Desde hace tiempo, diferentes estudios científicos ‘jugaban’ con la posibilidad de que las grandes presiones existentes en el interior de los grandes planetas gaseosos del Sistema Solar convirtieran el carbón en diamantes. Ahora, un equipo de científicos estadounidenses, liderados por Mona Delitsky, del Californian Speciality Engineering, y Kevin Baines, de la Universidad de Wisconsin Madison, han asegurado que es posible.
Según han explicado los autores del trabajo, publicado en ‘Nature’, las moléculas de metano que golpean las atmósferas superiores de Saturno y Júpiter liberan átomos de carbono, que se pegan unos sobre otros, formando partículas más grandes de hollín de carbón.
A medida que estas partículas caen desde la atmósfera, formada por capas cada vez más densas de hidrógeno gaseoso y líquido, hacia los núcleos rocosos de los planetas, experimentan cada vez mayor presión y mayores temperaturas.
Es así como el hollín se comprime en grafito, y luego en diamantes sólidos antes de llegar a una temperatura de aproximadamente 8000°C, cuando el diamante se funde, formando gotas de lluvia de diamantes líquidos.
Lo que este trabajo viene a determinar es que en el interior de Saturno las condiciones son las adecuadas para que se produzca este «granizo» de diamantes, a partir de una profundidad de cerca de 6.000 kilómetros en la atmósfera y que se extiende por otros 30.000 kilómetros por debajo.
Según Baines, se estima que Saturno puede albergar cerca de 10 millones de toneladas de diamantes producidos de esta manera y, en gran parte formado por rocas del tamaño de un milímetro y tal vez algunos fragmentos que abarcan hasta los 10 centímetros. «Si hubiera un robot allí, podría recoger los diamantes que llueven», ha señalado el autor.
Sin embargo, esta investigación tiene sus detractores, que argumentan que este equipo no ha tenido en cuenta adecuadamente la termodinámica. El metano forma una fracción muy pequeña de las atmósferas, con mayoría de hidrógeno, de Júpiter y Saturno (0,2% y 0,5%, respectivamente). En tales sistemas diluidos, «la termodinámica favorece mezclas», apunta el experto del Instituto de Pasadena (California) David Stevenson.
«Son los mismos términos de esta teoría que explican por qué una pequeña cantidad de azúcar o sal se disuelve en una gran cantidad de agua, sobre todo a altas temperaturas», ha añadido.
También el físico del Instituto Fritz Haber (Alemania), Luca Ghiringhelli, se ha mostrado escéptico con este trabajo. A su juicio, «es muy optimista sacer conclusiones sobre la existencia de diamantes en Saturno de los escasos datos que se tienen y sin un modelo convincente».
Fuente: Europa Press