La misión Kepler de la NASA ha confirmado su primer exoplaneta en la zona habitable

La misión Kepler de la NASA ha confirmado su primer exoplaneta en la "zona habitable" en torno a una estrella, la región donde el agua líquida podría existir en la superficie del planeta. Kepler también ha descubierto más de 1.000 candidatos a nuevos planetas, casi duplicando el número previamente conocido. Diez de estos candidatos son de un tamaño parecido a la Tierra y órbitan en la zona habitable de su estrella anfitriona. Los candidatos requieren observaciones de seguimiento para verificar que son planetas reales.

   El planeta recién confirmado, Kepler-22b, es el más pequeño encontrado hasta ahora orbitando en el centro de la zona habitable de una estrella similar a nuestro sol. El planeta tiene aproximadamente 2,4 veces el radio de la Tierra. Los científicos aún no saben si Kepler-22b tiene una composición predominantemente rocosa, gaseosa o líquida, pero su descubrimiento es un paso más cerca de encontrar planetas como la Tierra.

   Investigaciones previas sugerían la existencia de planetas cercanos al tamaño de la Tierra en zonas habitables, pero la confirmación clara resultó difícil de alcanzar. Otros dos planetas pequeños orbitando estrellas más pequeñas y frías que nuestro Sol fueron confirmados recientemente en los bordes de la zona habitable, con órbitas más parecidas a las de Venus y Marte.

La misión Kepler de la NASA ha confirmado su primer exoplaneta en la "zona habitable" en torno a una estrella, la región donde el agua líquida podría existir en la superficie del planeta. Kepler también ha descubierto más de 1.000 candidatos a nuevos planetas, casi duplicando el número previamente conocido. Diez de estos candidatos son de un tamaño parecido a la Tierra y órbitan en la zona habitable de su estrella anfitriona. Los candidatos requieren observaciones de seguimiento para verificar que son planetas reales.

   El planeta recién confirmado, Kepler-22b, es el más pequeño encontrado hasta ahora orbitando en el centro de la zona habitable de una estrella similar a nuestro sol. El planeta tiene aproximadamente 2,4 veces el radio de la Tierra. Los científicos aún no saben si Kepler-22b tiene una composición predominantemente rocosa, gaseosa o líquida, pero su descubrimiento es un paso más cerca de encontrar planetas como la Tierra.

   Investigaciones previas sugerían la existencia de planetas cercanos al tamaño de la Tierra en zonas habitables, pero la confirmación clara resultó difícil de alcanzar. Otros dos planetas pequeños orbitando estrellas más pequeñas y frías que nuestro Sol fueron confirmados recientemente en los bordes de la zona habitable, con órbitas más parecidas a las de Venus y Marte.

EN BUSCA DEL GEMELO DE LA TIERRA
   "Este es un importante hito en el camino para encontrar gemelo de la Tierra", dijo Douglas Hudgins, científico del programa Kepler de la NASA en Washington.

   Kepler descubre planetas y planetas candidatos mediante la medición de las caídas en el brillo de más de 150.000 estrellas debido a planetas que se cruzan por delante. Kepler requiere por lo menos tres tránsitos para verificar una señal de un planeta.

   "La fortuna nos sonrió con la detección de este planeta", dijo William Borucki, investigador principal de Kepler del Ames Research Center de la NASA, quien dirigió el equipo que descubrió Kepler-22b. "El primer tránsito fue capturado tan sólo tres días después de que Kepler quedase operativamente preparado. Fuimos testigos del tercer tránsito en el verano de 2010".

   El equipo científico de Kepler utiliza los telescopios terrestres y el Telescopio Espacial Spitzer para revisar las observaciones de planetas candidatos que la nave espacial encuentra. El campo de estrellas que Kepler observa en las constelaciones Cygnus y Lyra sólo puede ser visto desde observatorios terrestres en la primavera y hasta principios de otoño. Los datos de estas otras observaciones ayudan a determinar qué candidatos se pueden validar como planetas.

TARDA 290 DÍAS EN ORBITAR SU ESTRELLA
   Kepler-22b se encuentra a 600 años luz de distancia. Mientras que es más grande que la Tierra, su órbita de 290 días alrededor de una estrella similar al Sol se asemeja a la de nuestro mundo. La estrella del planeta anfitrión pertenece a la misma clase que nuestro sol, llamado tipo-G, aunque es ligeramente más pequeña y fría.

   De los 54 candidatos a planetas en zona habitable comunicados en febrero pasado, Kepler-22b es el primero en ser confirmado. Este hito se publicará en The Astrophysical Journal.

   Desde el último catálogo que fue publicado en febrero, el número de planetas candidatos identificados por Kepler se ha incrementado en un 89 por ciento y asciende actualmente a 2.326. De estos, 207 son aproximadamente del tamaño de la Tierra, 680 son super tamaño de la Tierra, 1.181 son del tamaño de Neptuno, 203 son del tamaño de Júpiter y 55 son más grandes que Júpiter.

   Los resultados, basados en observaciones realizadas desde mayo 2009 hasta septiembre de 2010, muestran un incremento importante en el número de candidatos a planeta de menor tamaño.

   Kepler observó muchos grandes planetas en órbitas pequeñas al comienzo de su misión, que se reflejaron en el comunicado de febrero. Después de haber tenido más tiempo para observar tres tránsitos de planetas con periodos orbitales, los nuevos datos sugieren que los planetas entre una a cuatro veces el tamaño de la Tierra pueden ser abundantes en la galaxia.

   Hay 48 candidatos a planetas en la zona habitable de su estrella. Si bien esto es una disminución de los 54 reportados en febrero, el equipo de Kepler ha aplicado una definición más estricta de lo que constituye una zona habitable en el nuevo catálogo, para tener en cuenta el efecto de calentamiento de la atmósfera en periodos orbitales más largos.

   "El tremendo crecimiento en el número de candidatos tamaño de la Tierra nos dice que nos acercamos a los planetas para los que Kepler fue diseñado: los que no sólo son del tamaño de la Tierra, sino que también son potencialmente habitables", dijo Natalie Batalha, responsable del equipo de Kepler en la San Jose State University en California.

Fuente: EUROPA PRESS

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