Esa ancestral costumbre de mirar las estrellas. Nota de El Diario de Paraná

El Observatorio se prepara para vivir intensamente el mes de enero, el de más visitas. Con varias mejoras para hacer más atractivas las observaciones, espera al público los sábados, si no está nublado.

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Quién de niño no soñó visitar una de esas cúpulas con un largo telescopio para mirar el cielo. A apenas unos minutos de Paraná se puede cumplir el sueño de niño de mirar planetas, estrellas y cometas en un lugar parecido al de los grabados que avivaron la imaginación de nuestra infancia.
Debido a las mejoras que hizo el municipio de Oro Verde, el Observatorio abrirá sus remozadas puertas a partir del primer sábado de enero, si el tiempo acompaña.
El presidente de la Asociación Entrerriana de Astronomía, Mariano Peter, en diálogo con EL DIARIO agradeció al intendente de Oro Verde, José Luis Dumé, por las mejoras realizadas que permitirán la más adecuada exhibición del material con que cuenta el Observatorio.
EL CIELO DE ENERO. Según Peter los más fascinados durante las visitas son los niños, atraídos especialmente por la Luna. Pero además, se pueden ver restos de la estación espacial soviética Salyut 7. “Son restos de una estación espacial que cayó en Entre Ríos en el año 91 –explica Peter-. Una estación es un gran complejo que se construye en órbita, compuesto de módulos que se ensamblan en el espacio y que sirven a los astronautas, para realizar experimentos científicos y demás”.
Entre los atractivos que se agregan a las visitas, se sumará el planetario móvil de Luis Trumper.
En enero, se pueden ver algunos objetos del espacio profundo. Entre éstos, nebulosas, que son nubes formadas por la explosión de estrellas gigantes llamadas Supernovas. “Tenemos cúmulos estelares que son grandes conglomerados de concentración de estrellas, algún planeta, no de los principales, Júpiter o Saturno. Es probable que se pueda ver algún cometa en los próximos días. Tenemos nuestro museo espacial donde se exhibe en forma permanente en las vitrinas, meteoritos de distintas partes del mundo”, enumera Peter entre los atractivos del Observatorio.
Entre los meteoritos menciona los que cayeron en Colonia Berduc, en el año 2008, cerca del Palmar de Colón y fragmentos de las estaciones soviéticas que cayeron en el 91 entre Villaguay, San Salvador y Federal.
Cuenta que el patrimonio se formó, en parte, con los fragmentos que fueron a buscar los integrantes de la Asociación Entrerriana de Astronomía y por otro lado, con una gran donación que hizo hace más de 10 años Oscar Turone, un coleccionista de meteoritos argentino. “Entre éstas se destaca un pequeño fragmento de 2 gramos proveniente del planeta Marte, otro del año 69 de Allende, México, en cuyo interior se encontraron aminoácidos, es decir, los componentes, los ladrillos de la vida. No hay bacterias pero sí los componentes elementales para la vida”, dice acerca de este fascinante hallazgo.
En el Museo Astronómico, en sus vitrinas, se observan estos cuerpos y también fotografías de distintos objetos que se pudieron captar desde el observatorio.
DE PELÍCULA. “Como es natural, los chicos son los más interesados y los que se sorprenden más, como nos pasó a todos en esa edad”, razona Peter.
Entre las preferencias de los más chicos están la Luna o Saturno, con sus anillos. “Los meteoritos también les llaman mucho la atención, porque los chicos están muy informados últimamente a raíz de Internet, del cable, de películas y documentales –comenta-. Por ejemplo, saben que los dinosaurios desaparecieron a causa de un gran impacto causado por un asteroide”.
Los meteoritos son objetos que caen del cielo y que impactan en la tierra y que, generalmente, son desprendimientos de asteroides. También se fascinan con los fragmentos de esta estación espacial soviética. “Cuando uno les cuenta que ahí adentro hubo astronautas viviendo durante varios meses, a los chicos les causa mucho impacto”.
Entre los atractivos del paseo se cuenta al primer telescopio que hubo en el Observatorio, donado por Carlos Desio. “Los chicos van y se sacan fotos con él. Es el típico elemento de observatorio, ese tubo largo que asoma por la cúpula”, describe Peter.
En cuanto a cuál es el mejor momento del año para darse una vueltita por el Observatorio, dice: “Todas las estaciones del año tienen algo interesante para ver. Si vos me preguntás qué época prefiero yo, digo que el invierno. A pesar de las bajas temperaturas, el cielo de invierno es el mejor, además las noches son más largas. Hay más cantidad de cosas para ver, no me refiero a la luna y los planetas, sino a objetos de espacio profundo, nebulosas, cúmulos estelares, galaxias”. “En invierno – agrega Peter- está la mejor vista de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se ve como una franja de luz muy tenue que atraviesa todo el cielo”.
La gente va poco en invierno debido a la intensidad de los fríos, sobre todo en esa zona. Felizmente, todo el año se puede uno dar un banquete de cielo nocturno.
EL BUEN CIELO. La urbanización de esa zona crece a pasos acelerados, y es inevitable preguntarse si esto afectó el normal funcionamiento del Observatorio. A respecto, Peter informa: “Todavía no está afectando mucho, todavía tenemos un cielo bastante bueno, pero con el crecimiento de Oro Verde de las últimas dos décadas, sí se ha sentido una merma en la calidad del cielo. Si uno observa hacia el norte, que ya era una zona polucionada por la luz de Paraná y un poco más lejos por Santa Fe, se advierte. Sin embargo, cuando han venido delegaciones de Rosario, Buenos Aires u otras grandes ciudades no pueden creer lo que se ve en este cielo que tenemos. Calculo que por unas décadas más vamos a tener un cielo bastante bueno”.

GPS astronómico
Al Observatorio Meteorológico de Oro Verde se llega, desde Paraná, tomando por la ruta 11, luego se gira a la izquierda, en el ingreso a la Escuela Alberdi.
Se recomienda siempre llamar antes de ir. El horario de atención al público en verano es sábados de 21 a 23, si no está nublado.
Los días entre semana se atiende a delegaciones de scouts o colonias de vacaciones.
El costo de la entrada es de 20 pesos. “Hay que tener en cuenta que con esta entrada se atienden todos los gastos de mantenimiento, ya que no recibimos aporte alguno del Estado, salvo esporádicos subsidios”, aclara Peter.
Contactos: en Facebook se busca como Asociación Entrerriana de Astronomía.
Página web: www.astroentrerios.com.ar. / E-mail: observatorioaea@hotmail.com. / Celular: 0343- 154173869.

Por qué a alguien se le ocurre mirar el cielo
Cualquiera que dialogue con Peter puede advertir la pasión de este hombre por la astronomía, a pesar de que estudia Abogacía. “La astronomía es de las pocas disciplinas en las que se puede hacer aportes a la ciencia sin tener título”, comenta entre risas.
La musa inspiradora de esta pasión se llama Margarita, Maggie para esta familia de origen inglés. “Tuve la suerte de tener una tía, que perdí hace casi cuatro años, y que fue como una madre para mí. Ella me enseñó mucho sobre historia, arqueología y astronomía”, cuenta.
“Todavía recuerdo que a los 3 o 4 años me llevaba cuando caía el sol a la terraza y me mostraba las estrellas, Las Tres Marías, Los Siete Cabritos, lo que se podía ver del cielo cerca de avenida Ramírez –recueda-. Me contaba historias con libros y a partir de ahí se despertó mi pasión por la astronomía, por los dinosaurios, por las civilizaciones antiguas. Después la fui cultivando con lecturas, mandando cartas a la NASA desde donde me mandaban mucho material”.
La primera y demorada visita al Observatorio fue cuando tenía 16 años. “Fue cuando se produjo el fenómeno astronómico que a mi entender fue el más importante: el impacto del cometa Shoemaker 9 contra Júpiter. Hasta ese momento nunca los ojos humanos habían podido observar en vivo y en directo el impacto de un cometa contra un planeta. Algo similar a lo que les sucedió a los dinosaurios. De hecho, los dinosaurios fueron los últimos que vivieron algo así y no vivieron para contarlo”, bromea.
El cometa se fragmentó antes de impactar con Júpiter y se produjeron varias explosiones durante una semana. “Ver esas marcas negras sobre Júpiter fue increíble y aunque no tengo fotos lo recuerdo como si lo estuviera viendo. Y desde entonces no dejé nunca de ir”.
El Observatorio y la cúpula abierta con las estrellas de fondo le provocaron un impacto imposible de borrar. “Nunca dejé de ir, los sábados y los días entre semana también. Fue amor a primera vista”.

Ambiente audiovisual único y estimulante
El título contiene la descripción que del planetario móvil hizo en una oportunidad Luis Trumper. Consiste en un domo inflable en cuyo interior se proyectan las estrellas con sus constelaciones y películas especiales sobre el universo con video inmersivo donde las imágenes rodean por completo a los espectadores. Su tecnología lo distingue en el territorio argentino y tiene una capacidad para unas 35 personas que con libertad para acomodarse pueden disfrutar de un paseo por el cosmos, sintiéndose para de la escena. Las películas están complementadas por Stellarium un programa que permite proyectar el cielo de esa noche, con sus constelaciones y figuras mitológicas, coordenadas celestes y filmes que asombran al público.

Para El Diario, Graciela Debanton

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