Impacto en Rosario – 1932

Un posible “Micro Tunguska” de entrecasa

Por Edgardo Rolan Minniti Morgan

No hace mucho manifestamos “a medida que se avanza en la exploración del espacio próximo, se acentúa la certeza de que es poco lo que conocíamos realmente del mismo cuando se dejaban  de lado las estructuras planetarias y satelitales visitadas por sondas, para penetrar en el ámbito de los cuerpos  menores de nuestro sistema solar. La historia reciente es elocuente de ello”. Sí, hoy en base a un hecho extraño acaecido el 13 de Abril de 1932 en la ciudad de Rosario, podemos agregar algunos elementos de juicio que permitan ampliar el conocimiento adquirido hasta la fecha sobre esas estructuras, incorporando a las mismas un nuevo protagonista: los “Mini cometas” (O “Micro cometas”, si se prefiere extendiendo abusivamente el lenguaje).
Investigando para una relación de la astronomía en la ciudad de Santa Fe, en la que actuamos intensamente durante muchos años, sorpresivamente nos encontramos con un evento inesperado que fuera registrado por la crónica cotidiana como “un rayo” y olvidado a poco de dar vuelta la página de nuestra historia menor.
El análisis de los acontecimientos nos ha sorprendido profundamente; pues los mismos ponen en evidencia un fenómeno del cual no teníamos antecedentes a esa escala y solo existen dos posibilidades que lo puedan explicar, a nuestro limitado juicio:
– El impacto de un “Mini cometa” o “Micro cometa” (Trozo de hielo, pues no se registran impactos de objetos a nivel del suelo, ni lluvia de partículas sólidas).
– Una extraordinaria descarga eléctrica atmosférica “en seco” provocada por material en suspensión cargado electrostáticamente por efecto de las corrientes de chorro en altura; pues la precipitación  de cenizas volcánicas probablemente asociadas por ese “efecto capacitor”, se acusa intensamente en la región.
Veamos algunos hechos anteriores antes de dedicarnos a lo elocuentemente expuesto en la prensa sobre el tema aludido.

Frente a tales eventos extraños por cierto, no podemos dejar de destacar nuevamente el extraño eclipse de Sol observado desde la ciudad de Río Cuarto el 11 de Noviembre de 1885 a las 9 horas local o el fenómeno singular ocurrido en el Observatorio de Córdoba  en la noche del 4 de mayo de 1916. Entonces la Dra Anna Stelle Glancy se preparaba para observar con el Gran Ecuatorial el cometa Neujmin, cuando pasadas las 21 horas detectó un objeto extraño, con aspecto de cometa, en el horizonte occidental en cercanías de la brillante estrella Alfa Pavonis. De forma recta, de unos 8 o 10 grados de largo; el objeto mostraba un movimiento inusualmente rápido, unos 10 grados en una hora. 
Junto con el Dr. Perrine, director, lograron determinar cuatro posiciones utilizando el buscador del gran ecuatorial. Basados en las mismas, en un primer momento estimaron que se podría ver el objeto en el cielo de mañana, pero nada pudo ser detectado al día siguiente. Ello también es elocuente de la circulación próxima de ese proyectil cósmico que se habría precipitado al Sol.
Conocemos bastante de la dinámica de los procesos de fragmentación asteroidales, de los que son una muestra los cráteres y fragmentos meteoríticos pertenecientes a la zona de dispersión meteorítica conocida como Campo del Cielo, así como el reciente estudio del equipo encabezado por Josep Trigo sobre los efectos de marea de la Tierra y Marte en la fragmentación de asteroides cercanos a la Tierra (NEA) y la consecuente caída de meteoritos. Conocemos mucho menos sobre la dinámica de fragmentación cometaria, pues, salvo el caso Tunguska y como aparentemente en Rosario durante 1932 (como veremos a continuación), no quedaron rastros en superficie.
No caben dudas; deben haber sucedido innumerables acontecimientos similares al que analizaremos a lo largo de la historia de la humanidad. 


 
Efectos de la onda de choque en Tunguska (Academia de Ciencias de la URSS)

Así ocurrió en Siberia el 30 de Junio de 1908 y presuntamente habría vuelto a ocurrir en escala superlativamente menor en Rosario el 13 de Abril de 1932, como lo anticipáramos. Veamos lo sucedido entonces, en base a la información periodística. La misma es de Santa Fe y Buenos Aires, diarios El Orden, Santa Fe y El Litoral, de la primera; como así La Prensa, de la segunda. En el diario La Nación de la época, el autor no pudo hallar referencia alguna. Puede habérsele escapado en el fárrago de noticias contenida en los respectivos ejemplares. A diarios de Rosario no tuvo acceso.
Con grandes titulares, el diario El Orden de Santa Fe en su edición del 14 de Abril de 1932, en primera plana reproduce una información origionada en Rosario el día 13:
SOBRE EL CIELO DE ROSARIO SE HAN NOTADO AYER AL MEDIODÍA LLAMARADAS ROJIZAS
Su texto: “ROSARIO-Abril 13 – Se produjo hoy en esta ciudad un curioso e impresionante  fenómeno celeste, que tuvo además peligrosas consecuencias para muchas personas y que, en uno de los casos fue fatal. Hacia el mediodía fueron notadas en el cielo grandes llamaradas rojizas. Luego se produjeron varias descargas eléctricas y todas las personas que se hallaban en ese momento hablando por teléfono sufrieron las consecuencias de un terrible sacudón. En la esquina de las calles Lamadrid y Paraguay se proyectó una de las descargas eléctricas y fulminó al ciudadano José Pago (Tal vez un error, Pagano consiga La Prensa – n del a.) que en ese momento llegaba al lugar. Otras personas que estaban en la mencionada esquina fueron arrojadas al suelo. El fenómeno ha causado gran alarma y provocado un gran temor en toda la ciudad. Aún no se ha dado una explicación de esto”.

También el diario Santa Fe, de esa ciudad publicó en la misma fecha un suelto titulado:
UN FUERTE RAYO CAYÓ AYER EN ROSARIO
ROSARIO 13. (Austral) – Un formidable rayo cayó esta mañana en Rosario, alarmando a muchos de los que estuvieron a cierta distancia de la descarga; pues fue ruido ensordecedor que a la vez rompió los cristales de muchos edificios, entre ellos los de la Escuela Normal n° 2. En la Bolsa de Comercio destrozó dos aparatos telegráficos y  en general todas las líneas telegráficas y telefónicas, sufrieron desperfectos como consecuencia de esta terrible descarga.
El diario El Litoral, por otra parte, en su edición del propio día 13, también en primera plana expresaba:

UN FORMIDABLE RAYO CAYÓ EN ROSARIO HOY
En muchas partes de la ciudad no quedó vidrio sano

Su texto:   Rosario-13 –  “Esta mañana se precipitó sobre Rosario un rayo que ensordeció a todos cuentos estuvieron a una distancia respetable del sitio que recibió la descarga.
En muchos puntos de la ciudad se han quebrado todos los vidrios, ocurriendo además algunos desperfectos en instalaciones telegráficas y telefónicas.
Escuetamente los daños son éstos:
En la Bolsa se destruyeron dos aparatos telegráficos de uso particular; numerosas líneas telegráficas y telefónicas sufrieron perjuicios; los cristales de la Escuela Normal n° 2 se hicieron añicos; gran número de casas resultaron con los vidrios totalmente rotos.
Hasta el momento de transmitir no se tienen noticias de que hayan ocurrido daños”. (Nota de este trabajo: Debe haber omitido el despacho la palabra “otros”).

Por otra parte, La Prensa, de Buenos Aires en su ejemplar del día 14 de Abril de 1932 consigna diferencialmente, entre otras sobre las cenizas volcánicas que se hicieron sentir en el lugar:

“Inesperada descarga eléctrica
Rosario – Abril l3…
  Esta mañana se desencadenó una tormenta de agua con poco viento y ninguna descarga eléctrica, hasta las 11,25, en que cesó de llover.
   Próximamente a las 11,30, en momentos en que reinaba una completa calma en los elementos y las calles estaban muy concurridas por ser la hora en que los empleados y obreros abandonan sus ocupaciones, una chispa eléctrica de extraordinario fulgor causó explicable sorpresa en la población, siguiendo a la luz una fuerte descarga que se caracterizó por una detonación seca, sin el rodar característico del trueno que sigue siempre a la caída de los rayos.
En el local de la sucursal de LA PRENSA se produjo una gran llamarada en las instalaciones eléctricas correspondientes a la trasmisión de noticias mediante los altoparlantes, sin que felizmente hubiera que lamentar desgracias ni la destrucción de los aparatos.
Muerte de un transeúnte
Se formularon distintas apreciaciones acerca del sitio adonde había caído el rayo conociéndose momentos después que había habido una víctima de la descarga eléctrica.
Fue esta el señor José Pagano, itañliano domiciliado en la esquina de las calles Tupungato y Dorrego, jurisdicción de la coimisaría de Tiro Suizo, el cual fue fulminado por el rayo en circunstancias en que transitaba por la calle Lamadrid a la altura de la de Corrientes.
   El cadáver fue trasladado al local de la comisaría citada, tomando intervención en estos sucesos el juez de instrucción en turno”.
Cuando el autor comentó este acontecimiento al profesor de la Universidad de Rosario y ex Director del Observatorio de la B. P. C. C. Vigil, Marcelo Casciani, este le respondió  sin vacilar:
– “Un impacto”.
El hecho existió y fue registrado no solo por la prensa. Tuvo múltiples testigos presenciales y afectados; hasta una víctima. Sus causas, podrían explicarse por el impacto de un “micro cometa”  (valga el término) o trozo de hielo de un cometa  que degradó su órbita y colisionó con la Tierra; no hubo registros de caída de material a nivel del suelo, tal como ocurrió en Siberia en 1908. Deben estudiarse para la fecha la intersección de las órbitas de los cometas del Grupo de Júpiter, para acercar la posibilidad de un fragmento asociado con las mismas; en particular del cometa Kopff cuyo acercamiento se produjo un mes después y fue estudiado en Córdoba.
Existen otras causas posible, pero menos probables a juicio del autor. En la alta atmósfera comenzaron a circular en la época sobre el territorio nacional, cenizas volcánicas de erupciones acaecidas en Chile. Con las corrientes de chorro en altura, estas nubes bien pudieron cargarse electrostáticamente; debemos recordar que las masas de roca son muy malos conductores estando secas; situación que se puede revertir con la humedad ambiente a mediana altura. Roto ese “dieléctrico” se produce una descarga. Tenemos lo que podríamos definir como “efecto capacitor”. Caída de cenizas se acusó ese día en Rosario y en Santa Fe al día siguiente.

1932-Buenos Aires bajo la lluvia de ceniza volcánica

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