El perdurable interés humano por conocer el cielo estrellado.
Por Franco Giorda
La Asociación Entrerriana de Astronomía cumple hoy 40 años. El romanticismo de los iniciadores y la perseverancia de quienes le siguieron, han logrado el sostenimiento de esta organización civil que se dedica al estudio y la divulgación del conocimiento espacial. En correspondencia, tanto la sociedad como la comunidad científica le han brindado su reconocimiento.
El afán por conocer el cosmos se remonta a los orígenes mismos de la humanidad. A lo largo de las generaciones, el hombre ha avanzado en la observación y exploración del firmamento. La curiosidad por el abismo en el que gira el planeta despierta pasiones que han llevado a realizar proezas de diferentes escalas. Desde los viajes espaciales hasta la conformación de organizaciones de aficionados, los humanos afrontan uno de los temas más inquietantes: el espacio sideral.
En esta aventura de la humanidad, la sociedad civil de la provincia tiene su capítulo. Un puñado de apasionados por el universo han logrado llevar adelante durante cuatro décadas la Asociación Entrerriana de Astronomía, una entidad sin fines de lucro cuyo propósito es “el estudio y la divulgación de la astronomía y las ciencias afines” (según dice su estatuto) en el mar embravecido de la economía y la política vernáculas.
Lo que los mantuvo unidos y sin claudicaciones fue “la necesidad de reunirnos y compartir la pasión por esta ciencia” dijo a EL DIARIO, el actual presidente y uno de los fundadores de la AEA, Luis Trumper. Él junto a otros miembros de la institución dialogaron con este cronista sobre cómo es vivir mirando el firmamento sin dejar de hacer pie en la tierra.
A la entrevista realizada en esta Hoja concurrieron Walter Latrónico, Mariano Peter, Camilo Sattler, Laura Lauman, Luís Trumper y Juan Pablo Lescano.
Hoy hace exactamente 40 años que una docena de entusiastas firmaron las actas fundacionales de la asociación que tiene la virtud de ser una de las primeras en su tipo en el país y de contar con una trayectoria que les permite el reconocimiento tanto social como de la comunidad científica.
“Hace 40 años no existían las redes sociales, ni las comunicaciones estaban tan aceitadas. Así es que fue un desafío desarrollarse y evolucionar en el campo de la astronomía cuando no había contacto con pares y colegas. Todo lo que veíamos eran revistas del exterior muy difíciles de importar” recuerda Trumper en relación con los inicios.
Sin dudas que la revolución tecnológica ha permitido la consolidación de este proyecto que, salvo excepciones, no ha tenido apoyo sostenido del Estado ni del sector privado. En este sentido, Camilo Sattler, uno de los integrantes de la AEA dijo que “nosotros logramos fotografías tan bonitas como las del Hubble (el telescopio espacial que construyó la NASA y la Agencia Espacial Europea)”.
HITOS. Dado que el primer paso tal vez sea el más difícil de dar, siempre se recuerda con mayor énfasis el momento fundante. Por cierto, se requiere de un espíritu ciertamente romántico, como dijo el propio Trumper, para emprender la misión que asumieron los primeros. No obstante, el trabajo sostenido a lo largo de las décadas ha dado lugar a otros hitos que consolidaron esta organización destinada al conocimiento.
Por ejemplo, sus integrantes recuerdan con especial orgullo la construcción del observatorio en Oro Verde durante 1986. Ese hecho tuvo trascendencia nacional y fue la excusa para que el Congreso de Astronomía de Argentina de ese año se realizara en Paraná. Por primera vez los astrónomos profesionales salieron de los centros habituales de Córdoba y La Plata. El encuentro también es recordado por la numerosa cantidad participantes que atrajo ya que el paso del cometa Halley había generado la producción de muchos trabajos científicos. “Fue un momento inolvidable”, sintetizó Trumper.
ESPECIALIDADES. La AEA cuenta con tres departamentos: Divulgación y Educación; Astrofotografía; e Investigación. En ese marco, cada integrante canaliza sus gustos e intereses. Por ejemplo, hay quienes se abocan a la fotografía de los objetos celestes; otros se dedican a conocer sobre astronáutica, astrofísica, el sistema solar, los meteoritos o los asteroides.
Así es que realizan estudios que se publican en revistas especializadas. Por ejemplo, las investigaciones que han realizado sobre los fenómenos que ocurren en la luna les valió la dirección actual de la Sección Lunar de la Liga Iberoamericana de Astronomía.
METEORITO. Otro de los hechos que enaltece a la AEA fue el avistaje, el hallazgo, la recolección y el análisis de los restos del meteorito que ingresó en la atmósfera en 2008 y que aterrizó en Colonia Berduc (Entre Ríos). Fue Mariano Peter el que se encargó con obsesión de este tema y llegó a publicar en una revista internacional el descubrimiento.
Este trabajo los posicionó a nivel global y recibieron la consulta de centenares de medios de comunicación. Un dato que da cuenta de la trascendencia del aporte es que el día del descubrimiento colapsó la página www.astroentrerios.com.ar (sitio de la organización).
TRABAJO. El observatorio fue levantado por albañiles y también por el trabajo manual de los astrónomos aficionados. Este tipo de tareas, más vinculada a la resolución de problemas terrestres antes que estelares, se mantiene hasta el presente.
Los miembros dicen, entre risas, que “nunca terminamos de hacer los arreglos necesarios. Siempre hay que resolver problemas de humedad, pintura, mantenimiento, etc.” Esos costos se afrontan con el cobro de una entrada.
POLÍTICA. El dispositivo ubicado en Oro Verde fue construido a partir de un subsidio del gobierno provincial durante la primera gobernación de Sergio Montiel. A su vez, en la gestión municipal de Blanca Osuna se entregaron fondos para la compra de un domo geodésico y fue entregado en comodato un terreno del Parque Nuevo para su instalación. En la actual intendencia de Sergio Varisco se impulsa la idea de un parque astronómico. Al mismo tiempo, la AEA ha sido declarada de interés en varios niveles legislativos.
Haciendo las anteriores salvedades, los divulgadores de la astronomía expresaron que, más bien, ha primado la indiferencia de parte de los representantes políticos. “A pesar que cada vez que asume un gobierno nosotros nos presentamos, en general, la actitud de los gobernantes ha sido muy floja” dijeron.
PARQUE. Para el futuro, la AEA quiere construir un planetario que funcione como un centro de alfabetización científica. En este sentido, expresaron que hay avances en el diálogo con el Municipio. “Somos optimistas”, expresaron. Dado los antecedentes de este grupo de divulgadores no sería extraño, pues, que Paraná cuente con un nuevo espacio para el conocimiento de la tierra y el cielo.
La presentación de AEA
Luís Trumper estuvo, a los 16 años, en la primera hora de la AEA y guarda el recorte de EL DIARIO en el que se anuncia el inicio de esta organización civil abocada, nada más y nada menos, que al estudio y divulgación de la ciencia astronómica.
AL MARGEN
En la actualidad, la AEA cuenta aproximadamente con 30 miembros activos que se dedican a diferentes actividades relacionadas a la astronomía.
Franco Giorda para El Diario
