Un científico holandés de la firma Universe Architeture, Janjaap Ruijssenaars, ha creado el concepto de edificación mediante impresión 3D sin fin, creada a partir de materiales que se pueden reproducir mediante esta tecnología con materiales disponibles en el entorno y que luego pueden ser reforzados.
Otra compañía, Studio Softkill, anunció recientemente un nuevo concepto de diseño llamado Protohome que utiliza piezas impresas fibrosas para la construcción de una "red" en lugar de una masa sólida en la construcción de una casa.
Ahora, la Agencia Espacial Europea (ESA) y el estudio de arquitectura Foster + Partners han decidido investigar aplicaciones espaciales de la impresión en 3D, y están explorando la idea de utilizar la impresión en tres dimensiones para crear edificios, pero no en la Tierra.
Un científico holandés de la firma Universe Architeture, Janjaap Ruijssenaars, ha creado el concepto de edificación mediante impresión 3D sin fin, creada a partir de materiales que se pueden reproducir mediante esta tecnología con materiales disponibles en el entorno y que luego pueden ser reforzados.
Otra compañía, Studio Softkill, anunció recientemente un nuevo concepto de diseño llamado Protohome que utiliza piezas impresas fibrosas para la construcción de una "red" en lugar de una masa sólida en la construcción de una casa.
Ahora, la Agencia Espacial Europea (ESA) y el estudio de arquitectura Foster + Partners han decidido investigar aplicaciones espaciales de la impresión en 3D, y están explorando la idea de utilizar la impresión en tres dimensiones para crear edificios, pero no en la Tierra.
En su lugar, los equipos de ingeniería de ambas partes están investigando las propiedades del suelo lunar, conocido como regolito, para ver si este material podría ser utilizado para imprimir "ladrillos" para una base lunar, solución al problema de tener que transportar los materiales de construcción de nuestro planeta.
Asi funcionaría el plan: Una cápsula, que alberga la impresora 3D, se envía a la superficie de la luna. Una vez aterrizada, una cúpula inflable que puede albergar a cuatro personas brota como una base, y luego capas de regolito se construyen para cubrir la forma inflable – operada por un robot – para solidificar una capa protectora.
Una vez completa, la base lunar debe ofrecer protección contra meteoritos, radiación gamma y las fluctuaciones de alta temperatura. El lugar previsto para el nuevo edificio está en el polo sur de la luna, informa SmartPlanet.
Por suerte, el regolito existe en la Tierra también y se han realizado pruebas preliminares. Los investigadores han creado una maqueta de 1,5 toneladas en una cámara de vacío para reproducir condiciones típicas lunares. Quizás en el futuro esto será una manera de comenzar nuevas exploraciones lunares al tiempo que ofrece protección adicional a futuras bases.
Fuente: Europa Press