Una gran variedad de tipos de terreno se encuentran a través de Terra Sirenum, en las tierras altas del sur de Marte. Algunos se consideran evidencias del hipotético lago Eridiana, que abarcó un gran área en Marte.
Dentro de la cuenca de Atlantis, un complejo paisaje que se extiende a través de 200 kilometros, conocido como Atlantis Chaos, ejemplifica la amplia diversidad de los procesos geológicos que ocurrieron en esta área relativamente pequeña de Marte.
Las huellas dejadas por estos acontecimientos son claramente visibles en este mosaico, que se creó a partir de cuatro imágenes tomadas por la cámara estéreo de alta resolución (HRSC) en el orbitador Mars Express, operado por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).
Según un comunicado de este organismo, Atlantis Chaos destaca por su paisaje altamente perturbado con varios cientos de pequeños picos y mesetas de colores claros distribuidos a través de una llanura de tierras bajas casi circular.
AGUA ESTANCADA
RelacionadasCuriosity capta desde Marte el tránsito de Mercurio por el SolCuriosity revela su destino en Marte, el imponente Monte SharpUn escarpe de arena de cientos de metros de altura en Marte La cuenca de Atlantis probablemente debe su existencia a un impacto de asteroide que tuvo lugar en la historia temprana de Marte. Ahora, el perfil circular de lo que podría ser el borde del cráter es apenas detectable. Hay otras grandes cuencas en Terra Sirenum, muy probablemente creadas también por impactos de asteroides. Muchos científicos sospechan que el agua estancada una vez llenó estas depresiones de cráteres conectados parcialmente, dando lugar al hipotetico lago Eridania, que cubrió un área de más de un millón de kilómetros cuadrados.
Muchas preguntas sobre la historia geológica de la región siguen sin respuesta. Por ejemplo, las discusiones continúan sobre si las depresiones de cráteres interconectados que posiblemente llenaron de agua Terra Sirenum eran también la fuente de un río que surcó Ma’adim Vallis en las tierras altas marcianas.
Ma’adim Vallis – tomado del nombre hebreo de Marte – es un profundo valle al noroeste de la zona descrita aquí. Tiene 700 kilómetros de largo y hasta dos kilómetros de profundidad, al igual que el Gran Cañón del Colorado, y se alimenta en el cráter Gusev, el área en la que Mars Exploration Rover Spirit de la NASA llevó a cabo su misión de investigación en 2004-2011.
El paisaje que se muestra aquí se extiende por unos 600 kilómetros en dirección norte-sur y 250 kilómetros de este a oeste; es aproximadamente dos veces y media el tamaño de Austria. Un ‘canal’ conecta la cuenca del Atlantis a otra cuenca situada más al sur con un diámetro de 175 kilómetros. Restos caóticos de antiguas montañas se extienden a través de esta depresión circular, cubierta con un material de color claro como los de la cuenca del Atlantis vecino.
Los espectrómetros instalados en Mars Express y otras naves espaciales en la órbita de Marte han determinado que estos depósitos de color claro se componen de filosilicatos similares a los encontrados en varios tipos de arcilla en la Tierra.
Su estructura cristalina ofrece espacio para dar cabida a moléculas de agua y, por tanto, indica la presencia de agua en esta zona. Parece probable que los sedimentos depositados por los vientos fueron alterados después de entrar en contacto con el agua. Su posición estratigráfica es la misma que la de los minerales de arcilla en otras sub-cuencas del hipotètico lago Eridiana y su edad se estima en 3.800 millones de años.
Los canales tallados en las laderas de la cuenca proporcionan una prueba más de la existencia de agua. Sedimentos adicionales pueden haber sido lavados a lo largo de estos canales y en el suelo de las cuencas de los cráteres. Los bordes de este cráter, relativamente bien conservado, también muestran capas de sedimentos rocosos, así como deslizamientos de tierra, y en un área, canales notablemente distintivos.
Fuente: Europa Press