Por Juan Manuel Biagi
Logo de la misión Apolo 11
El 21 de julio de 1969, con estas palabras se daba por finalizada, la aventura espacial mas importante de todos los tiempos, años de estudios, ingeniería, entrenamientos y pruebas tenían como único objetivo el poner un pie en la Luna y así poder ganar una ardua carrera espacial. Este artículo, conmemorando los 40 años de la llegada del hombre a la Luna demuestra de que manera estaba compuesto el Complejo Apollo y como fue su fantástico viaje.
“A mis Amigos de la Asociación Entrerriana de Astronomía, esa clase de personas, que si volviera a vivir nuevamente mi vida, no dudaría en volver a encontrarlos”
El Viaje y Alunizaje:
A los 12 minutos del lanzamiento, luego de agotada la segunda etapa, el vehiculo quedaba en la orbita de espera a unos 184 Kms de altitud hasta que el Centro de Control Houston le diera la señal definitiva, dicha orden fue recibida durante la segunda orbita terrestre, cuando el Complejo Apollo estaba sobre Australia, al momento entro en ignición el cohete de la tercera etapa, llegando a una aceleración que le permitiría alcanzar la velocidad de escape suficiente para vencer la gravedad terrestre, media hora mas tarde, el Apollo-11 se separo de la fase impulsora y efectuando un giro sobre si mismo de 180º quedo situado frente al compartimento donde estaba alojado el Modulo Lunar procediendo a su acoplamiento con el mismo, en ese momento quedaba completada la nave espacial, con el Modulo de Comando “Columbia” por un extremo, unido al LEM “Águila”, y este al Modulo de Servicio, cuyo potente motor dependería del éxito de todas las maniobras de entrada a la orbita lunar y el posterior regreso a la Tierra. El viaje al satélite duraría 73 hrs., y si todo marchaba como estaba previsto apenas serian necesarias algunas correcciones en su trayectoria, los tres astronautas podían tomarse un descanso de 9 hrs. y reponer sus fuerzas para las críticas tareas que les aguardaban cuando se encontrasen en el ámbito lunar.
El segundo día Armstrong y Aldrin se dedicaron a la inspección del Modulo Lunar, permaneciendo en el una hora y media para hacer una revisión completa de todo el instrumental de abordo. Luego transmitieron a Tierra un programa de TV ofreciendo el magnifico espectáculo de la luna y nuestro planeta desde una zona intermedia del espacio.
El momento más esperado, el hombre pisa la superficie lunar
El 19 de julio, la nave espacial se encontraba rodeando la cara oculta del satélite, hasta allí el vuelo había sido perfecto, sin haber necesitado consumir combustible para efectuar correcciones en la trayectoria, ahora darían comienzo las criticas maniobras del cambio de rumbo para situarse en orbita lunar, todo se produjo como estaba previsto y cuando se reestableció el contacto con el Centro de Control Houston la nave estaba en una orbita elíptica de 310 por 112 Km. de altitud. Una nueva retransmisión televisiva tuvo lugar con imágenes del Cráter Aristarco y del punto elegido para el alunizaje en la zona del Mar de la Tranquilidad.
Con un nuevo encendido de los cohetes del Modulo de Servicio se llevo al Apollo-11 entre los 121 Km. y 100 Km. de altura, iniciándose los preparativos finales para el descenso que tendrían lugar al día siguiente. Tras una noche entera de descanso, los tres hombres fueron despertados por el Centro Houston, y tanto Aldrin como Armstrong se dirigieron a ocupar sus puestos en el LEM “Águila” aguardando instrucciones para dar lugar al descenso.
La maniobra de separación de las dos naves tuvo lugar mientras sobrevolaban la parte oculta del satélite y por lo tanto, hallándose fuera de contacto con las estaciones de seguimiento, una vez efectuada la separación, el LEM describió una lenta maniobra de giro, con sus patas extendidas, con el fin de que Collins, desde el Modulo de Comando, pudiera comprobar si todos los dispositivos exteriores del aparato se encontraban en las condiciones adecuadas para el alunizaje.
Los primeros pasos
Un sistema automático produjo el encendido del motor del LEM durante medio minuto, transfiriendo al vehiculo a la orbita que lo situaría a 15000 mtrs sobre la superficie. En este punto el comandante de la nave todavía estaba a tiempo de cancelar la misión si lo consideraba necesario por el caso si hubiera algún desperfecto y podia dejar que la trayectoria seguida los llevase a un nuevo encuentro con el Apollo, pero la decisión ya estaba tomada y Armstrong no vacilo en apretar el botón que activaba la secuencia de operaciones automáticas para llevar la nave al suelo lunar.
A los 4 min. De encendido el motor de descenso, el “Águila” se aproximaba a la superficie a una velocidad de 90 Kms/h, durante el trayecto, Armstrong comunico al Centro Houston algunos desperfectos en las luces de control, algo parecía no funcionar correctamente, sin embargo desde Houston le informaron que no había peligro. A medida que la nave se acercaba a la superficie, siguiendo un arco descendente, su ángulo de incidencia se fue enderezando progresivamente hasta encontrarse prácticamente en sentido vertical a los 230 mtrs del suelo y descendiendo a 6 Kms/h.
Cuando se encontraba a poco mas de 60 mtrs sobre su blanco, Armstrong descubrió que el lugar de alunizaje se encontraba sembrado de rocas, solo había un medio para evitar el desastre, desconecto los sistemas automáticos y empuño los mandos para hacer que el LEM se desplazase lateralmente alejándose del lugar y buscando otro punto mas despejado, el combustible del LEM era limitado, por lo que no estaba previsto un recorrido de esas características, desde el Centro Houston les advirtieron que solo tenían 30 seg. de combustible, pero para ese momento Armstrong ya había encontrado el terreno adecuado y la nave estaba descendiendo sobre un lugar despejado de rocas.
Trabajos en la superficie
Poco después la voz llegaba a través del espacio asta los altavoces del Centro Houston “Houston, Base Tranquilidad, El Águila ha Alunizado!!”.
El contacto con la superficie lunar había sido bastante bueno, el eje del LEM formaba un ángulo de 4º con la vertical, lo que podia considerarse como excelente, ya que estaba previsto para poder soportar hasta inclinaciones de hasta 30º sin perder el equilibrio. El punto de alunizaje se hallaba a 180 Kms al sudoeste del Cráter Maskelyne, un lugar situado un poco por debajo del centro de la cara visible de la Luna, la descripción del panorama por el propio Armstrong a través de las ventanas era de “una meseta llena de cráteres…, todo tiene un color gris, como la arena de una playa. Se ven también bastantes rocas, algunas de regular tamaño y de colores muy variados”, luego vino un descanso para los dos tripulantes y después un periodo de preparación para el despegue inmediato por si algún acontecimiento imprevisto obligaba a salir de la Luna lo mas rápido posible, luego llego el momento culminante en que Armstrong bajo de la escalerilla hasta la superficie expresando en ese momento ” Este es un pequeño paso para un hombre, pero un salto gigantesco para la Humanidad”, luego Aldrin mas tarde desde la superficie expresaba su admiración como una “magnifica desolación”.
Aldrin junto al LEM