El cambio climático puede haber alcanzado un «punto de no retorno». El calentamiento de la atmósfera ha contribuido ya a liberar grandes cantidades de carbono y metano almacenados en los suelos que están «retroalimentando» el efecto invernadero. Estas emisiones «naturales» pueden llegar a 55.000 millones de toneladas de CO2 y contribuir a un aumento de un grado en la temperatura global de aquí al 2050.
Hasta aquí algunas de la conclusiones de un estudio publicado sobre las «pérdidas» de carbono en los suelos, publicado por la revista Nature y dirigido por Thomas Crowther, del Instituto de Ecología de los Países Bajos. «La cantidad de la que estamos hablando equivale al 17% de las emisiones causadas por la actividad humana en el mismo período», advierte Crowther. «El efecto sería equivalente al de añadir a un país industrializado del tamaño de Estados Unidos a la tarta global de evisiones». «El cambio climático puede estar ocurriendo de una manera considerablemente más rápida de lo que pensamos», apunta el científico británico afincado en Holanda, que alerta contra el indeseado «efecto dominó»: «Los gases liberados contribuyen acelerar el calentamiento, que al mismo tiempo tiene un impacto mayor en los suelos». «Nuestro estudio demuestra que ese proceso de retroalimentación ya ha empezado y tendrá un impacto sifnigicativo en las próximas décadas», advierte el director del informe tituado «Cuantificando las pérdidas de carbono en los suelos en respuesta al calentamiento». En el estudio -elaborado a partir de datos de los 20 últimos años obtenidos por 49 institutos ambientales en Europa, Asia y América- han participado entre otros los investigadores catalanes Josep Peñueñas y Marc Estiarte. El estudio pone sobre el tapete la situación en las regiones boreales y subárticas, de la tundra de Siberia a los bosques de Canadá, con la liberación de grandes «stocks» de carbono (almacenados durante miles de años) debido a la descongelación de la capa de permafrost. La subida de temperaturas contribuye también al aumento de la actividad microbiana y a la descomposición de los restos vegetales, otro factor que retroalimenta el calentamiento. «La mayor parte del carbono terrestre está almacenado en el suelo», recuerda el informe. «Si el calentamiento antropogénico estimula la pérdida de ese carbono en la atmósfera, estaremos contribuyendo incluso a un mayor calentamiento global». El director científico del estudio, Thomas Crowther, asegura que hará falta ajustar los modelos climáticos lo antes posible para incorporar estas emisiones -del 12% al 17% del total global- y acelerar las medidas políticas. Crowther asegura que aunque el efecto invernadero pueda ser ya irreversible, aún se puede mitigar reduciendo las emisiones causadas por la actividad humana.
Fuente: El Mundo