La superficie de la capa de hielo ártica que se alcanzará tras el deshielo propio del verano podría ser la sexta más reducida desde que se tienen registros, mientras que la Antártida alcanzará extensiones máximas este año, según ha informado la NASA.

   Además, los datos recogidos a través de satélites desde 1978 indican que los diez valores más bajos registrados en el Ártico se han producido en la última década. Lo que demuestra, según uno de los investigadores del proyecto, Walt Meier, que la tendencia a largo plazo es "muy baja".

   En concreto, a 21 de agosto de 2013 la extensión de hielo ártico era de 5.830.000 kilómetros cuadrados, en comparación con el mínimo de la serie, dado el año pasado, de 4.340.000 kilómetros cuadrados -- un 50 por ciento más reducida que la media entre 1979 y 2010--, y el máximo, en 1996, de 8.200.000 kilómetros cuadrados.

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