no personas. Entre los casos más recientes, un meteorito metálico de 6 pulgadas que atravesó el techo de una casa en mayo de 2023 en Nueva Jersey (EE.UU.). En febrero del mismo año, otro meteorito impactó en un balcón cerca de Matera, Italia.
Fuente: ABC