Una espiral aparecida sobre Jartum concuerda con la liberación de combustible desde una parte del cohete que lanzó un aparato clasificado del gobierno de Estados Unidos.
Zuma, el satélite ultrasecreto de los Estados Unidos valorado en mil millones de dólares y que se sospecha que ha sido destruido, parece estar relacionado con una extraña forma aparecida sobre el cielo de Jartum, Sudán, este lunes. Una fotografía ha mostrado una espiral verdeazulada en el cielo que, según el rastreador de satélites Marco Langbroek, y tal como ha reflejado Space.com, podría haber sido causada por la liberación de combustible desde el cohete lanzador.
Según ha explicado Langbroek en su blog, la imagen muestra una situación «normal» en la que la etapa superior (la porción del cohete que está ensamblada al satélite y que debe impulsarlo por encima de la atmósfera) libera un exceso de combustible antes de caer de nuevo en la atmósfera y acabar destruido. Según ha dicho, este procedimiento es normal y tiene como finalidad evitar una explosión después de que la carga, como un satélite, se separe de la segunda etapa.
La fotografía fue captada por el piloto holandés Peter Horstink a bordo de un vuelo de Ámsterdam (Holanda) a Johanesburgo (Sudáfrica) en las proximidades de Jartum (Sudán), y a una altura de 11.000 metros, según aseguró Marco Langbroek.
Declaraciones hechas por algunas fuentes en medios como Space.com y Ars Technica dijeron que el satélite clasificado, y con el que se habría perdido contacto, podría haberse desintegrado en el espacio a causa de un fallo técnico.
Combustible en el espacio
La imagen de la espiral, captada el lunes, un día después del lanzamiento de Zuma, no indica que nada fuera mal. Langbroek ha enumerado que es posible que hayan ocurrido varias cosas con el satélite y que expliquen que no se pueda establecer contacto con él: que esté en órbita pero que no responda a los intentos de comunicación, que haya reentrado en la atmósfera junto con la segunda etapa y que haya sido destruido o bien que haya sido puesto en una órbita errónea.
Un desastre en una misión clasificada
El satélite, valorado en 1.000 millones de dólares y que iba prestar servicio para algún departamento no revelado del gobierno de Estados Unidos, iba a ser colocado en la órbita cercana a la Tierra. Ha sido fabricado por el poderoso consorcio aeroespacial Northrop Grumman y su lanzamiento dependía de la compañía Space X.
Después del lanzamiento, ocurrido el domingo, la primera etapa del cohete reutilizable Falcon 9 (la porción del cohete que despega desde la Tierra) volvió a posarse en tierra. Pero fuentes que no se identificaron informaron en varios medios de que la segunda etapa podría haber sufrido algún fallo técnico de importancia. Hasta tal punto sería así, que algunos indicaron que el satélite ultrasecreto había caído hacia la atmósfera de nuevo y que, por eso, se habría desintegrado.
Dichas fuentes han asegurado que ya hay una investigación en curso, pero por el momento no se ha hecho ningún comunicado oficial sobre lo ocurrido.
Fuente: ABC